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CC POV

¿Vemos la ciudad de la misma manera? ¿o sólo andamos por los senderos construidos? 
¿observas tu mundo cotidiano con ojos de turista curioso o ni siquiera notas lo que te rodea porque ya lo has visto antes?
Piensa en esto, pasamos siempre por los mismos lugares, seguimos los mismos caminos a casa, trabajo, escuela, etc pero pocas veces tomamos el camino largo, el camino nuevo.. en realidad siempre usamos el más corto.
Si voy por esa avenida habrá mucho tránsito pero se mueve rápido, tomar el otro camino (el cual ni siquiera sé el nombre) sólo es perder tiempo, da muchas vueltas y mis clases inician pronto. 
Pero no notas que incluso en la misma ruta repetitiva las cosas siempre cambian, quizás hoy en un rincón entre las grietas de la calle una pequeña planta se visualiza creciendo o tal vez a uno de los locales le dieron una nueva capa de pintura en sus paredes.
Pero no lo ves ¿por qué lo harías? tienes cosas mas importantes en que pensar, los trabajos, la discusión que tuviste con esa persona, los problemas en casa o el simple tiempo que te pone de los nervios cuando la fila de autos no avanza.

-Señorita.. Cabello ¿cierto?-la voz del oficial era relajada pero grave. El mantenía sus manos unidas sobre la mesa frente a nosotros mientras me observaba directamente. 
Mantuve mis manos unidas sobre mi regazo, ocultas debajo de la mesa y de vez en cuándo las apretaba sin darme cuenta mientras miraba al hombre, tendría alrededor de 40 y tantos años, el cabello oscuro y su piel igual con el uniforme de la Policía de la ciudad.
No sabía debía responder a la pregunta o no aunque solo pude asentir un poco porque el siguió hablando casi sin darme tiempo.
-Todos los testigos en la escena coinciden en que usted estaba con la señorita Jane Vital cuando ocurrió el accidente.. aunque tengo mis dudas para pensar que eso fue casualidad- mi ceño se frunció rápidamente al escuchar aquello y el hombre observó inquisitivamente mi rostro tras lo dicho. Abrí la boca, ofendida por su acusación, dispuesta a responderle pero éste me cortó antes de iniciar.
-Por lo visto eres casi la mejor de las deportistas del colegio, tus calificaciones son buenas y las personas hablan bien de ti, una chica normal, buena..-el oficial finalmente apartó sus manos del centro de la mesa metálica y se recostó sobre su silla en un gesto relajado- las personas dicen que te importa la señorita Vital, no veo el motivo que te hubiese llevado a empujarla contra esa mesa.

-¡Yo no la empujé!-solté finalmente, algo exaltada por sus palabras pero rápidamente noté el error en lo que dije, abruptamente y sin pensarlo- es decir, no lo hice queriendo-me defendí el hombre se levantó de su silla. No estaba sonriendo pero parecía haber algo de diversión en su rostro, como si el hubiese estado excavando por algo y yo se lo hubiese acabado de dar.

La puerta se abrió de repente y pronto recordé que había un mundo allá afuera, no me había dado cuenta de la presión que sentía hasta que vi en la puerta a una mujer acompañada de mi padre y sentí mi cuerpo cansado.

-El interrogatorio acabó, oficial Borns-mencionó la mujer relativamente joven ,de traje gris oscuro y cabello rubio- llegó el tutor de la señorita Cabello y usted no puede hacerle preguntas sin antes hablar conmigo, su abogada, Carm Stesell.-miré sin entender mucho la escena ¿ella era mi abogada? ¿de donde habría sacado una en tan poco tiempo mi papá?

-Bien...-el policía "Borns" se giró un poco para verme- un gusto conocerla señorita Cabello, pronto podremos saber que pasó en ese salón realmente-finalizó con una sonrisa de lo mas cínica.

-Eso lo conversaremos nosotros-le respondió la señora Stesell y el oficial la observó dando un asentimiento con la cabeza para caminar a la puerta y salir del lugar. En cuanto el salió de ahí yo me levanté de la silla como un resorte y fui hasta mi papá queriendo salir de ese lugar pero la..mi abogada, me detuvo- pronto tendremos que tener una conversación Camila, por el momento yo arreglaré las cosas aquí, no te preocupes.

-Gracias-fue lo único que atine a decirle aunque verdaderamente me sentía confundida, no sabía que pasaría y me daba un poco de miedo. Papá se despidió de la mujer como si la conociera y luego de un intercambio de miradas entre ellos el tomó mi mano y sin decir nada caminamos por el lugar hacia la salida. No presté atención ni mire absolutamente nada hasta que estuvimos en el auto y aún asi seguí con la mente perdida.

-¿Que está pasando mija?-habló finalmente él y yo solo no supe que responder por lo que me mantuve en silencio- estaba trabajando y recibo una llamada del colegio y luego de la estación de policía.. tuve que llamar a Carm..

-¿Carm? ¿la conoces?-pregunté con el ceño fruncido y levanté la mirada hasta su rostro pero solo me encontré con una mirada de decepción y molestia.

-¿Estás escuchando lo que digo? Vine con una abogada, a la estación de policía a buscar a mi hija y a parte, me dicen que hay una chica en el Hospital y ¡que tú la enviaste ahí!-mi padre alzó el tono de su voz- ¿que carajos está pasando? me vas a responder.

-No es así.. yo..ella..-quería explicarle todo pero ¿como explicaba, en medio del drama, que era lesbiana? y es que estaba saliendo con ella y tuvimos una discusión porque ella me engaño.-

-Últimamente no siento que seas mi hija, no puedo ver quien eres o que mierda haces con tu vida, solo veo que te alejas de la familia y todo te importa.. eso, una mierda!-sus palabras dolieron mas de lo que podría haber pensado ¿cómo decía eso? ¿es que acaso mis notas no eran suficiente? ¿ser la mejor en deporte tampoco? nunca era suficiente para él, nunca veían lo bueno, nunca me veían cuando hacía las cosas bien pero si cometía un error eran los primeros en notarlos.

-Eres un idiota-solté finalmente molesta, él no tenía un puto derecho de tratarme de esa forma cuando era sólo un borracho inconsciente y si estaba lejos de la familia era por sus culpas, no por la mía. 

-Eres una malcriada pero me las vas a pagar-murmuró encendiendo el auto y comenzando a conducir hacia la casa, mentiría si no me sentía de la mierda y asustada, sabía que al llegar a casa esto dolería pero tampoco podía escapar, no había ningún lugar al que ir.

MANGATA | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora