MANGATA | CAMREN

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(LJ POV)

Es extraño cómo nuestra memoria a veces se aferra a momentos, algunos explican por sí mismos el por qué los recuerdas. Tal vez un momento muy feliz, tal vez uno muy traumante o quizás demasiado triste y doloroso. Pero hay otros recuerdos que se fijan y que no sabes por qué los recuerdas de la manera tan completa en que lo haces. Cómo el recuerdo de quizás un botón rojo en medio de la palma de tu mano, un botón que encontraste a los 5 años en medio del césped. Recuerdas que poseía 5 agujeros y el borde era dorado, no era muy grande pero si brillante. ¿por qué lo sé con tanta exactitud? si no puedo siquiera recordar la fiesta que tuve en mí cumpleaños del año pasado..

Mis zapatillas se habían llenado de barro por caminar hasta la escuela así que al llegar me dirigí directamente al baño dónde me las quité y limpié su suela dejándola blanca nuevamente. Estaba concentrada en ello cuándo oí la campana sonar y tuve que colocármelas rápidamente. 
Caminé en dirección de la biblioteca y nada más llegar saludé a la mujer de la recepción quién me sonrió con tanta energía que me hizo dudar de si realmente eran las 8 am en una mañana fría en la cuál podría estar en mi cama. 
Dejé mi mochila y me dirigí a realizar mis tareas asignadas del día, la señora me contó emocionada de la nueva pizarra para los empleados, dónde estaban anotadas nuestras obligaciones del día junto con algunos dibujos de gotas de lluvia lo cuál me aclaró que eran en referencia al clima y que las había dibujado para animar más el texto. Le sonreí aunque de forma falsa, claro no era su culpa que mi humor en las mañanas fuera una mierda pero tampoco me era fácil disimularlo y realmente lo intentaba, deberían darme puntos por ello.. algo así como Dumbledore diciendo "10 puntos para Lauren".

Caminé por el pasillo empujando el carrito frente a mí mientras me detenía de vez en cuándo a colocar algunos libros en los estantes correspondientes siendo precisa con el orden alfabético y luego anotando en la planilla los que iba dejando poniendo el nombre, autor y editorial. Anotaba cada libro su página correspondiente en la planilla, la cuál estaba dividida en géneros literarios y a un lado de los datos del libro debía colocar los datos de en que librero y estante se encontraba para que fuese más fácil de encontrar. 
No era un trabajo realmente complicado pero resultaba largo y agotador cuándo tenía que subir y bajar la escalera de los estantes unas 3 o 4 veces al bajar y ver que aún habían manuales que debía dejar en los estantes altos.
En todo ese tiempo mi mente estuvo completamente ocupada en eso pero cuándo decidí tomarme un momento para descansar y me senté en una de las grandes mesas de maderas no pude quedarme sin pensamientos. Le di un trago al vaso de agua en mi mano y mi mente viajó directamente a esa calle, estaba oscuro y muy pocos autos pasaban a nuestro lado mientras caminábamos muertas de la risa. Estaba ebria y ella también, pero estábamos felices, aquella fiesta había sido increíble y en ningún momento pensamos que algo podría salir mal, no, tal vez si lo hubiésemos hecho por un segundo habríamos tomado un taxi, llamado a alguien a que nos buscara pero no, caminamos. 
Sentí mi corazón acelerarse de prisa al revivir vívidamente cada segundo de ello pero lo detuve, no pude seguir pensando en eso y volví a enfocar la vista a mi alrededor, la biblioteca no estaba muy concurrida pero si algunos alumnos estaba sentados u observando los estantes.
Mire el vaso de plástico en mi mano y me fui directo al basurero para arrojarlo allí, fui en busca de mi mochila y sin saber más salí del instituto. Saqué mi celular para observar la hora y note que ya eran las 10 am, sólo habían pasados dos horas, también vi los mensajes de Dinah preguntando dónde estaba y solo le dije que hoy no asistiría. Sabía que me querría matar por dejarla sola y sin avisar o contarle nada, sabía que odiaba mucho cuándo yo me cerraba pero no podía evitarlo y en aquel momento no quería explicar nada, la sensación de ahogo se hacía cada vez más presente y la presión en mi pecho aumentaba considerablemente.
No podía ir a casa, podría haber alguien y no quería escuchar cuestionamientos de que hacía fuera de clases o regaños por estar tan ausente en mis estudios, ya sabía toda esa mierda y no, no me sentía mejor al no estar en clase pero tampoco podía concentrarme si me presentaba en ella. 
Sentí las lagrimas comenzando a rodar por mis mejillas me limpie con la manga de mi buzo, hacía frío y parecía que iba a comenzar a llover de nuevo en cualquier instante. A pesar de que lo quería ignorar mis ojos aún se seguían empañando y llenando de agua, no sabía ni el por qué exacto de mi llanto pero no se detenía.
Volví a secarme éste y a pestañear mientras me decía a mí misma ya dejar el drama, no había recorrido muchas calles de distancia al instituto cuándo una mano me agarro del hombro y me helé por completo. Me tiré hacia un lado retrocediendo automáticamente cuándo mi mirada chocó con unos ojos completamente confundidos que me observaban con cautela.