MANGATA | CAMREN

3

(LJ POV)

Siento sus pasos pesados sobre el suelo de madera y esta cruje bajo él mientras se me acerca. Me remuevo en la silla nuevamente intentando safarme de la soga, sintiendo como me queman la piel, ya lastimada, de mis muñecas.

Sujeta el arma contra mí sien y siento el frío de la misma congelar todo mí cuerpo con sólo ese roce.

El arma se dispara y pronto me encuentro sumergida en oscuridad, voy cayendo a lo más profundo mientras todo a mí alrededor es agua.

Puedo ver por encima de mí la superficie y el brillo de una luz que se va alejando mientras pataleo intentando nadar hacia ella. Aunque es como si una fuerza arrastrara todo mí cuerpo directo a lo profundo.

Grito y veo las burbujas salir de mí cuando ya no puedo seguir aguantando mi respiración, estoy muriendo, mí corazón se acelera y mí rostro se golpea fuertemente contra algo sólido, dejando mí nariz adolorida.

Abro mis ojos espantada y comienzo a respirar todo el oxígeno.
Miro a mí alrededor y aún sigo en mí habitación dándome cuenta que todo solo ha sido una pesadilla.Suspiré pesadamente aún con el corazón acelerado y pasé mí mano por mí cabello sintiendo cómo se pegaba a mí frente debido al sudor.
Me siento sobre el suelo y observo alrededor un poco desorientada antes de percatarme de los pasos y risas a lo lejos.

-¡LAUREN! ¿VAS A DESAYUNAR O IRAS CON LA BOCA SECA AL COLEGIO?-el grito de mí madre me decepciona un poco al devolverme a esa realidad.

Suspiré recordando que sólo era otro día más de la semana, lleve mí mirada al calendario de mí habitación y caí en cuenta de que era miércoles.

Me levanté del suelo con cansancio, a pesar de recién despertar sentía que no había descansado nada, como si hubiese llegado de correr una maratón o de haber tenido un día ajetreado y lo peor es que eso recién comenzaba.

Tomé mí toalla para poder ir al baño dispuesta a bañarme cuándo la puerta de mí cuarto se abrió estrepitosamente dejándome ver a mí mamá.

-¿No me escuchaste cuándo te hable o aún estabas rezando con los ojos cerrados en la cama?-preguntó de forma sarcástica con un tono realmente molesto, algo que me causaba ganas de rodar los ojos pero sabía que eso sólo empeoraría las cosas.

-Estaba por bañarme, no te escuché-respondí simplemente y comencé a caminar al baño de mí habitación. Encendí la luz y colgué la toalla cuándo los pasos de mí mamá me indicaron que se alejaba.

-Hasta los vecinos se enteran cada vez que te llamo y tú, no, porque la Señorita se duerme hasta tarde y hay que pedirle al mundo que la espere a ella-hablaba sola a lo lejos y ésta vez si rodé mis ojos cerrando la puerta del baño.

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Subí de a dos los blancos escalones de mármol mientras sujetaba mi mochila, otra vez estaba llegando tarde y estaba segura de que la Señora Lang ésta vez si me reportaría con el director.

-Mierda, Lauren-murmuré negando con la cabeza no quería reprobar esta materia en mi ultimo año solo por las tardanzas ya que mis calificaciones eran excelentes, como todo lo que tenía que ver conmigo, claro está.
Ese pensamiento egocéntrico de mí subconsciente me hizo sonreír divertida, tal vez para otras personas sería locura pero yo era mi mejor amiga y me divertía conmigo misma, si, demente lo sé.