MANGATA | CAMREN

2

Hoy

(CC POV)

Me detuve en uno de los carriles de la pista, el número 3 para ser exactos, mis compañeras hicieron lo mismo en el resto de carriles libres. Pase mis manos por mis shorts, hacía mucho calor y sentía el sol quemar mí piel mientras algunos pequeños cabellitos se pegaban a mí frente por el sudor. Mientras esperaba seguí con mis elongaciones, flexioné la pierna hacia atrás y sujeté mí pie con mí mano durante un momento antes de volver a apoyarme firmemente en el suelo. Elevé mis brazos y me estiré un poco más antes de volver a una posición normal.
Elevé mí mirada hacia el sol y cubrí sus rayos con mí mano, estaba realmente caluroso y esperaba que la clase terminara pronto para poder darme una ducha.
El grito de la profesora llamó mí atención y me puse en posición, me incliné sobre el suelo sin llegar a arrodillarme en él y apoyé mis manos con firmeza en éste mientras mis zapatillas se acomodaban el los "tacos" de la salida.
Una vez lista observé a mis compañeras, todas estaban centradas en el camino y yo hice lo mismo, mí mirada se fijó en la pista que se extendía frente a mi. Suspiré por un momento para poder mantener en total control mí respiración. Me mantuve completamente inmóvil durante un tiempo, la profesora gritaba cosas cómo "tienen que lograr un mejor tiempo"  pero yo solo me concentraba en esperar el sonido del silbato indicando la salida.
Suspiré nuevamente y por un momento visualicé que en esa pista solo me encontraba yo, una pequeña brisa refrescó mi rostro y de pronto el sol ya no quemaba tanto, me sentía incluso más liviana y relajada. 
El sonido del silbato finalmente se hizo oír y sin dudar ni un momento comencé a correr, daba las zancadas más grandes que podía y por un momento parecía que no corría pisando el suelo, que flotaba sobre él.
Cindy en segundo lugar pronto ocupó mí tercer puesto y quedé lado a lado con Normani, Mani, mí mejor amiga desde la infancia. Nunca había podido ganarle pero jamás me rendía, no deje que nada me distrajera hasta que mis pies pisaron la línea blanca de 5 cm, la tan famosa meta.
Desaceleré para encontrarme trotando unos metros más y regresé, eso me ayudaba para relajar los musculos luego de tanta fuerza en tan poco tiempo.
Me acerqué a la entrenadora al mismo tiempo que las demás chicas, la señora Reinal estaba anotando aún algo en su planilla cuándo levantó la mirada a todas.

-Kordei, 13 segundos, primer lugar-murmuró con un poco de malhumor y Normani solo refrescó su rostro con la botella de agua sin siquiera mostrar importancia al tiempo que había echo. Ella era la mejor de todas, pero no podía bajar de los 13 segundos y eso la decepcionaba tanto a ella cómo a Miss Reinal. 
-Cabello-mí mirada fue de nuevo a la profesora esperando sus palabras- 13 segundos, segundo lugar, bajaste de tus 13:20 segundos, felicidades..-una gran sonrisa se extendió en mí rostro ya que tal vez para otras personas no sería la gran cosa aunque para mí era bastante, estar a la altura de Mani era grandioso pero sería mejor cuando la superara.
Era mí mejor amiga pero el atletismo era así, todos teníamos nuestros records y metas personales, no eramos egocéntricas (o tal vez un poco) pero sí eramos atletas.

Observé hacia donde estaban mis cosas, mi botella de agua parecía una coca cola congelada en este desierto. No me quedé a escuchar el resto, solo recogí mi botella y me fui mientras bebía de la boquilla como si de un biberón se tratase. Un dulce dulce biberón y fresco, sentía que el alma  me volvía al cuerpo. Al terminarme todo el contenido de un "fondo blanco" solté un gran suspiro, debía llegar a los vestidores antes que todas, quería ducharme rápido para poder escabullirme sin que alguien me viera y por alguien me refería una persona en especifico. 

***

Caminé por el pasillo acomodando mi pelo mientras me escabullía entre las personas, apresuré mis pasos. Abracé mis libros de anatomía, no estaba por ningún lado, tal vez no estaba aquí, tal vez no me había visto. 
Sonreí aliviada al ver mí escondite justo frente a mis ojos, ya estaba a salvo, al menos por un rato o eso pensaba hasta que unas manos tomaron mis caderas haciéndome dar un brinco del susto.

-Hola Belleza-una voz baja susurró en mí cuello y solté un gran suspiro, me había encontrado, joder.

-Hola...-murmuré sin decir mucho, debía decir algo más pero no sabía que- ¡Que sorpresa!-solté algo nerviosa y me maldije mentalmente, yo no solía decir eso, se daría cuenta de que algo estaba mal. 

-¿Qué sucede ahora Camila?-su voz fue completamente seria y sus manos me giraron sin darme oportunidad a nada. Observé su rostro molesto, no tenía ganas de eso ahora.

-Sólo estoy cansada, acabo de salir de una carrera de 100 metros y ¡alcancé a Mani!-finalicé con emoción fingida, si estaba emocionada pero en ese momento solo quería escaparme de ahí, de ella.

-Te conozco, no  me mientas ¿qué mierda te pasa? y quiero que seas clara, ya basta de vueltas o juegos, no eres una estúpida niña -la gente a nuestro alrededor nos miró de reojo y yo jugué con mis manos, esto no era fácil pero ella tenía razón, estaba siendo una niña y dando vueltas.

-Tengo que estudiar... quizás sería mejor que habláramos después y entro lugar..-ella pasó sus ojos alrededor y tomó mi brazo jalandome dentro de un salón vacío. Yo solo entré y escuché como se cerró la puerta detrás de mí.

-Listo ¿te molestaban las personas? ahora solo estamos las dos, habla de una maldita vez porque no tengo más paciencia para tus idioteces-habló con frialdad en su voz aunque sabía que en cualquier momento explotaría como un volcán.

-Jane..-comencé murmurando mientras pensaba que diría, habían tantas cosas que decir aunque sabía que todo lo que saliera de mí boca ella lo tomaría mal, no había forma de hablar con la verdad o la que al menos para mí parecía ser la verdad. Solté un gran suspiro y pasé mis manos nerviosamente por mis jeans.- creo que es mejor dejarlo aquí.
Jane permaneció en silencio durante un momento, sus ojos grises estaban fijos en mí y su cabello rubio descansaba delicadamente sobre sus hombros. Sus brazos estaban cruzados y toda su postura mostraba lo tensa que se encontraba en ese momento.

-Eres una idiota ¿lo sabías? solo te gusta jugar con las personas y nunca te tomas nada en serio, no sé que pensé al meterme con una zorra como tú pero esto no se va a quedar acá, no quiero que me vengas con tus idioteces de que esto no funciona porque la única que no funciona aquí eres tú-Su voz se había elevado cada vez más hasta finalizar en gritos, estaba tan abrumada que no podía decir nada aunque sabía que todo lo que decía no era verdad tampoco podía responder, en ese momento la que se sentía como una tonta por haberse metido en ese lío era yo. Aún cuándo todos me hablaban de lo "difícil" que era ella, yo decidí involucrarme.

-Sabes que las cosas no son así, estás cambiando la historia y no me vuelvas a decir zorra porque la única que abre sus piernas para otros acá eres tú-finalicé sin decir nada más, era todo, no me quedaría a discutir con ella o eso pensé cuándo su mano se estrelló fuertemente en mí mejilla dejándome descolocada. 
Mi rostro ahora ardía y sentía el dolor cuando a falta de mí reacción ella me empujó fuertemente contra una pared presionándose sobre mí y metiendo sus manos bajo mi blusa, sabía por donde iba esto, siempre quería solucionarlo con sexo pero yo ya había entendido que esto era realmente enfermo.

-¡Apártate ahora mismo!, estás realmente mal de la cabeza, tienes un gran problema, jamás en tu puta vida vuelvas a tocarme y mucho menos pegarme, idiota- la empuje lejos de mí, no quería lastimarla pero estaba demasiado furiosa como para medir mi fuerza y ella termino estrellándose contra una de las mesas del salón de química. Su cabeza golpeó con el borde y cayó al suelo sin moverse.
Sentí el frío recorrer mí cuerpo al ver esa escena ¿que pasó? No entendía nada,  me arrodillé en el suelo a su lado y comencé y toqué su hombro repitiendo su nombre varias veces.
-¡Jane! Jane, joder ¿que mierda hice?-me levanté y corrí a la puerta para abrirla- ¡Ayuda por favor alguien, no despierta, por favor ayuda!-grite alto y todos me observaron confundidos mientras algunos corrieron dentro del salón para ver que ocurría y al igual que yo se paralizaban ante la escena antes de comenzar a intentar despertarla, algunos estaban llamando a emergencias y pronto unos profesores entraron en el lugar.
Yo solo observaba la escena horrorizada, un charco de sangre se había formado debajo de ella manchando su cabello rubio como si se tratase de tinta sobre un papel blanco, una oscura y quizás mortal tinta.

.......

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