En retrospectiva, Tyler debería haber esperado que sucediera algo. Las cosas estuvieron funcionando sin problemas durante bastante tiempo y no había tenido ningún problema con su nuevo asistente.
En el transcurso de varios meses, se sintió más cómodo con su asistente. Las bromas aleatorias relacionadas con los lobos, por parte de Josh, habían disminuido con el tiempo, aliviando los nervios del castaño, y los dos comenzaron a tener conversaciones más casuales fuera del trabajo. También ocasionalmente iba con Josh y Brendon a tomar una copa después del trabajo en la rara ocasión en que se permitió salir temprano. Así conoció personalmente a Dallon Weekes, el chico que siempre pasaba con Josh, y a Spencer, otro empleado de marketing.
Las noches con sus nuevos amigos trajeron una pequeña dosis de felicidad a la vida aburrida y sobrecargada de Tyler.También debería haber notado las señales de que algo andaba mal.
Josh trabajaba como un reloj. A pesar de su personalidad tranquila, el asistente tenía una alta ética de trabajo y era eficiente en todas sus tareas. No hubo un día en que cometiera un error y cuando otros los cometían, el los manejaba con facilidad. Siempre tranquilo y armado con una sonrisa suave. Entonces, cuando Josh entró en la oficina de Tyler con las mejillas sonrojadas y sin aliento, él debería haberse preocupado. Pero el asistente leyó el horario diario como de costumbre y Tyler no hizo ninguna pregunta.
Dos días después, Josh llegó tarde al trabajo, algo que nunca había ocurrido. Se disculpó profusamente y Tyler le aseguró que estaba bien.
El jueves, el pelinegro llegó tarde al trabajo nuevamente y Tyler comenzó a preocuparse. Le sugirió que fuera a casa y descansara, pero el otro insistió en que se quedaría y trabajaría como debía.
Cada vez que el castaño pasaba por el escritorio del rizado, el asistente parecía un poco incómodo. Parecía febril, con el pelo pegado a la frente y el cuello sudorosos. Los dos botones superiores de su camisa desabrochados y sus mangas enrolladas más allá de sus codos. Su camisa estaba arrugada y comenzaba a humedecerse de sudor. Cada que Tyler intentaba decir algo, Josh sonreía brillantemente, a pesar de parecer increíblemente cansado, y le preguntaba si necesitaba ayuda. El castaño simplemente negaba con la cabeza, dándole una pequeña sonrisa.
Entonces el viernes empeoró.
Normalmente Tyler estaría emocionado junto con el resto de sus empleados, pues la semana estaba llegando a su fin. Pero no podía sentir otra emoción que no fuera la preocupación.
Miraba hacia las puertas dobles, esforzándose por escuchar si hay algún ruido afuera que le indique que Josh está ahí, pero el silencio es lo único que lo saluda.
Es hora de la primera reunión y Josh aún no ha llegado. Cuando llega solo a la sala de conferencias, los demás miran con curiosidad detrás de él, esperando ver al pelinegro cerca.
El castaño toma asiento y la silla a su lado permanece vacía. Los ojos miran preocupados a través de la habitación y la mayoría de ellos aterrizan en su jefe o en la silla vacía. Frank mira a Tyler con una ceja levantada, pero el castaño le ignora. Aunque Josh había llegado tarde toda la semana, no había llegado tan tarde o llegado en absoluto. La preocupación se hace más fuerte y se ve obligado a empujarlo al fondo de su mente para comenzar su reunión. Todavía tiene trabajo que hacer.
La reunión es un poco más lenta de lo habitual, ya que él mismo tiene que tomar sus propias notas en ausencia de su asistente. Sin embargo, las cosas siguen funcionando sin problemas. Tyler revisa su horario, ignorando las miradas ocasionales hacia el asiento vacío y manteniendo la mirada fija en los documentos que tiene delante. Una vez que termina el último punto de la agenda, suspira y despide a todos. Rápidamente empaca sus cosas y regresa a la oficina. Ahogarse en el trabajo siempre le distrae de las cosas.
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↳ MOON ✿ TYSH ─┈❥
FanfictionTyler tiene un sueño recurrente de un lobo con un aroma cautivador y ojos color miel.