Salí de ahí corriendo a como pude y tome un taxi, le pedí que me llevará al hospital, baje del taxi y entré corriendo a recepción, pregunté por su habitación pero, no me dijeron nada - soy el papá del bebé- dije sintiendo lágrimas en mis mejillas
-¡mi hijo está en peligro, por favor ayudeme!- dije alzando la voz
-¿David?- oí una voz detrás mío
-¿Cómo está ella?¿Están bien?¿El bebé, el bebé está bien?- dije mientras la tomaba de la mano, era su prima
- oye cálmate, están bien- dijo seria
-¿Puedo verla?- dije soltando su mano
- no, no puedes y menos en ese estado- dijo mirándome - ok- dije pasando una mano por mi cara -volvere mañana y...-
- no, por favor no vengas, ella no quiere ver a nadie-
- ¡pero también es mi hijo!-
- ¿ahora sí es tu hijo?¡¿Hace unos días ella terminó aquí por TU culpa?!- no pude decir nada, tenía un nudo en la garganta y mi corazón estaba intranquilo -por favor solo alejate- dijo antes de salir del hospital, me encontraba desesperado, necesitaba verla y pedirle perdón todas las veces que fuera necesario, necesitaba abrazarla, no podía perdonarme lo que le hice y comprendía si no lo hacía pero necesitaba que ella me lo dijera, verlos a ambos a salvó, ahora más que nunca quería verla.
Llegue a casa seguía un poco mareado, me di un baño y me cambié me puse unos pantalones ajustados y una sudadera, tome mi cartera y regresé rápidamente al hospital no podía darme por vencido.
Cuando llegue volví a preguntar su nombre pero sucede que no sabía su apellido, así que no me dijeron nada, estuve ahí esperando a que alguien llegará, pase la noche ahí y no veía a su prima hasta la mañana siguiente, no recordaba su nombre ya que cuando se presentó la ignore por completo, si que soy un gran imbécil
- hola- corrí hacia ella, la cual volteo rápidamente, se veía cansada - buenos días- dije - te dije que no perdierás tu tiempo- dijo caminando - espera por favor- la detuve del brazo y luego la solté rápido - por favor déjame verla, solo quiero saber cómo esta- dije - ella está bien, ahora está estable por favor deja de insistir, no permitiré que los dañes más- dijo irritada - entonces... Solo déjame verla, no haré nada lo prometo- dije suplicando, ella me miró y solo asintió mientras bostezaba, pidiéndome que la siguiera, camine detrás de ella como un niño regañado, subimos al tercer piso y caminamos un poco, antes de acercarme se asomó para verificar que dormía y me hizo una seña para que entrara sin hacer ruido, ahí estaba se veía tan tranquila, al parecer el bebé crecía bien pero ella se veía pálida y había bajado de peso, me preocupe mucho, y recordé cuando le dije "gorda", entonces me di cuenta que solo cuidaba a nuestro bebé, note que en su brazo había moretones los cuales probablemente le había hecho yo el día que fue a verme *maldita sea* maldije mentalmente y derrame unas cuantas lágrimas, verla en ese estado me hizo entender que estar conmigo solo le hacía daño y que cuando estaba cerca la heria, no quería verla llorar y desde que me conoció era lo único que hacía. Me acerque un poco para poder verla por última vez, su cabello castaño, su tez clara, no podría ver sus mejillas rojas o su sonrisa como cuando la conocí, pero igual se veía hermosa, deje en su mano un beso, y salí en silencio, poniendo una mano en mi boca para no hacer ruido mientras lloraba, me despedía de mi princesa y del hijo que tanto negué. Fui a casa y tome mis cosas para luego dirigirme a la casa de mis padres, cuando llegue era tarde, ví a Paola correr hacia mí, deteniéndose justo enfrente
-regrésaste pronto- dijo sonriendo -si- dije fingiendo una sonrisa -¿estás bien?- preguntó preocupada, mi sonrisa se deformó poco a poco solté un suspiro para retener mis lágrimas y luego me acerque a ella y me recarge en su hombro dejando salir mis lágrimas -¡Mis bebés!- le dije quejándome mientras acariciaba mi espalda - vayamos a sentarnos y me cuentas todo- dijo sosteniendo mi mano y llevándome al parque donde habíamos jugado la última vez, una vez ahí nos sentamos y le conté desde que me fui de aquí hasta ahora, ella solo jugaba con sus pies mientras escuchaba en silencio, cuando terminé ella volteo a mirarme
-¿y te fuiste?¿Eres idiota?-dijo en tono de molestia - que no ves que ella te necesita ahora más que nunca, su prima puede ayudarla pero ella se convirtió en TU responsabilidad desde que te acostaste con ella por tu maldito egoísmo y en cuanto a Alexis le daré una paliza cuando lo vea- dijo molesta lo que me hizo sonreír, me recordó a cuando íbamos a la secundaria, nos conocemos de hace tiempo - gracias, por decirme lo idiota que soy, necesitaba a alguien que me lo dijera- dije tratando de sonreír
-para eso estamos los amigos ¿no?- dijo dándome un puño en el brazo, rayos esta chica era fuerte - quiero que seas la primera en conocerla cuando arregle las cosas con ella- le dije tratando de alegrarme - eso espero- dijo sonriendo, nos levantamos y nos separamos para ir a descansar, se hizo tarde sin que nos diéramos cuenta. Entre y subí directamente con la abuela, la cual leía su libro - hola mamá- dije asomándome en la puerta ella parecía estar feliz soltó su libro y se paró a abrazarme - mi niño debiste llamar antes, estaba preocupada, pero ¿que paso?- dijo viendo mis ojos
- larga historia- dije mirandola - tengo todo el tiempo que necesites- dijo sentándose en la cama y palmeando a su lado, nos sentamos y solo le conté lo de Aide, luego de haberle contado a Paola estaba más tranquilo, hací que le conté todo con detalle.
- Debes volver y disculparte, no puedes dejarla, es responsabilidad de ambos esa criatura, debes cuidarlos ahora más que nunca- dijo cuando termine de contarle - no le diré a mis padres hasta que haya arreglado las cosas- le dije - me parece lo mejor- dijo acariciando mi cabeza. Pase tres días allí y luego regrese a ver a Aide.***
Giselle me contó que David había venido ebrio a buscarme y una parte de mi se alegró pero la otra realmente lo odiaba, dijo que se había ido y que se quedó toda la noche esperando para verme pero obvio ella no se lo permitió, por último dijo que se había ido un poco triste y que se veía arrepentido, lo que me hizo reflexionar un poco, después de todo era el padre de mi hijo y aunque estaba molesta no le podía impedir ver a el bebé, estaba triste por todo lo que me había hecho pero de alguna manera quería que estuviera conmigo, al día siguiente vino Alexis y dijo que debía hablar conmigo urgentemente ya que no encontraba a David por ningún lado, me preocupe y decidí escucharlo el me confesó que le había dicho que éramos una pareja antes de que el me conociera y que por eso estaba embarazada, que el bebé era de él, pero que no esperaba que me tratara así, menciono que debió estar muy herido y que probablemente fue por eso, me pidió disculpas por aprovecharse de mi vulnerabilidad, le pedí que se retirará, lo cual hizo de inmediato no podía entender porque lo hizo, estuve angustiada por días, Giselle fue a casa a tomarse un baño, dijo que regresaría pronto y se fue, habían pasado quince minutos y comenzaba a ponerme nerviosa y ansiosa, cuando alguien toco a mi puerta.
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"Nuestro Pequeño Enredo" (TERMINADA)
Novela Juvenil"la mayoría de las relaciones comienzan por amor, la nuestra... digamos que fue un enredo" Con solo 18 años Aide se encuentra en cinta luego de pasar la noche con un extraño, decide ser madre soltera pero al parecer este no esta de acuerdo con la d...