~XXVIII~

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Ha pasado casi una semana desde que David está en el hospital desde entonces lo veo todos los días, a pesar de que aún no despierta me esfuerzo por qué lo haga pronto, según él doctor sigue grave y no sabe que tanto tardará en despertar, debo admitir que siento una desesperación enorme
- ¡AIDE!- Giselle me saco de mi trance mientras comíamos - ese ¿no es Carlos?- dijo señalando al chico que entraba en la cafetería mientras nosotras desayunábamos, note que caminaba en nuestra dirección con una sonrisa -¡¿Aide?!- dijo con cierta emoción pasando su mirada por mi cuerpo - "Ah" hola- dije tratando de pararme - no por favor- puso su mano sobre mi hombro - siéntate, ¿Puedo?- preguntó mirándonos a lo que ambas acentimos y este tomo aciento frente a mí - vaya no creí encontrarte aquí, ¿Cómo has estado?- preguntó
- he estado bien- dije tratando de sonreír
- te ves un poco pálida, ¿Y... Cuántos meses tienes?- dijo mientras miraba mi barriga, la cual ya era un poco pesada - ah... yo... cinco y medio-
- te ves muy linda- puso una mano sobre la mía - gracias, ¿Y tú, cómo has estado?- pregunté sin prestar atención de que éste acariciaba mi mano
-bueno, pues no me quejo aunque hace años que no te veo... Tres años ¿no?-
- así es, a sido un largo tiempo - recordé que Giselle estaba a lado mío
- ella es Giselle mi prima, el es Carlos amigo de la secundaria- dije sonriendo un poco - es un placer- dijo Carlos estrechando la mano de Giselle
- el placer es mío-
- en realidad nunca llegamos a ser más que amigos- mencionó Carlos guiñándome un ojo -¿puedo preguntar por el afortunado?- terminó de dirigirme la mirada -el... esta ocupado- dije tratando de contener la tristeza - en que puede estar tan ocupado para no estar con su bella... ¿Esposa?- dijo mirando mi mano ya que no llevaba un anillo o algo por el estilo mientras sonreía
- bueno, tenemos que irnos- dijo Giselle levantandose de su asiento y tomando mi mano -¿¡tan rápido!?- dijo tan pronto como me levanté
- tenemos planes para hoy- tome mi bolso y me levanté con dificultad mientras agarraba mi barriga - nos vemos pronto- sostuve el brazo de Giselle - bueno... Espero que nos veamos pronto- Carlos me guiño el ojo de nuevo antes de que salieramos.
-¡Pero que demonios le pasa! Es más que obvio que tienes una relación y que diablos con su ojo, tiene una especie de tic nervioso- caminabamos por el pasillo hacia la habitación de David mientras Giselle se quejaba de la actitud de Carlos -¡¡Que bueno que llegaron!!- dijo la madre de David corriendo hacia mí -¡Despertó!¡Está despierto mi bebé!- decía con lágrimas en los ojos -¿Que?- no podía creerlo, las lágrimas rápidamente viajaron por mis mejillas y un escalofrío recorrió mi espalda, no podía creer lo que escuchaba así que a como pude corrí dentro de la habitación y me adentre en ella, pude verlo acostado aún con los ojos cerrados y corrí inmediatamente a abrazarlo mientras gimoteaba un poco -¡te extrañe mucho!- apenas podía hablar, sentí comos su mano se colocaba en mi espalda - perdóname princesa- casi inaudible -¿Estás bien?
¿Cómo está la abuela?¿Mis bebés, como están?- dijo apresurandose
- están bien, todos estamos bien, hace poco visite a la abuela, ella está bien - puse mis manos es sus mejillas y llene su rostro de besos -¡Te amo! No vuelvas a dejarme de nuevo- nos abrazamos durante un rato, el doctor llegó para hacer una revisión por lo que tuve que salir de la habitación.

La abuela vendrá hoy, al igual que mis padres, Paola y la madre de David, ah casi lo olvido, Giselle también vendrá
Estaba muy emocionada al fin luego de unos días de tratamiento y estudios por fin David volvería a casa, por fin volveríamos a casa.
- Ve a sentarte cariño-
- estoy bien, siéntate tu aún estás delicado- dije mientras llevaba algunas cosas fuera, estábamos en la casa de mis padres haciendo una comida en el jardín, David me siguió hasta la cocina y ahora me ayudaba a llevar todo afuera - hija siéntate tu también David- dijo mi mamá empujándonos a ambos a las sillas
- estoy bien señora, déjeme ayudarla-
- me ayudas mucho manteniendote saludable, además eres nuestro invitado sientate- dijo tomando a David por lo hombros para luego sentarlo, acto que me hizo reír un poco, mi madre se alejo un poco para ayudarle a papá con la ensalada, la abuela y la madre de David aún no llegaban por lo que solo estábamos Giselle, Andreu, David y yo sentados en las sillas mientras charlabamos
-¿y que tal tus heridas?- preguntó Andreu -mejor, aún duele un poco pero nada que no aguante- David tratando de hacerse el fuerte - por ahora me quedare un rato en casa- dijo tomando mi mano, entonces alguien llamo a la puerta - yo voy- dije poniendome de pie - no... Iré yo- dijo Giselle corriendo a la entrada...

***
Aide salió con la abuela, ni siquiera me dijo a dónde irían por lo que estaba preocupado eso sin mencionar que iban solas " estaremos bien" fue lo que dijo la abuela, pero sinceramente no estaba seguro subí a la habitación para cambiarme y llamar a Aide, así podría alcanzarlas pero entonces tocaron la puerta, rápidamente baje para ver de quién se trataba - tu padre viene para acá- en cuanto abrí ví a mi madre entrar a la casa con desesperación, parecía que buscaba algo y se le veía alterada -¿Que te pasa?- la detuve de la muñeca cuando pasaba a la sala -yo... Le conté a tu padre... El viene para acá-
-¿¡Que!? Tu...- solté su mano y lleve mis manos a mi cabeza - menos mal Aide no está-
-¿Cómo?¿A dónde fue?- dijo mi madre mirando las escaleras - acompañó a la abuela a un sitio, no me dijo a dónde-
-¿Que vamos a hacer?- dijo preocupada, eso me molestaba, ver a mi madre en ese estado por culpa de el mal genio de mi padre - nada, le diré lo que paso y me iré en cuanto acabe- dije dejándola en la sala para subir a empacar nuestras cosas, no estaba dispuesto a que Aide viera una de las escenas de mi padre y mucho menos que se preocupara, ella ya a pasado por mucho desde que estamos juntos.
Tardé solo un poco en guardar las cosas y enseguida llame a Paola
-zanahorias mi padre viene en camino...- cuando escuche la puerta asotarse, en menos de dos minutos ví a mi padre eufórico frente a la entrada de la habitación -¿¡Que fue lo que hiciste!?- me tomo de la camisa mientras amenazaba con golpearme
- pensé que ya lo sabias- dije con un tono neutro y serio, cosa que claramente a mi padre no le agrado
-¡¡ERES UN IMBÉCIL!!- sentí un fuerte golpe en la cara y rápidamente caí sobre la cama -¡Deja en paz a mi hijo!- grito mi madre desde la puerta -¡¡Tu no te metas!!- se acercó y trato de levantarme y en cuanto estuve de pie lo avente contra la pared -¡NO TE ATREVAS A TOCARNOS!- estaba molesto, este de volvió a acercar a mi y me golpeó de nuevo, alcanze a detener su brazo con mi mano y le solté un puño en la cara, estaba tan enojado que ni siquiera escuché lo que mi madre gritaba con desesperación, de un momento a otro me encontraba en el suelo a punto de recibir otro golpe cuando escuché a mi madre hablar por teléfono, entonces mi padre se levantó y corrió tras ella, fue como terminamos en la cocina...

"Nuestro Pequeño Enredo" (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora