~XX~

1.8K 125 3
                                    

Había recibido una llamada del hospital, al parecer Vanesa estaba mal, por lo que tenía que ir rápido, salí corriendo al auto y conduje hasta el hospital, cuando llegue Vanesa ya estaba estabilizada - llegaste- dijo recostada, se veía pálida - perdón no pude venir antes- dije acercándome a tomar su mano, había olvidado por completo que debía venir - está bien, que bueno que hayas llegado- dijo sonriendo débilmente -dijiste que estarías aquí- dijo entre lágrimas - lo siento yo...- no podía decirle que también tenía una familia - perdón, me acerque para abrazarla - quédate conmigo- dijo apretándome contra ella - no pue...- me interrumpió
-¡Dijiste que estarías conmigo!- alzó la voz, no dejaba de llorar y temí por qué volviera a ponerse mal - está bien- dije alejándome un poco, había dejado mi teléfono en el auto. Me quedé con ella, toda la noche, a la mañana siguiente fui a la universidad a dejar el trabajo y regresé para despedirme, pero una vez más me detuvo, de alguna manera sentí que necesitaba compensar los dias que no vine, por lo que me quedé, estaba un poco preocupado por Aide pues se había quedado sola en casa, otra vez, pensaba regresar en la noche, pase la tarde con Vanesa mientras salimos a dar la vuelta por el hospital, ella parecía feliz -¿puedes venir más seguido?- dijo mirándome desde la silla de ruedas -no lo sé- dije agachándome frente a ella - pero dijiste que estarías conmigo- dijo haciendo un puchero, entonces recordé a Aide - necesito ver a Aide, debo estar al pendiente de mi hijo- fue lo único que pude decirle -quiero que te quedes conmigo- dijo tocando mi pierna - seguiré viniendo en las tardes- dije para luego quitar su mano, regresamos adentro y decidí quedarme hasta que se durmiera pero ella solo hablo toda la noche, sentí que me quedé dormido y cuando desperté eran las 7:00 de la mañana, debía regresar a ver cómo estaba Aide, salí sin hacer ruido para evitar despertar a Vanesa. Cuando llegue al auto note que había casi veinte llamadas perdidas de Aide, pensé que había pasado algo por lo que me apresuré a llegar a casa, ya que no tomaba el teléfono, cuando llegué entre corriendo hasta la habitación donde estaba acostada tranquilamente abrazada a una almohada, me acerque y la abracé por detrás - ya llegué- dije suavemente en su oído -perdón, tuve que salir rápido- mencioné acercándome para besar su cuello -esta bien- respondió poniendo sus manos sobre las mías, sin darme cuenta me quedé dormido.
Desperté luego de un rato, pase mi mano a mi lado y note que Aide se había levantado, me pare rápidamente y escuché la regadera, la ví salir segundos después envuelta en una toalla - e-estas despierto- dijo sonrojándose, ¡Dios! amaba eso, me acerque rápidamente para pasar mis manos por su cintura mientras ella sostenía su toalla con ambas manos en su pecho -David, haste a un lado voy a camb...- la interrumpí con un beso el cual respondió lentamente y sentí sus manos jalando mi cabello suavemente - tienes suerte de estar embarazada- dije entre el beso, bajando mi mano hasta su trasero entonces sentí una mordida, solo hice una mueca de dolor - suelta, voy a vestirme- dijo volviendo a tomar su toalla y yo coloqué mi otra mano en su trasero para apretarlo - te ayudo-
dije volviendo a besarla pero no tardó en huir de mi - métete a bañar, apestas- dijo caminando al closet - las estoy guardando- dije caminando al baño. Cuando salí, me vestí rápidamente y salí, al parecer estaba cocinando porque olía delicioso, camine a la cocina y la mesa estaba servida - vamos a comer- dijo sentándose, comimos en silencio hasta que ella rompió con el -Alexis vino la noche que saliste- dijo mientras se levantaba para recoger los platos -¿Que?¿Que quería?-
- venía un poco ebrio- dijo mirándome - lo ví mal-
-¿te hizo algo?- dije levantándome a revisarla - no me hizo nada se fue luego de disculparse-
- no debiste abrirle- dije molesto
-¡pensé que eras tú, habías salido corriendo me preocupe!- dijo alzando la voz - igual no pasó nada, solo quería contarte- dijo caminando para lavar los trastes, estaba callado, no sabía que decirle no podía decirle que estaba cuidando a mi ex - perdón, ten...-
- "tenías que salir"- dijo volteandose a mirarme molesta - ya me lo dijiste antes- y regresó a lavar los platos
-¿estás enojada?- fruncí el ceño - por qué lo estaría, es tu vida- dijo sin mírame -ja, tienes razón no tengo porqué dar explicaciones ¡ni siquiera sé por qué me molesto!- dije levantando la voz al último -¡Así es!- grito volteando a verme -no tienes que darme explicaciones ¡quién soy yo para recibirlas!- terminó y salió a la habitación -¡oye!- grité siguiéndola, note que sacó la maleta de abajo de la cama -¿Que haces?- dije acercándome a detenerla - voy con Giselle- dijo caminando al closet para sacar su ropa - detente- dije asustado al notar que estaba alterada - cálmate, tienes que calmarte- dije abrazándola desde atrás - déjame en paz- dijo quitando mis manos -me voy unos días- dijo metiendo sus cosas a la maleta, pase una mano por mi cabello hacia atrás
- Aide por favor, no hagas tonterías- dije girandola para que me viera
-¿tonterías?- dijo mirándome fijamente - me ire y tú arreglarás lo que sea que te esté pasando- dijo cerrando la maleta - está bien, pero déjame llevarte-
- no hace falta- dijo caminando a la puerta -no, no está bien, no puedes andar sol...- me interrumpió - he estado sola por dos semanas, no veo la diferencia- dijo antes de salir, no podía moverme así que la deje irse, cai sobre mis rodillas al suelo y jale mi cabello *maldita sea*. Eso pasó hace casi dos días y no he recibido llamadas ni mensajes de su parte, sabía que no quería verme pero quería verla, lamentablemente la razón por la cual también la había abandonando me seguía impidiendo ir a verla, por las mañanas iba a la universidad, cuando salía corría al hospital para encargarme de Vanesa, y sin que me diera cuenta había pasado casi una semana sin verla, y de cierto modo lo agradezco porque me sentía cansado y no quería que se preocupara más -¿David?- la voz de Vanesa me trajo de vuelta a la realidad -¿podemos salir mañana?- dijo sonriendo - pero no puedes salir- dije un poco cansado - puedo hablar con el doctor- dijo tomando mi brazo
- anda ¿Si?-
- la verdad es que me gustaría descansar un poco- dije quitando su mano de mi brazo - eres un egoísta, a ti no te importa porque tú puedes salir diario- dijo molesta, cruzándose de brazos - no es eso es solo que estoy cansado- insistí - debo irme, tengo un informe que entregar-
-¿te vas?pero si llegaste hace unas horas -
- nos vemos mañana Vanesa- dije saliendo rápido antes de que me sermoneara, subí al auto y me dirigí a el departamento, cuando llegue me tiré en la cama y me quedé dormido hasta el otro día.
Llegué al hospital luego de ir a la universidad y entré a la habitación de Vanesa - hola- dijo sentándose en la cama - te traje la comida- dije acercándole la bolsa - sigo sin entender porque eres la única que no come la comida de aquí- dije sentándome en la silla de a lado -ya te dije que es porque soy especial- entonces alguien abrió la puerta, era el doctor, era... El tío de Aide. - Buenas tardes-
-¿Quien es usted?- dijo Vanesa sorprendida - soy su nuevo doctor señorita Evans, está mañana pedí que le hicieran unos estudios y mandé a darla de alta, usted está totalmente sana-
-¿Que? No, para nada, me estoy muriendo ¿Dónde está el doctor Edward?- dijo Vanesa alterada, estaba en shock por los resultados del doctor
- como mencioné soy el nuevo doctor, el doctor Edward está siendo investigado- entonces volteo a verme
-¿David?¿Que eres de la paciente?- preguntó sorprendido - es mi novio- interrumpió Vanesa - es mi ex novia señor- dije corrigiendo a Vanesa
- acompáñame afuera por favor hijo- dijo saliendo de la habitación, entonces dirigí una mirada a Vanesa
- tu y yo hablaremos luego- dije molesto y salí -¿Cómo está Aide?- soltó rápidamente - ella está con Giselle- dije apenado -¿ella sabe de esto?- preguntó serio - no señor- respondí, sabía que estába mal, pero oírlo desde mi boca sonaba peor
- me han dicho que te la pasa metido aquí, que te quedas incluso- dijo haciendo que sintiera un escalofrío
-¿y mi hija? Dijiste que cuidarias de ella, nos lo prometiste-
- yo quiero mucho a su hija...-
- escucha se que ustedes no tienen una relación seria debido a las condiciones en que están, pero al menos tu hijo merece un poco de respeto- interrumpió - Aide regresará mañana a nuestra casa, y no lo mal entiendas, no te quitaré el derecho de ver a tu hijo, pero si le evitaré dolores a mi hija antes de que sea tarde-
-señor por favor...- trate de detenerlo, pero él se fue, me sentía realmente mal ni siquiera sabía que haría, entre a la habitación por mis cosas, sin escuchar a Vanesa -¡David!- grito en el pasillo -¡no me dejes por favor!¡perdóname!- dijo abrazándome por la espalda para detenerme, entonces me solté de su agarre y voltee para mirarla -¿Tienes idea de lo que ha pasado por tu culpa?- dije sintiendo las lágrimas bajar por mis mejillas
-¡Haz caído muy bajo Vanesa!- dije alzando la voz - no quiero volver a verte en mi vida- mencioné antes de dar la vuelta, pero está me detuvo y me besó, la avente rápidamente haciéndo que cayera al suelo -alejate, me das asco- dije saliendo del hospital, corriendo al auto para ir a casa de Giselle.

"Nuestro Pequeño Enredo" (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora