~XXXV~

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Entre y juro que la escena con la que me encontré fue una de las más bellas que podría haber visto en mi vida, ella giro a verme con uno de nuestros bebés en brazos y me sonrió - hola- me acerqué rápidamente y besé toda su cara hasta parar en sus labios dejando un corto beso -gracias a dios están bien- volví a verle y me acerqué mi bebé - es nuestro príncipe- menciono cuando bese su cabeza, luego me acerque a la cuna que se encontraba a un costado - nuestra princesa- sonreí y la tome en brazos con mucho cuidado, podía apostar a qué de no ser por las cobijitas sería mucho mas ligera, ambos se veían preciosos, tenían su boquita entreabierta y las mejillas rosadas al igual que sus manitas, el bebé se encontraba dormido en el regazo de la dueña de toda mi felicidad  mientras que ella  parecía más que despierta - ¿sabemos los nombres ya?- pregunté acercándome a acariciar su mejilla - Marjorie y-
- Asher- le miré enternecido por la manera en que formaba un pequeño puchero con su labios parecido a los de su madre - me parece perfecto- me acerque a ella y volví a dejar un beso pero está vez más duradero. Un toque en la puerta nos interrumpió y ambos giramos a ver -con permiso- nuestras madres entraron corriendo e inmediatamente nos arrebataron a mis hijos - dios, son tan pequeños- su padre entró después y se dirigió a abrazarme
-¡Felicidades!- dijo apretándome y yo solo correspondí, después se acercó a Aide y beso su frente -mi niña, fuiste muy valiente- se inclinó a abrazarla, después de unos minutos entró Alexis, Aide parecía feliz y nada incomoda con su presencia porque en cuanto entró le pidió que se acercara, estuvimos ahí hasta que llegaron Andreu y Giselle la cual se volví loca cuando vio a Asher y Marjorie, fue una tarde larga pero bastante agradable, la mejor de todas definitivamente.

                                 ***

Había pasado una semana y definitivamente fue una dura semana, David había estado asistiendo a la universidad por las mañanas mientras que yo me quedaba con los bebés, realmente no me daban mucho que hacer ya que casi no lloraban debido a que tenían horarios para comer, dormir y que le cambiase el pañal, el único pequeño detalle era que no podía separarlos por mucho tiempo o entonces sí lloraban, y bastante. Estaba preparando los biberones, pronto Marjorie despertaría y al hacerlo Asher comenzaría a llorar por los que prefería tener todo antes, pronto David llegaría de la universidad y también debía preparar la comida, parece pesado pero en realidad no lo es más bien es, agradable. Tal como lo predije Asher comenzó a llorar y corrí a la habitación con ambos biberones, en realidad no debería andar corriendo por allí y lo más probable es que David me hay regañado por hacerlo pero no me gusta depender tanto de mi madre o la abuela, entre y tome a mi bebé en brazos mientras mi niña jugaba con sus pies, me senté sobre la silla que estaba cerca de alli, comía lento y cerraba sus ojitos aún no podía creer que estaban conmigo ya, eran tan lindos en unos meses volvería a la universidad y tendré que encargar a mi hijos con mamá, de alguna manera eso me molestaba pero no podía dejar los estudios definitivamente no podía
- ya llegué - escuché a David entrar a la habitación - ya vine princesa- se acercó a Marjorie y tomó el otro biberón
- si, hola yo también te extrañe- le miré con reproche - te extrañe amor- se acercó a besar mis labios y luego la frente de Ash - tu mamá, la abuela y mi madre vendrán mañana a ayudarte- dijo mirando con una sonrisa a Marjorie
- será agradable- sonreí al verlos así, note que Ash habia terminado de comer así que retire el biberón y lo coloque contra mi pecho dando pequeñas palmaditas en su espalda, en realidad creí que David no tendría idea de que hacer pero resulta que no era así, si no todo lo contrario otra razón por la que mi pareja era la mejor - Mary terminó también-
- pondré a Ash a dormir y después comemos- puse a mi niño en la cuna e iba a salir pero David me detuvo
- espera, yo voy- puso a Mary en la cuna junto a su hermano quien ya estaba dormido y enseguida cerró sus ojitos,
David yo mi mano y fuimos a la cocina
- tú quédate aquí- me sentí en una silla y se fué, solo reí, siempre fue muy atento y esa era una de sus muchas cualidades. El día paso rápido y ya era tarde cuando nos dimos cuenta, los bebés dormían en su habitación mientras David hacia tarea y yo... Bueno, veía algo en la televisión ya que cierta persona me tenía acostada - ya acabé- se levantó del escritorio y corrió a la cama junto a mí - mi reina- me abrazó pero no como acostumbraba, era más suelto - ¿Que paso?- me gustaba jugar con sus pestañas - estoy cansado, quiero muchos besos- sonreí por lo infantil que se veía cerrando sus ojos y levantando los labios - está bien- besé sus mejillas y el se acercó a mis labios rápidamente - te amo- me besó juguetón
- también te amo- reí tomando su rostro entre mis manos - gracias- besé su nariz
- por todo, por ser tu, por nuestros bebés, por la preciosa familia que me has dado, por quedarte- volví a dejar un beso en su nariz y vi que sus ojos se aguaron - en serio te amo demasiado- sus lágrimas cayeron y escondio su rostro en mi pecho, acaricie su cabello y besé su cabeza, probablemente muchos piensen que ambos echamos a perder nuestras vidas siendo tan jóvenes, pero contrario a eso creo que el destino siempre tiene algo mejor preparado para ti aunque no luzca como la mejor opción, a veces las mejores decisiones no se toman con juicio y los resultados vienen disfrazados, solo digo que tuvimos suerte de terminar juntos porque quién sea que dirige lo que sea que estamos viviendo te aseguró que busca lo mejor, este no es el final aún tenemos mucho por lo que pasar pero sí es juntos, seguro que podremos superarlo y sí en algún futuro todo cambia entonces me concentraré en el presente para tener recuerdos del el mejor pasado, me asegúrare de crear recuerdos memoriales.

* Bueno... Solo queda el epílogo, después de mucho, gracias por esperar y apoyarme con su lectura*☺️😁

"Nuestro Pequeño Enredo" (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora