~XXIX~

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-¡DAME EL MALDITO TELÉFONO!- dijo tratando de acercarse a mí madre pero entonces logré detenerlo por la espalda, recibí un golpe de nuevo el cual me dejó en el suelo -¡ALEJATE DE EL!-  mi madre lanzó el teléfono al suelo entonces trato de detener a mi padre por el brazo pero este trato de librarse por lo que los platos que había encima se cayeron al suelo, me levanté a como pude y me recarge un poco en la pared  -¡ya no soy un niño!
No permitiré que vuelvas a hacernos daño, no ahora que seré padre- dije con cierto cinismo  mientras trataba de burlarme -¿¡Que!?- entonces oí la puerta de la entrada -¿Que está pasando aquí?- note la voz de la abuela por lo que supe de inmediato que Aide estaba ahí, en ese momento mi enojo desapareció y solo quería poner a salvó a mi familia por lo que  corrí hacia ella, deje de sentír dolor lo único que quería era sacar lo más pronto posible a Aide de allí, no podía oír nada estaba aturdido la tome del brazo y la metí al auto poniendo seguros en las puertas cuando iba a dar la vuelta al auto me gire y recibí un golpe de nuevo me encontraba de nuevo en el suelo, veía borroso y solo podía oír a mi princesa gritar, ya no tenía fuerzas para ponerme de pie entonces recibí unas cuantas patadas lo último que ví fue a Paola correr hacia mí...

Desperté al parecer dos semanas después, tenía una pequeña sutura en la mejilla y leves hematomas en mi cuerpo, afortunadamente mis costillas estaban bien -¿¡David!?- oí a mi madre acercarse, trate de sentarme pero al parecer ella me detuvo - no te muevas, llamaré al doctor- y salió corriendo de inmediato ví entrar a dos enfermeras con el doctor, me hicieron un chequeo y llevaron rápidamente a radiografías para ver si había algún problema con mi cabeza ya que había entrado inconsciente DOS SEMANAS -¡AIDE! ¿dónde está?- dije al recordar lo sucedido - ella está en camino- dijo mi madre -¿Están bien?- pregunté a lo que ella asintió con una sonrisa y unas cuantas lágrimas -nos asustaste mucho- dijo abrazándome - ese hombre no volverá a hacernos daño- dijo mi madre alejándose un poco mientras acariciaba mi mejilla -¿Dónde está el?- pregunté - Paola me ayudó a levantar cargos contra el, ahora mismo está en detención- "¿Cómo?" No podía creer lo que salía de su boca -No te iba a decir ahora pero... Hace tiempo que ya no estamos juntos, nos divorciamos- en ese momento estaba desconcertado "¿Cómo que se divorciaron?" Por un lado estaba feliz pero por otro de alguna manera me sentía... Mal - yo... No sé qué decir...- dije llevando una mano a mi boca
- desde que te fuiste, decidí que no permitiría más maltratos me di cuenta de que la razón por la que te habías ido era esa...- las lágrimas amenazaban con salir, pero rápidamente me detuve -te traeré el desayuno- dijo saliendo de la habitación y aproveché para ver mi cuerpo "diablos" si que estaba mal escuché pasos acelerados en el pasillo y enseguida la puerta se abrió dejando ver una bolita, la ví llorar mientras corría a abrazarme, enserio extrañaba este aroma -¡Te extrañe mucho!- pase mi brazo por su espalda, ella temblaba y apenas lograba hablar
- perdóname princesa- susurré cerca de su oído para calmarla un poco
-¿Cómo estás?¿Cómo está la abuela?¿Mis bebés, como están?- dije sin separarme de ella - están bien, todos están bien, hace poco visite a la abuela ella está bien- dijo separándonos un poco para agarrar mi cara y empezar a besarme, nunca la había visto así, debió estar asustada
-Te amo, no vuelvas a dejarme de nuevo- esas palabras me trajeron de vuelta, entonces la acerque para dejar un beso en sus labios - también Te amo- envolví mis brazos en su cintura mientras sentía los de ella rodear mi cuello, dejando besos en mi cabeza y fue cuando note que mis bebés habían crecido pues ya no me dejaban apretarla, luego de unos minutos llegó el doctor.

                                 ***

Estábamos en casa de los padres de Aide ya que habían planeado hacer una comida, nos encontrábamos sentados en las sillas cerca de la mesa, la plática era animada y alegre Aide sonreía demasiado incluso temí por qué le fuera a doler después, como sea, se escuchó el timbre y pensé que serían mi madre y la abuela, Giselle había corrido a abrir, tardó solo unos minutos cuando regresó y se acercó a Aide para susurrarle algo - ahora venimos- dijo Giselle ayudándole a Aide a ponerse de pie, pero entonces entró un chico un poco alto, de tez canela y ojos casi verdes me sorprendí cuando ví que traía rosas en sus manos y se acercó a... ¡Aide! -¡Hola!- corrió a abrazarla - h-hola, "ah" yo, ¿que haces?- dijo separandose del abrazo y volteo a verme, no se en que momento fue que me puse de pie, ví que se acercó tomándola de la mano, "pero quien demonios se cree este tipo", Giselle se había acercado a tomar el ramo y me miró expectante
- mucho gusto, Carlos- dijo extendiendo la mano desocupada mientras claramente ella trataba de soltarse de su agarre, ni siquiera lo saludé y me dirigí a sacar a MI mujer de el imbécil ese - no la toques- dije mientras separaba su mano -¿ok?- miró a Aide la cual parecía confundida -¡oh! Tú debes ser David- puso sus manos cerca de su cara y sin aviso tomo mi mano y la sacudió en forma de saludo - así que eres el ganador de esta hermosura- solté su mano rápidamente -no veo en que se parece a un premio- dije serio, este tipo no me daba buena espina -"hah" bueno... Siento interrumpir de esta manera...- de nuevo volvió a Aide
-solo quería pasar a saludarte - claramente la sonrisa que tenía era el coqueteo mas chafa que e visto, pero igual cuando voltee a ver a Aide estaba completamente roja -¿Carlos?- dijo la madre de Aide acercándose
- señora, ¿Cómo ha estado?- dijo acercándose a ella para abrazarla
- tanto tiempo sin verte- dijo ella mientras tomaba sus manos, entonces se acercó su esposo -¡Señor!- dijo este acercándose al otro - Carlos- creo que el era el único de acuerdo conmigo al igual que Giselle, los tres permaneciamos serios casi molestos en cambio Aide solo sonreía "forzadamente" y Andreu se mantenía confundido pero sonriente como siempre - bueno pues, vamos a comer-
Dijo la señora mientras se dirigía a la mesa para llevar los platos - le ayudo- dijo el metiche descarado y se fue tras la señora -li iyidi-  dije en tono de burla ganandome un puño en el brazo
-oye, no es tan malo- dijo Aide tomando el cuello de mi camisa para que me inclinara un poco hacia ella y se acercó a mí oído -comportate- dejo un pequeño beso en mis labios antes de alejarse a acomodar la mesa
- ese tipo es un cretino- dijo Giselle acercándose desde atrás - ayer lo encontramos en la cafetería, maldito idiota ¿acaso tiene mal la vista?-
-hey- dijo Andreu tapando su boca
- sin malas palabras- Giselle quito su mano, y se cruzó de brazos -¿Quien carajos es el?- dije aún molesto si quitarle la mirada de encima  mientras esté trataba de acercarse a Aide, gracias a Dios estaba su padre el cual no se alejaba de ella y la ayudaba a poner la mesa - solo sé que mi prima lo conoció en la secundaria, el siempre quiso andar con ella pero nunca lo acepto debido a que el era un maldito Playboy, un día se mudó y ni siquiera sé despidió de Aide para ese tiempo a ella ya le gustaba pero tenía miedo- terminó de contarnos mientras los tres mirábamos a Aide, la cual parecía feliz -es un imbécil- dije sin apartar la mirada cuando ví que el señor entraba a la casa, entonces corrí a ella y la abracé por detrás -ve a sentarte, yo le ayudare a tu mamá- dije besando su mejilla y le acerque una silla - vaya, papá sobreprotector "eh"- "¿acaso se burla de mi?"
-mir...- fui interrumpido antes de hablar - en realidad no me importa, me gusta que sea atento- debo admitir que eso enserio me sorprendió - ya veo- dijo el metiche sonriendo, claramente aquello le había dolido. Estábamos comiendo mi madre y la abuela no habían tardado en llegar, Giselle y yo permaneciamos a los lados de Aide todos platicábamos tranquilamente hasta se hizo tarde.

"Nuestro Pequeño Enredo" (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora