Capítulo 1♠

206 31 8
                                    

Nastya.

El sonido de la alarma me saca de quicio. ¿Porqué despertar es tan difícil? Levanto mi mano con pereza para hacer callar el desagradable ruido que proviene de ella, quitando la almohada que se encuentra encima de mi cabeza, observando el reloj que esta colgado en la pared de mi habitación que marca las cinco y treinta horas de la mañana.

Me encantaría dormir media hora más pero luego me arrepiento por no estar a tiempo y llegar tarde al instituto.
Este día será diferente, hoy se sabrán las calificaciones del primer semestre, así que no creo que habrá tantas clases que tenga que asistir ya que los profesores estarán ocupados hablando con padres y verificando documentos de los estudiantes.

Me levanto con mucho esfuerzo, me coloco mis pantuflas en forma de pandas, recuerdo que mi hermano me lo había regalado junto a unas barras de chocolate blanco en mi cumpleaños número diecisiete y que se quedó todo el día acompañándome porque no pude festejarlo ni mucho menos salir por el resfrío que me gane un día antes por estar hasta tarde metida en la piscina. Un lindo recuerdo.

Ya en el baño, me dispongo a darme una ducha caliente que me quite el sueño que  llevo encima, claro que estaría así me quede toda la noche hablando con mi mejor amiga Kaira Hilden.
Por más que nos veamos todos los días, siempre tenemos cosas que contarnos por las noches. Kaira es como mi hermana, somos muy unidas y más porque nuestras madres también son amigas.

Con la toalla envuelta por mi cuerpo salgo del baño, me dirijo pensativa hacia el armario viendo que vestuario llevaré hoy, el clima esta fresco así que me decido por unos jeans color negro rasgados en las rodillas, con una blusita color vino y una chaqueta negra y por ultimo completo mi outfit con unos tacones del mismo color de mi blusita.

Peino mi cabello lacio, fijándome en mis puntas dañadas, tal vez le diga a Kaira que me acompañe a la peluquería luego del instituto, me maquillo con un poco de polvo ocultando así las pecas que tengo en mis mejillas y nariz, jamás me gustarán, rímel para levantar más mis pestañas negras y labial de un color rosadito claro, siempre demostrando lo más natural posible. Si no tuviera pecas sería más fácil...

Le hecho un último vistazo a mi figura en el espejo, asegurando que todo este en su lugar. Recojo mi bolso con lo necesario, desconecto mi celular que deje cargando cuando termine de hablar todo con mi mejor amiga, lo prendo, marca las seis y treinta y seis horas, tengo suficiente tiempo en bajar y desayunar. 

Salgo de mi habitación y me dirijo al comedor donde mis padres ya se encuentran desayunando, mamá viste un hermoso vestido azul que moldea su figura delgada, lleva su cabello negro suelto que llega hasta su cintura, no puede verme porque me está dando la espalda, mientras papá ya se dio cuenta de mi presencia, no me sorprende verlo en traje y con la corbata floja, detesta usarla.

Le doy un beso en la mejilla a mamá sobresaltándola, estaba muy sumergida en sus pensamientos, pero se recupera con rapidez, cuando me va a regañar le doy una abrazo cortando por completo lo que iba a decir, me divierte mucho hacerle eso, me separo de ella y me fijo en su rostro, a diferencia de mí a ella le gustan sus pecas, que no tiene problema en dejarlas visibles.

—Buenos días, mami —le saludo y me da un beso en la mejilla.

—Buenos días, papi —y camino hasta él para darle un efusivo abrazo.

—Buenos días, mi niña. ¿Cómo amaneciste? —pregunta cuando me separo de él.

—Muy bien. ¿Y ustedes? —pregunto, tomando asiento al lado derecho de mi padre donde mi desayuno ya está servido.

—Me alegro, nosotros estamos igual Nastya —responde mi madre con una sonrisa radiante en el rostro. Tan ella.

—Nastya hoy te llevare al colegio y de paso hablaré con el director sobre tus calificaciones. Luego ya me sera difícil porque tengo una reunión en la empresa con un solo socios muy importantes —me informa mi padre, él es un empresario reconocido en gran parte de Norte América y Europa. Se encarga en la producción de cremas para arrugas de la piel y varios productos más de cosméticos.

Asiento y llego el pan tostado a la boca dando un mordisco.

***

El Mercedes Benz negro de mi padre se estaciona en la acera del instituto e ingresamos a la oficina del director, por lo que tengo entendido el Director Erik Samaniego conoció a padre en la universidad, no estudiaron la misma carrera, pero se cruzaban en los pasillos y tienen amigos en común.

—Buenos días Samaniego —saluda mi padre amistosamente.

—¿Qué tal, Layron? —le devuelve el saludo el director con un apretón de manos.

Ojala mi padre se dirija al grano con respecto a mis calificaciones porque empezarán a charlar por cosas que no es para nada interesantes al menos para mí y yo solo quiero saber sobre mis calificaciones.
Y como si mi padre leyera mi mente le pregunta al director por ello. El Director Samaniego me mira con una sonrisa gentil y eso es buena señal, ¿no?

Nastya es una buena estudiante, no de las mejores, pero se destaca mucho. Y respecto a sus calificaciones no tienen notas bajas, puede estar tranquilo Señor Layron, tiene una hija capacitada y si continúa así, culminará bien su último año.

—Me alegra escuchar eso de mi hija, gracias Samaniego. Nos vemos pronto —se despide mi padre. Él asiente y nosotros salimos de su despacho.

—Continúa así, pequeña —toca la punta de mi nariz.

—Gracias papá, nos vemos en la noche —le doy un beso en la mejilla.

—Nos vemos, cuídate —se despide y se aleja.

Empiezo a caminar por el pasillo del instituto, mis tacones hacen ruido mientras avanzo, me dirijo a mi primera clase del día. Encuentro a Kaira y avanzamos juntas.
En una semana empiezan las vacaciones de verano, y es un alivio. Necesito un respiro.

Twitter: solfox02
Instagram: solfox02

Corazón HeridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora