Is It The 'End'? |MJ fanfic|

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Birmingham, Alabama, 25 de Marzo 1972

Mamá decía que la zona por donde vivíamos estaba muy peligrosa.

No tenía permitido salir ni a la tienda por algunas cosas, mamá hace días que no salía a trabajar y eso le preocupaba porque el dinero es escaso y hay muchas bocas por alimentar.

Mamá estaba preocupada, no podíamos ni tener una vida tranquila como todos. En esta zona hay varios problemas con el crimen organizado y la trata de blancas, venden drogas en más de 8 casas alrededor nuestro, muchas veces mi madre pensó en unirseles pero el miedo y la angustia de sus hijos la hizo razonar mejor las cosas.

Veo por la ventana desde hacía dos semanas, veo luces de patrullas que pasan rápido hacia una zona que desconozco, veo gente gritando, escucho balazos todas las noches y a pesar de eso, me gustaría salir para vivir mi vida como la de otras chicas de mi edad.

-Mamá, ¿por qué no podemos vivir como las demás personas?

Mamá empuño sus ojos con desgano y me regaló una sonrisa hermosa, mis hermanos estaba en su pequeña "habitación" jugando.

-Ojalá les pudiera dar el estilo de vida que se merecen, pero no hay la economía suficiente para sacarlos de este chiquero.-

Se quita sus lentes con fastidio.

Habían cosas que uno trataba de corregir, pero seguían igual, como la situación que tenemos en casa.

La razón por la que deseaba vivir de otra manera y hacía sentir de esa manera a mamá era porque quería ver como era una relación de "amor" con Erik.

Aunque pensando bien las cosas, no iba a funcionar, una chica de clase baja con un chico de clase alta, obviamente que eso solo funciona en novelas de amor y absolutamente, esto no es una historia de amor.

A menos que se trate de Romeo y Julieta.

Erik era una persona testaruda que si quería algo, lo hacía de la manera que fuera.

Y me daba miedo que no aceptara lo que quería y sería mejor para mí, ya vivía un infierno con mi familia como para vivir otro.

Cubriendo a mi hermana entre mis brazos veo que está entretenida con las luces que vienen desde a fuera, donde todo era horrible y parecía siempre una zona de guerra, no podía negarlo, quería tener una mejor vida, tan parecida como la de mis amigas pero la realidad era que, no se puede tener todo en la vida, o tienes salud o dinero.

-Desearía que pudieras ir más a lugares como los que frecuentan tus amigos pero ni siquiera tenemos para hacer las tres comidas al día, realmente desearía encontrar un mejor trabajo y otro lugar donde se sienta bien vivir y se pueda dormir como se debe.- Acarició mi rostro de forma carillosa.- No quiero que te pase algo malo, allá fuera es peor, te pueden prostituir o matar, incluso, llevarte a otro lugar, ¿y yo qué haría sin una de mis hijas?, ¿te imaginas?

No me daba ni tiempo de responder con tantas preguntas al mismo tiempo.

P

asaron unos cuantos minutos, había perdido la consciencia en el sillón incómodo de mi casa.

-Vamos, vamos chicas, conozco un lugar que será de maravilla para ustedes, ¡se la pasarse increíble!- Con los ojos empuñados veía como tomaba a tres somnolientos niños en sus brazos.

-Mamá, ¿pero a donde vamos?, son las diez de la noche, la calle es horrenda a estas horas.

-Vamos, la calle es horrenda a cualquier hora.- Se burló y tomó sus cosas, estiró sus brazos y acomodó su ropa.

Caminamos y caminamos entre las penumbras, escuchando como se oían gritos, música entre las paredes, miraba con temor sombra que aparecía de repente.

Llegamos a un lugar que parecía hotel, más que nada, miré a mi madre queriéndole decir que era una pésima idea, pero fue demasiado tarde.

Un hombre nos hizo pasar con amabilidad.