Venecia, Italia, 20 de Abril, 1983.
Llegué a una discoteca, pare de golpe estacionandome junto a los otros autos, me di una mirada en el espejo retrovisor y me vi; mis ojos estaban rojos, había estado llorando, la manera en la que me trataba Michael no me gustaba, odiaba cuando trataba de humillarme y hacerme sentir una 'prostituta', pero yo permitía eso y él lo aprovechaba a lo máximo, no pretendía ser mala con él, había hecho tantas cosas buenas y maravillosas por mí que de alguna manera, se las tenía que pagar, al principio sólo seguí el juego, quería sentirme mejor conmigo misma y lo único que busqué fue enredarme con un tipo que era muy peligroso para mí y me gustaba. Seguí observando detalladamente mi rostro, sonreí a pesar de no sentirme bien y baje del porche dando un fuerte portazo.
-Hola Mark.- Saludé amable al guardia.- ¿Ha habido algo nuevo?
Pregunté como si de verdad me interesara, sólo quería hablar con alguien.
-No, nada señorita, lo normal.- Río.- Muchos adolescentes tratando de entrar.
-Me sorprende que a esa edad, estén interesados en esto.- Suspire la larga fila.- Pudiendo hacer algo productivo.
Veía a los chicos deseosos por entrar y recordé mi tortuoso pasado...
Recorría la acera con cuidado, era de noche y estaba lloviendo, iba directo a casa hace unos cuantos minutos había salido de la universidad, yo solo veía como salían con sus autos de la época o iban en sus bicicletas y yo... Yo ni siquiera me podía comprar algo así, todo mi dinero se lo daba a mamá para que todos pudiéramos comer.
Pasé por la misma calle que me torturaba y hacía temblar de miedo, pero me detuve, pude ver como las luces parpadeaban y sobrepasaban las ventanas de ese lugar, la música resonaba fuerte y varios chicos salían borrachos y felices. Muchas veces quise salir de fiesta con mis amigos pero mamá siempre me decía que 'no, qué eso no hacían las señoritas y debía de estar lo antes posible en casa', ¡puras patrañas!, eso era lo que era.
-Anheka, querida.- Me movió un poco y reaccioné, le sonreí y le pedí disculpas.
-Sí, ¿qué sucede? - Dije en tono feliz.
-Es tu turno, cariño, ¡diviértete!-Tomé la puerta con recelo.- ¡Anheka!
Giré sobre mis talones y lo observé detrás de mis gafas negras.
-Saludame a Maike.- Claro qué no lo haría, ni siquiera le hablaba, por ahora.
Había muchos cuerpos bailando y chicas casi siendo devoradas por hombres mayores que ellas, la mayoría de las mesas estaban ocupadas y el bar estaba lleno de chicos ya borrachos, apestaba a alcohol y a cigarros.
-Un martini doble, por favor.- Le dije mientras me recargaba en la barra del bar.
El tipo parecía no haberme escuchado, seguía limpiando campantemente la barra.
-Eh, ¿a caso estás sordo?- Le dije casi frente a su rostro.- ¡Quiero un martini doble!
Golpeé la barra con fuerza, atrayendo la mirada de los de alrededor, vaya, parecía una alcohólica.
-Lo siento, no puedo darte alcohol.- Iba a mandar todo al infierno cuando de pronto dijo eso, ¿escuché bien?, ¿cómo qué...'no puede'?
-¿No puedes?- Este tipo sí era divertido.
-No señorita, tengo órdenes, si me disculpa.- Ya sabía por donde iba, alguien al parecer le gustaba tener control sobre mí.
-No te vas hasta que me expliques todo eso.- Me acomodé y le di permiso para que siguiera.
ESTÁS LEYENDO
Is It The 'End'? |MJ fanfic|
FanficCuando quieres a alguien, haces todo por él ó al menos lo intentas. Ésto no es así, él es testarudo hasta lo más recóndito de su ser, ella es linda, la mujer más linda qué puedas conocer. Pero cómo toda relación, hay altibajos pero... ¿Qué pasa si...