Is It The 'End'? |MJ fanfic|

11.

Venecia, Italia, 15 de Abril, 1983.
Son las diez con cuarenta de la noche, he pasado la mayor parte del día aquí, y no es qué me moleste, sin embargo Michael estaría conmigo, ¿por qué me dejaría sola con gente que no conocía?

Bastardo

Con una sonrisa de lado, disfrutaba mi bebida mientras el humo del cigarrillo que Jules exhalaba rodeaba todo mi ser, ahora todo estaba sumamente tranquilo, una parte de mi estaba temerosa, mis manos sudaban y me molestaba las miradas recelosas de algunos que aún se encontraban ahí, quería, anhelaba, necesitaba a Michael.

Aunque estos tipos inspiraran confianza, no quería tener nada que ver con ninguno de ellos, claro, sólo si se trataba de "negocios".

-"Estás algo nerviosa... ¿Sucede algo?"-A mi me suelen suceder muchas cosas, mi vida se basaba en eso desde hace años, muchas tragedias.

Pero claro, ahora no estaba en uno de esos líos, bueno, aún no me han puesto la pistola en la sien.

-"Me siento algo rara, pero nada fuera de lo normal."- Una sonrisa incómoda adornó mi rostro y un mechón cayó sobre mi frente.

-"¿Somos nosotros... A caso?"- Apagó su cigarrillo con la suela de sus zapatos, seguía cada uno de sus pasos, estaba aburrida a más no poder.

-No... No, es qué vine con alguno de los amigos de Michaelangelo, pero, ahora no veo a ninguno y sólo quiero tomar una buena ducha con agua caliente y dormir... Dormir mucho."-Terminé con mi bebida y con desdén dejé la copa sobre la mesa de centro. No entendía cómo algunos tenían tanta energía para durar tanto bailando, tomando y yendo de fiesta en fiesta.

Me sentía como una abuela.

-"Si gustas, te puedo llevar."- Se levantó sacando unas llaves de su bolsillo trasero.

-"No, no, puedo esperar a Michael."-
Susurre adormecida.

Habían pasado aproximadamente dos horas desde que Michael apareció en la entrada, acomodándose el cinturón, ni me quería imaginar que hicieron, me dolería muchísimo, de verdad, le tenía un cariño que no se podía interpretar como  meramente amigos.

-"Hola dulzura".- Iba a besar mi mejilla pero giré la cabeza, nuestros ojos conectaron y pude ver una pizca de decepción.

-"Hola".- No quería ser así con él, me duele y le duele, lo sé, mi corazón se rompe cada que el llega así, sé que la adora y que tal vez nunca la deje y eso también rompe mis esperanzas.