El martes fluyó sin ningún problema para Violet y así empezó también el miércoles, a pesar de ser su segundo día de castigo.
Violet, vestida completamente de negro, en tributo a Coven, se dirigió a su taquilla como cada mañana, depositando ahí su mochila y cogiendo únicamente lo necesario para esa primera clase.
Las horas se fueron sucediendo tranquila y sin ningún encontronazo entre ella y Caroline, pero Violet tampoco tuvo noticia alguna de Julia, lo que le extrañó.
Ella siempre avisaba si no iba a asistir a clase o a algún lado.
Violet decidió no darle demasiada importancia y seguir su camino hacia su clase de Matemáticas.
Tras ésta, llegó el descanso, y después otras tres aburridas horas más en las que Violet apenas prestó atención.
Al fin la hora del almuerzo llegó y ella veía cada vez más próxima la hora de su liberación.
A fin de conseguir mantener la mañana tan tranquila como llevaba siendo, volvió a repetir su comida fuera, en las gradas, y una vez acabó, sacó una cajetilla de Marlboro de su bolso, el cual había recogido de su taquilla antes de salir al exterior.
Colocándose el cigarrillo entre los labios, acercó el mechero a éste y lo prendió, aspirando el humo y reteniéndolo en sus pulmones.
Apenas un minuto después, Violet había consumido por completo el cigarrillo y se dirigió de nuevo al interior del instituto tras haber tirado la colilla de éste, y también los restos de su comida.
Caminó por el largo pasillo hasta llegar a la última aula del primer piso, y giró hacia su entrada.
Al entrar en la pequeña aula Violet encontró a Alek, que, para su sorpresa, recogió las pocas cosas que tenía fuera de su mochila depositándolas de nuevo en su interior, y dejando el pupitre sobre el que estaba sentado, de nuevo vacío; y, una vez cerrada ésta, se la colocó sobre el hombro, como si estuviera dispuesto a marchar.
Violet extrañada, fue incapaz de controlar la mueca de sorpresa que ocupó su cara, produciendo la risa de Alek.
Al comprobar que ella seguía aturdida, y que no parecía comprender nada, él habló:
-El conserje ya se ha ido.
-Y, entonces, ¿qué haces aún aquí?
-Esperarte. —contestó él con una sonrisa— Sino, ¿cómo ibas a saber que no está?Violet contestó soltando una sonrisa tímida aunque la situación aún la descolocaba.
Tras bajar la mirada y volverla a subir, centrándola en Alek, se colocó bien la mochila a su espalda y se apartó hacia su derecha, dejándole así salir del aula.Alek se fue sin añadir una palabra más y Violet se dirigió a su taquilla, de donde sacó algunos libros que había olvidado recoger antes del almuerzo y reemplazando su espacio por otros que estaban guardados en su mochila.
Al salir al exterior, atravesando el pasillo, se encontró con Alek, parado sobre una Harley negra metalizada y sosteniendo un casco en la mano, además del que tenía colocado sobre el manillar del vehículo.
Violet paró en seco, sorprendida, y sin quitar la mirada de la escena,
Al darse cuenta de la presencia de ella, Alek rompió el silencio:
-¿No vas a coger tu casco? —preguntó con una sonrisa pícara. Una de las suyas. —
-¿Qué? —preguntó ella incrédula y confusa al mismo tiempo—
-Vamos a da una vuelta.
-¿Y qué pasa con Caroline? —preguntó ella al acordarse de la odiosa de su novia—
-Nadie nos echará de menos en un tiempo. —dijo él mirándole a los ojos, fijamente. — ¡Venga! —añadió lanzando rápidamente el casco al aire, haciendo que Violet no tuviera más opción que cogerlo o dejar que su superficie golpease contra el suelo— ¿A qué esperas? —añadió con una sonrisa escapando entre sus labios—
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Causa perdida
Dla nastolatkówPara Violet mudarse constantemente no era nada fácil, en cada nuevo instituto siempre era el centro de las miradas, la "mascota", el blanco de todas las bromas y chismes; aquel bicho raro del que se inventaban el pasado, los motivos de sus idas y ve...