{MULTIMEDIA: Jackson Berman}
Tras aquella conversación con Jackson, ambos volvieron a dormirse.
Bien entrada la tarde un estruendo les despertó.
Violet abrió sus ojos rápidamente y Jackson hizo lo mismo.
Intercambiaron una mirada de confusión y se dirigieron hacia donde creían que se había producido aquel ruido.
Al parecer no habían sido los únicos despertados por el chillido, ya que en el pasillo estaban también Dylan y Jenna, con cara de pocos amigos.
(Al mismo tiempo, en el piso de arriba.)
-Julia, tranquila. Es Nate. Soy Nate.—dijo él intentando calmarla antes de que le lanzase otra almohada—
-¿Qué coño estabas haciendo?—dijo ella enfadada—
-Vine a por mi ropa.—contestó él señalando con un gesto el armario que Julia tenía a su derecha— No me esperaba que estuviese tan oscuro.—añadió él frotándose la parte de la cara con la que había golpeado la pared.—
-¿Es eso de ahora?—preguntó ella preocupada al percatarse del moratón que adornaba parte de su mejilla derecha—
Nate se miró en el espejo sin saber a qué se refería y se dio cuenta aquel oscura mancha que tenía.
-Creo que no.—contestó él frotándose la mejilla—
-Mierda.—dijo Julia saliendo de la cama preocupada— Oh, mierda.—añadiendo acercándose a él—
Apenas le llegaba a la altura de los hombros y tuvo que ponerse de puntillas para alcanzar el rostro de él.
Con cuidado giró la cara de él de manera que pudiese ver mejor el moratón.
Después acercó cuidadosamente su mano a la zona golpeada comprobando que apenas era el tamaño de su mano y que podría provenir perfectamente del talón de su bota.
-¿Yo te hice eso?—preguntó extrañada—
Pero no obtuvo respuesta alguna.
Nate se había puesto tenso en el momento que ella se había acercado y no había osado mover ningún músculo.
Su vista estaba clavada en esos enormes ojos castaño verdosos que le inspeccionaban preocupada.
-¿Nate?—volvió a preguntar ella—
-Eh, supongo.—dijo él volviendo en sí. Esto hizo que Julia se entristeciese mientras se alejaba de Nate.— Juls, para.—dijo cogiéndola del brazo— Solo fue un accidente. Tranquila.—añadió él con una sonrisa.—
Ella se dio la vuelta y le dio un abrazo, lo que confundió a Nate e hizo que de tensase aun más.
-Lo siento.—susurró ella en su oído.
Después le soltó y fue a por sus cosas, dejando a Nate paralizado en medio de la habitación.
En ese momento Jenna, Dylan, Jackson y Violet entraron en la habitación extrañados y preocupados por el grito, confundiendo a Nate.
-¿Qué ha pasado?—preguntó extrañado Jackson—
-¿Por qué lo dices?—contestó Nate—
-El grito. Venía de aquí.—dijo Jenna mirando a Julia—
-Ah, culpa mía. Nate entró sin encender la luz y chocó con la pared. Me asusté.
Violet dirigió una mirada rápidamente hacia Nate y vio el moratón de su mejilla.
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Causa perdida
Genç KurguPara Violet mudarse constantemente no era nada fácil, en cada nuevo instituto siempre era el centro de las miradas, la "mascota", el blanco de todas las bromas y chismes; aquel bicho raro del que se inventaban el pasado, los motivos de sus idas y ve...