Roces

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Todo inició con un pequeño roce de manos.
Luego se volvieron de hombros.
Avanzando nos volvimos adictos a rozarnos, pero no ha tocarnos...

¿Acaso no ves que juegas con fuego?

Entre roce y roce empezamos con los toques,
Primero sutiles y casi sin intención.
Luego algo bruscos y marcando interés...
Ahora son de deseo e intencionales...

Cada vez que se ven, tratan de rozarse
¡Es como el mismo paraíso!
Con cada roce fuimos derribando un muro,
Las paredes fueros cediendo lentamente hasta quedar en escombros.

Te dije que no era bueno provocar

Ahora debemos deterner los roces, ya no es suficiente, al menos para mi... Necesito toques, necesito algo más que unos segundos en el paraíso...

Te necesito a ti.

AtaraxiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora