A veces miraba tu sonrisa...
Enserio la detestaba
Falsa. Sin gracia. Mostrabas tu dentadura con alegría fingida todos los días.
Eras una hipócrita
Intenté hacerte ver la realidad; Deseé que observaras tu naturaleza falsa y poco amistosa.
Pero volviste a sonreír.
Sonreíste. Esta vez no era una sonrisa falsa... No mostrabas alegría.
Era dolor.
Entonces comprendí.
Llorabas por dentro, escondiendo esa capa de tristeza en un manto con forma de sonrisa, así nadie podría darse cuenta de tu actuación. Casi me engañas, casi engañas a todos.
Te derrumbaste, y fué lo peor de todo.
Porque comprendí tu sonrisa hipócrita, tu mirada apagada y esos ojos pequeños pero pidiendo auxilio.
Quiero verte sonreír otra vez.
Quiero que sonrías con amargura. Que sonrías con dolor.
Solo sonríe, por favor.
Sonríe para mi. Y solo por mi.
Ahora no sonríes todos los días. Ya no muestras tus dientes en todo momento al reír.
Ya no eres tan irritante como yo pensaba.
