♫ Capítulo 12 ♫

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Capítulo 12

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Capítulo 12

Maxon

Contaba los minutos para volverla a tener cerca de mí. Se suponía que su avión ya debía de haber aterrizado en el aeropuerto de Angeles lo que significaba que en menos de cuarenta y cinco minutos ella debería estar entrando al palacio. Si le sumaba los seis minutos que tomaba llegar en auto desde el portón de las afueras del palacio hacia la pileta de la entrada, en menos de una hora podría verla entrar a mi hogar.

Suspiré

¿Cuánto habría cambiado? ¿Me seguiría odiando como la última vez que nos vimos?

Cerré los ojos.

Recordar sus palabras, su mirada de odio y rencor, sus acciones y demás me habían atormentado el alma durante estos últimos meses. La impotencia de no poder hacer nada para tenerla junto a mí, me había abrumado hasta más no poder.

Cuando America se marchó del palacio furiosa conmigo, pensé que todo era un sueño, una mala broma de mi padre, pero, al despertar, descubrí que la había perdido en serio.

Los siguientes días, intenté convencer a mi padre que deshiciera ese contrato. Le rogué que la dejara volver, pero él solo se rio en mi cara y dijo "Ella misma me lo pidió. Yo no la obligué a nada. Al parecer, esa muchacha no sentía nada por ti. Pobre Maxon."

Respiré hondo y abrí los ojos.

No me sentía muy orgulloso de mis acciones. Enredarme con Celeste, al principio, se vio como una buena idea en mi mente. Ella sería discreta y complacería mis deseos. Nos usaríamos mutuamente. Ambos sabíamos a lo qué íbamos.

Necesitaba desconectar un momento de tantas obligaciones sobre mis hombros y por eso pensé que disfrutar de Celeste sería un respiro. Sin embargo, fui egoísta.

Cuando vi el asombro y dolor en los ojos azules de America supe que estaba en un error. No me importó en lo más mínimo dejar de lado a Celeste e ir tras America.

Corrí por el pasillo sin que me importara, en lo más mínimo, la mirada inquisidora de los sirvientes. Subí las escaleras que dirigían a la planta superior con suma prisa. Trastabillé, pero seguí adelante. No me detuve a tocar la puerta de America, simplemente, entre a la fuerza. La encontré cerca de su balcón. El rastro de tristeza se había expandido por todo su rostro y había sido mi culpa.

Desesperado, traté de arreglarlo, pero no lo logré. America no me lo permitió. Ella era diferente. No estaba en la selección por amor a la corona o a mí, para mi pesar, sino para dejar atrás a un viejo amor. Sin embargo, me había dado la oportunidad de conquistarla y tenerla. Supe, cuando la vi bajo las sombras, que la había perdido todo. La había perdido a ella. Todos mis planes y una vida juntos jamás verían la luz.

Ella me empujó intentado sacarme de su habitación y de su vida. Yo terminé por alterarme.me alteré. No quería perderla. Aún tenía esperanza. Forcejeamos. Hasta que ella, con su voz helada, me lo dejó muy en claro.

Revenge ( America Singer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora