♫ Capítulo 17 ♫

489 31 33
                                    


Capítulo 17

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 17

America

Introduje el último grupo de ropa en mi maleta y la cerré. Revisé dos veces de que nada se me estuviera olvidando. Probablemente, esta sería la última vez que estaría en esta habitación.

En este lugar había creado muchos recuerdos que siempre los atesoraría en mi corazón.

Acomodé mis maletas en un solo sitio y avisé al guardia que esperaba por mi afuera de la habitación. Él, amablemente, se llevó mis maletas al vehículo que me transportaría al aeropuerto.

—Creo que esta es la hora de la despedida—dijo July con tristeza. Abrí los brazos y ella me abrazó—Quería que te quedaras más tiempo—susurró con un matiz de tristeza.

—Yo también—suspiré—pero tengo que irme. Al parecer, aún sigo siendo propiedad del reino de Illea.

—¿Y tú contrato? —preguntó separándose un poco de mí.

—La agencia va a contratar abogados para llegar a un acuerdo. Es eso o esperar a que el príncipe me eliminé voluntariamente—me encogí de hombros.

Ella musitó algo que no llegué a escuchar con claridad.

—¿Qué?

—Nada—negó con una sonrisa—America—dijo sería—prométeme que seguiremos en contacto.

Sonreí

—Te lo prometo. No tengo intención de renunciar a mi sueño—aseveré con determinación.

Nos volvimos abrazar por segunda y última vez. Ella me acompaño hasta el vehículo negro apostado en el estacionamiento.

El guardia que me abrió la puerta se me quedo viendo. Fruncí el ceño.

—¿Ocurre algo oficial? —Él se sonrojó ante mi pregunta.

—Señorita, perdóneme mi indiscreción, pero ¿Irá vestida de ese modo al aeropuerto?

Di un repaso rápido a la ropa que llevaba puesta. No vi nada de malo en mi chompa tipo vestido que me llegaba hasta la rodilla ni en mis botas negras.

—Sí, oficial. ¿Es que acaso no puedo?

—Olvidé mi comentario, señorita—pidió— discúlpeme—asentí e ingresé. Un minuto después, el vehículo se puso en marcha.

Al llegar al aeropuerto, mis seguidores me esperaban para despedirme. Tuve que requerir de la ayuda del personal de aeropuerto para poder dirigirme a la sala de embarque.

—Señorita, debemos darnos prisa. La familia real la está esperando—me avisó un guardia. Asentí no muy convencida de que fuera posible seguir esa orden. La muchedumbre empezó a gritar mi nombre.

Revenge ( America Singer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora