♫ Capítulo 14 ♫

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Capítulo 14

Maxon

Exactamente, un día después de que los concursantes del programa The idol se retiraron del palacio, un misterioso hombre y su esposa habían llegado a nuestro hogar. De eso ya habían pasado dos semanas.

Piero Vicentini era un enviado de la corona italiana con la finalidad de supervisar nuestras gestiones y verificar si éramos aptos para formar parte del círculo de aliados de los italianos.

Aquel hombre desgarbado, de piel lechosa y con rostro infantil no parecía ser un peligro para nuestro país, pero aun así despertaba cierta sospecha en mi ser. No sabía el motivo, pero el punzón de la duda seguía latente en cada instante.

Por otro lado, Katinka Vicentini, la esposa de Piero Vicentini, se había hecho amiga íntima de mi madre. O eso aparentaba ser. Siempre paraba cerca de ella y solía elogiar el buen gusto de mi madre en cada cena u oportunidad que tenía. Ambas solían charlar sobre el cuidado de los niños y demás. Al parecer, la pareja tenía un bebe en camino.

A pesar de que le había hecho presente mis sospechas a mi padre, él se había mostrado incrédulo a mi palabra. En cambio, había decidido excluirme de toda junta relacionada con Piero Vicentini. Aquello me había brindado más tiempo libre para pasar con mis seleccionadas. Algo que hubiera agradecido meses atrás, pero ahora ya todo era monótono. Solo las había mantenido para esperar el regreso de America. Sin embargo, ahora, todos mis planes habían cambiado.

America estaba de novia con ese concursante y parecían estar disfrutando de su relación al máximo. Sin duda alguna, no existía esperanza para mí. Supongo que tendría que terminar casándome con Kriss.

Suspiré cansado.

Ella no era una mala opción. Era bonita, inteligente y divertida, pero no era America. No la amaba y, quizá, nunca lo haría. Una vida sin amor me sabía aburrida.

Decidí que esa tarde vería la repetición del show de America por tercera vez. Lamentablemente, no pude verla en vivo debido a que la llegada de Los Vicentini nos había tomado por sorpresa provocando un cambio en nuestros planes. Pero también, en parte, porque estaba furioso por haberla encontrado besándose con su novio.

Cerré la puerta mi habitación, prendí la televisión y me acomodé sobre mi cama. Aflojé un poco mi corbata y apreté el botón de reproducir.

En una primera toma, salía America bailando con sus compañeros la música principal del programa. A pesar de que America lucía uniforme escolar, se veía sexy. No era la primera ocasión en que demostraba su sensualidad en la pantalla, pero seguía causando el mismo efecto en mí.

Respiré agitado.

Me odiaba por no poder superarla, por no poder olvidarla. ¿Por qué de todas las treinta y cinco seleccionadas me tuve que enamorar de la más inalcanzable?

Revenge ( America Singer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora