011.

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Carlos.

---Si alguien que les da un bebé que llora, ¿qué hacen?--- escuché a lo lejano la voz del Hada Madrina.

Hoy era nuestro primer día en la preparatoria de Auradon, teníamos "bondad correctiva inicial" y el Hada Madrina nos daba algunas situaciones y nosotros teníamos que dar la respuesta de lo que se debería hacer o algo así, estaba tan sumido en mis pensamientos que no estaba prestando nada de atención.

Tenía que llamarme la atención Allison, la chica que es hija de las personas que mi madre quería arruinar sus vidas, ¿en serio?, ¿tan mala suerte tengo? Si pensaba que tenía alguna mínima oportunidad con ella, anoche se había marchado.

---¿Cuál era la segunda?--- escuché a Evie preguntar.

---¿Alguien más lo sabe?--- preguntó el Hada Madrina.

Ninguno de nosotros contestaba, yo ni siquiera sabía de que estaban hablando, y de reojo podía ver como Mal al parecer estaba dibujando algo en su cuaderno.

---¿Mal?--- preguntó la mayor al verla distraída.

---C; le doy un biberón.--- respondió sencillamente la pelimorada.

---Correcto, otra vez.--- contestó la mujer con una amplia sonrisa en su rostro.

---Hoy estás muy inteligente.--- comenté con gracia.

---Solo...pienso en la que suena aburrida.--- respondió nuestra amiga con obviedad.

---Eso tiene mucho sentido.--- escuché a Evie decir.

Por el pasillo que dividía el salón y los bancos donde nos encontrábamos, apareció una chica de cabello demasiado corto y con vestimenta colores celeste, se acerco a paso apresurado al Hada Madrina, mientras al pasar entre nosotros soltó un pequeño grito.

---Hola cariño.--- respondió el Hada Madrina al ver a la chica.

---Hola.--- contestó la pelinegra con timidez.--- Necesito que firmes esto para la coronación...

La chica volteó a vernos con sus ojos ligeramente abiertos del miedo, como si fuéramos a mover de nuestros lugares para hacer algo malvado, por lo que decidí no prestarle mucha atención.

---Seguramente todos recuerdan a mi hija Jane.--- comentó la mayor.

---¡Mamá, no!--- murmuró la chica en voz baja.

---Shhh, tranquila hija, ellos son nuevos.--- nos presento la mujer, mientras animaba a su hija a dar unos pasos hacía nosotros.

---Hola.--- habló Jane en verdad temerosa.--- Tranquilos, olvídenme, ¿si? Continúen.

Fue lo último que dijo Jane mientras nos miraba, y al volver a pasar por donde nosotros estábamos, soltó nuevamente un gritito de miedo, mientras caminaba rápida. De acuerdo, creo que esa fue una extraña presentación.

---Hay que continuar.--- volvió a hablar el Hada Madrina mientras se acercaba al pizarrón.--- Si encuentran un frasco con veneno... ¿qué hacen? A: ¿lo ponen en el vino del rey?, B: ¿lo ponen dentro de una fruta?, o C: ¿entregan el frasco a las autoridades?

Con la última opción todos levantamos la mano a excepción de Mal quién seguía muy entretenida dibujando, pero Jay bajo mi mano para que la maestra no lo notara.

---Suéltame.--- le murmuré por lo bajo.

---Jay.--- habló la mayor de la sala.

---C: lo entrego a las autoridades.--- contestó él con petulancia, para finalmente soltar mi brazo. 

[1] Los Descendientes | Carlos De Vil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora