022.

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Allison.

---¿Viste el show de los chicos?--- me preguntó Felicity mientras se estiraba.

---Como no verlos, si por poco pensaba que me estaban siguiendo.--- mencioné con gracia mientras también calentaba.

---Los chicos son tan raros.--- soltó un suspiro exagerado mi mejor amiga, haciendo soltar una carcajada.

---¡Calienten, no estén bromeando!--- escuchamos el grito de Audrey, que según ella iba en general, pero sabíamos que se dirigía a nosotras.

---Desde que Ben la dejo, esta más insoportable que de costumbre.--- murmuró la pelirroja, logrando que riera algo bajo, no queríamos más gritos por parte de Audrey.

---Pero ahora tiene al "increíble" de Chad.--- comenté con sarcasmo y burla a la vez, ahora consiguiendo que fuera Felicity quién soltara una estruendosa carcajada.

---Bueno, como al parecer están tan activas hoy, quizá les gustaría gastar esa energía corriendo alrededor de todo el campo.--- comentó Audrey mientras ahora estaba frente a nosotras, mostrándonos una sonrisa que se podría ver a kilómetros lo falsa y forzada que era.

---No seas amargada Audrey.--- le comentó Felicity mientras seguía riendo.

Audrey llevo sus manos a la altura de su pecho, mientras nos miraba con una de sus cejas alzadas, no podía ver completamente a Felicity ya que yo estaba sentada en el pasto del campo, mientras que ella estaba parada frente a la morena, pero podía imaginar como ella rodaba los ojos ante la idea de Audrey.

Por lo que solté un suspiro y me levantaba del suelo, mientras que Felicity y yo comenzábamos a trotar alrededor del campo. Al parecer alguien no se había levantado de buen humor hoy.

[...]

Carlos.

Estaba en busca de Allison, ayer finalmente había podido confesarle a la castaña que me gustaba, y había sido correspondido, había sido un buen día; incluso cuando regrese a mi habitación y contarle a Jay lo que había pasado, él se puso a festejar conmigo. Si que era un buen amigo.

Pero volviendo a lo importante, buscaba a Ally en toda la escuela, ya que quería invitarla a salir el día de hoy, el problema es que no sabía a donde llevarla ya que, bueno...aún no conozco del todo a Auradon, pero eso podía solucionarlo después.

La busqué por todos lados, hasta había ido a su habitación pero ni ella o Felicity habían salido, así que el último lugar que me quedaba por buscar era el campo de tourney. 

A unos metros pude ver a las chicas del equipo de porristas estaban practicando algunas piruetas y cargadas, ya saben, esas cosas que hacían ellas, pero no distinguía a Allison por ahí, pero decidí acercarme aún así. 

Y ya a unos paso más cerca, pude ver como Allison junto a Felicity trotaban un poco alrededor de todo el campo, ¿por qué solamente ellas estaban corriendo? Me acerqué trotando hacía ellas para unirmes a su recorrido.

---¡Allison!--- grité mientras me acercaba a ellas trotando.

Vi como ellas se detuvieron un momento para que pudiera acercarme con ellas, mientras Felicity se acercaba a la castaña a decirle algo en su oído para después continuar corriendo, mientras que Allison esperaba a que llegara con ella con una sonrisa en su rostro.

---Hola Ally.--- la saludé ya cuando estuvimos frente a frente.

---Hola...Carlos.--- me saludó la castaña mientras respiraba un poco agitada.

---¿Por qué corren?--- le pregunté extrañado mientras señalaba a Felicity quién ahora estaba trotando.

---Al parecer Audrey no se levanto de un muy buen humor hoy.--- me explicó la chica con algo de gracia.--- ¿Qué haces aquí? Hoy no tienen entrenamiento.

---Oh, yo solo...ya sabes...solo quería saber si...--- comencé a hablar mientras pasaba una de mis manos por mi nuca.--- Si te gustaría salir el día de hoy.

Pude notar levemente como la sonrisa de Allison se agrandaba.--- Me encantaría.

---Excelente.--- le respondí con una sonrisa.--- ¿Te paso a buscar a tu habitación como a eso de las...5?

--- Me parece bien.--- aceptó la castaña.--- Te estaré esperando.

---¡No te dije que te detuvieras, Dearly!--- escuché el gritó de Audrey hacía nosotros.

---¡Dejen de coquetear, por favor!--- gritó Felicity quién paso por nuestro lado corriendo mientras escuchaba como soltaba unas cuantas carcajadas por su comentario.

Pude notar como las mejillas de Allison comenzaban a tornarse de un color rosado, si, se había sonrojado ante los comentarios de las chicas, y puedo asegurar que yo estoy igual que ella. Antes de que pudiera comentarle algo, ella se acerco a mi rápidamente a mi para depositar un beso en mi mejilla y luego salir corriendo tratando de alcanzar a su mejor amiga.

---¡Nos vemos en la tarde!--- escuche como la chica me gritaba desde lo lejos.

Lleve mi mano sobre la mejilla donde había dejado el beso, diablos, esta chica me tenía en verdad loco, en las nubes...¿así era como se sentía el amor?

[...]

Allison.

Alcancé a Felicity a cierto paso, después de dejar a Carlos a unos metros más atrás, mientras la pelirroja me miraba con una sonrisa pícara, y yo solo solo rodaba mis ojos de manera divertida, así que ya me imaginaba lo que me diría mi mejor amiga.

---¿Por qué tan feliz?, ¿tu Romeo ya se te declaro?--- preguntó la pelirroja con algo de gracia.

---No, no aún.--- murmuré esto último en voz baja, no quería que la chica hiciera un escándalo aquí mismo.--- Aunque...quería pedirte un favor.

---¿Qué sucedió?--- preguntó mi mejor amiga mientras no dejábamos de trotar.

---Quiero que me ayudes a arreglarme.--- le pedí.

---¿Y cuál es la ocasión?, ¿tienes una junta con Ben?, ¿cena con tu familia?--- me preguntó la chica.

Yo no era una de esas chicas que se arreglaba en todo momento, como lo era Felicity, Evie o incluso Audrey; yo era más de siempre ir casual en todo momento y solo arreglarme en verdad en ocasiones especiales, y esto lo tomaba como una ocasión especial.

---Algo así...--- le confesé, sabía que con lo que diría explotaría.--- Es una cita...con Carlos.

Vi como Felicity dejo de correr abruptamente, por lo que a unos pasos más adelante de ella me detuve para ver como se llevaba sus manos a la boca y sus ojos estaban demasiado abiertos, probablemente por la sorpresa, sin esperar más camino hacía mi, me tomó del brazo y comenzó a caminar rumbo a los dormitorios.

---¡Aún no pueden irse, vuelvan aquí!--- escuchamos el grito de Audrey a nuestras espaldas.

---No molestes Audrey, ¡mi amiga tiene una cita!--- le respondió la pelirroja con notable emoción, sin detener su caminar.--- ¿Y qué tienes en mente?...eso no importa, te dejare ¡divina!

A Felicity desde pequeña le había gustado todo respecto al maquillaje y esas cosas, yo siempre fui su conejillo de indias cuando apenas empezaba a aprender sobre todo eso, y no confiaba en nadie más para que me dejara increíble en esta ocasión, aunque sabía perfectamente en quien confiar respecto a la ropa.

[1] Los Descendientes | Carlos De Vil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora