Demasiado perfecto para ser real

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Habla Noah.
El ron ha dejado de quemar mi garganta hace rato ya, llevo unas cuantas copas de más , he perdido la cuenta cuando iba por quinta.
Mi visión se ha vuelto borrosa y me cuesta pensar con claridad.
"Ella estaba con él, ellos sonreían, yo simplemente sobraba allí..." Los pensamientos no cesan en mi cabeza y el alcohol menos aún deja de lado esa imagen que se repite una y otra vez en mí subconsciente.
No se porque he llegado a pensar que ella sería distinta. Por eso nunca salgo con nadie, para olvidarme de rollos como estos, se está mejor solo.
Aún liándome con Riley en esa fiesta no podía sacarme a Alexa de la cabeza, pero necesitaba relajarme un poco y ella estaba de acuerdo con ello.
Me gustó mucho como se molestó al verme con Riley en el instituto, y yo la acerqué más a mi, sólo para ver como se ponía celosa.
Entonces una bombilla se enciende en mi cerebro a modo de idea, y sé perfectamente qué hacer, solo para que ella sepa como se siente ilusionarse con alguien y que esa persona te engañe.
Busco mi teléfono en el bolsillo del pantalón y marco el número de teléfono.
Empiezan a sonar los pitidos de la llamada y por un momento estoy a punto de colgar, pero cuando voy a hacerlo una voz femenina aparece a través de la línea y sé que ya no hay vuelta atrás.
Es una gilipollez lo que voy a hacer, pero por cómo voy de borracho y por lo orgulloso que soy es lo único que se me ocurre en este momento, y lo voy a hacer.

•  •  •  •  •  •  •  •

Habla Alexa.
Mike se acaba de ir de mi casa y estoy tumbada en mi cama mirando al techo.
Esta noche ha sido muy especial, se que la he cagado al huir y dejarle sólo ahí, pero espero que entienda que necesito tiempo, ayer fue una noche muy dura para mi.
Le escribo a Irina, pero no le llegan los mensajes y supongo que se habrá quedado sin batería.
Y me quedo pensando en Noah, es muy diferente a cómo se hace ver con las demás personas. En mi cara se dibuja una sonrisa, seguramente la sonrisa más estúpida en el mundo, pero estoy feliz.
Feliz de tener al mejor amigo de todos, feliz porque he conocido a alguien especial, mi amiga tiene un medio novio...
Por un momento pienso que todo está de maravilla y espero que dure mucho tiempo.

• • • • • • • •

Habla Noah.
Llamar a Riley ha sido la peor idea que he tenido en mi vida, pero ahora ya no hay vuelta atrás.
Espero hasta que llega al bar donde me encuentro y cuando la veo aparecer por la puerta me dirijo hacia donde está ella y le planto un beso que no espera.
Primero se queda sorprendida ante mi reacción, pero segundos después mi beso es correspondido y veo en sus labios y sus movimientos desesperación.
Sé que me tenia ganas, por eso he ido por el camino fácil.
Necesito desahogarme.
Al separarme de sus labios ella gruñe con deseo, necesita más de mi, y yo se lo voy a dar.
La conduzco hasta los baños del bar y allí la poseo, la hago mía.
Mientras tanto la imagen de Alexa con Mike no me deja pensar con claridad.
Riley me mira con ojos deseosos cuando entro y salgo de ella, bruscamente, con rabia.
Porque en realidad sé que no es a ella a quien quiero ahora mismo conmigo.
Alexa me ha roto el corazón, pero no voy a dejar que se salga con la suya, voy a hacerle sentir lo que ella me ha hecho a mi.
Cuando nuestros jadeos cesan Riley sigue besándome y yo por instinto me aparto.
Ella me mira con confusión pero después me declara una sencilla sonrisa.
-Noah, te quiero.- Dice Riley mirándome a los ojos.
Y es ahí cuando me doy cuenta de lo que he hecho, de que he ilusionado a una persona con la que no voy a tener nada.
Algo se mueve dentro de mí y me dirijo al baño lo más rápido que puedo, y vomito, vomito todo lo que he bebido. Riley acaricia mi espalda abriendo paso a todo lo que sale de mi.
Riley es demasiado buena conmigo, siempre esta ahí para mi.
Cuando termino de vomitarlo todo ella me acompaña hasta donde está mi coche. Pero por cómo estoy no puedo coger el coche.
- Quédate conmigo.- Mirándola a los ojos con pena.
Y ella acepta.
Voy a volver a ser ese superficial de mierda que era. No quiero enseñar mi verdadero yo, no quiero que me hagan daño.
Pero realmente, algo dentro de mi, ya se ha roto.

Simplemente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora