Capitulo XIII "Obedece"

90 13 1
                                    

Alonso

Empece a caminar sin rumbo en el bar mi objetivo era encontrar a alguien en peculiar pero me había rendido,no encontraba a nadie, giro mi cuerpo para esperar a Cosseth en la mesa acordada pero al voltear veo que a Jos estampándose con la pared de mi lado izquierdo. Lo miro confuso <<¿Jos?>>pensé. Un hombre escrupuloso se le acerca y lo iba a morder. No pensé dos veces y fui a la pelea, le quite el tipo sin antes dejarlo sin sangre y tirarlo al suelo, giro mi vista a Jos del cual estaba asustado.

Le sonrió.

-Ya no te va a hacer nada, Jos-le sonreí ampliamente y absorbiendo un poco de sangre de mi labio.

Recordé su nombre, cada vez lo escucho pasan muchas cosas dentro de mi, es raro hace 100 años no había pasado eso en mi. Corrí dejando a Jos estupefacto, encontrándome una cabeza no conocida así que solamente lo decidí matar. Pasaban las horas, me empezaba a frustrar a consecuencia que cada vez que avanzaba en el bar veía a caras conocidas y otras no, si no las conocía les torcía su cuello. Otra vez no. Este no soy yo.

-¡Alonso! ¡Detente!-dijo un chico detrás mío a lo que no volteé.

Mi vista nada mas y nada menos que tres cuerpos mutilados por mi descontrol y eso significaba que mis ojos eran completamente negros, ya no podrías ver mis ojos azules solo un profundo negro, venas alrededor de ellos mas marcadas de lo usual, mi boca y manos llenas de sangre espesa. -Detente- una voz femenina me hablaba de un lugar que no podía ver. Gritaba,giraba en círculos, tomaba mi cabello y lo jalaba. Mi cabeza estaba pulsando del dolor hasta que mi vista era pura y negra obscuridad<<¡No entiendo!>>pense.

-¡Alonso!-sentí un jalón desde un lado quitándome el miedo.

Respire aliviado.

-Lo siento-confese.
-Esta bien-persiguió-no lo vuelvas a hacer.
Asenti.
-¿Donde estamos?-dije.
-En el almacén del bar-volteo a verme preocupada.
--Su mirada estaba continuamente a la puerta de donde entre anteriormente y a veces me veía a mi.
-No han llegado-dijo.
-Esta bien Jaén-la calme.
No funciono.
-¡Hace dos horas que no regresan!-se altero-no puedo ir a buscar a Cosseth y a Jos.
No conteste, literalmente estaba celoso pero confundido.
-Yo voy-dije-¿donde estan?.
-¡Estas loco!-grito-si sales estas muerto.
-No me importa-me encamine a la puerta para luego abrirla para después voltear a ver a la morena-aparte ya estoy muerto.
Cerré la puerta cuidadosamente, el bar estaba echo un desastre ya no habían personas paradas o señales de vida.
De repente sentí que alguien me tapaba la boca y me hacia entrar en un cuarto a lo que yo pelee.
-Oye-dijo.
-Cosseth-dije-estas loca.
-lo se-dijo mostrándome su dentadura.
Simplemente la abrase fuerte. La extrañaba.
-Alonso-dijo a lo que yo la solte-se llevaron a Jos.
-¿¡Quien?!-dije demasiado fuerte.
-no grites-dijo susurrando-nos...
La puerta se abrió de golpe mostrándonos a un Jos sangrando de la boca a lo cual estaba inconsiente.
-¡¿Que le hicieron?!-dijo Cosseth a lo cual yo la detuve.

-Esto-rio-les va a pasar a ustedes-dio unas señales a sus dos amigos.

Estos nos tomaron de los hombros forzándonos a caminar a lo que yo y Cosseth nos estábamos defendiendo lo cual no funciono ya que tenían mas edad.

-Mata a la chica-ordeno el hombre de traje gris.

Esto no es un simulacro |Jos Canela & Alonso Villalpando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora