Capitulo XV "Sin Nombre"

81 12 5
                                    

Cosseth
Mi cabeza retumbaba de un lado a otro, dude de mi lugar de origen, hasta que, el recuerdo vino de golpe para darme cuenta que estaba mas débil de lo que al principio estaba. Abrí mis ojos lo cual fue difícil;mis pestañas estaban literalmente pegadas unas contra otras, parecían puertas sin candado alguno. Mi dolor era inmenso, recorriendo desde mi estomago hasta la punta de mi hombro izquierdo. Esta es mi muerte, estoy segura.

Sonidos provenientes alejados algunos metros de mi -tal vez y afuera de la habitacion- creando un choque de metales como en una batalla ,pero,¿Quien lucharía en este año?, para después convertirse en murmullos que no parecían acabar hasta darme cuenta que "algunos metros" eran menos de uno. Mi oído dejaba de ser el que podía sacar el chisme del mes con tan solo retirar el mechón de este.

-Al Fin-dijo-se te place despertar-reí sobre su comentario.
En estos momentos, para mi, lo mejor era reír aunque pudiese recibir algunas bofetadas.
-Perdon-prosegui- mis ojos estaban hechos un desastre-continue-y los siguen siendo.
-Si,bueno-dijo no del todo satisfecho.

Respire hondo, sola para después torcer mi propia sangre en el mismo lugar donde había escupido anteriormente. Esto va mal. Giro mi vista a su dirección, su cara llena de tierra hacia resaltar sus ojos.
-¿Escuchas?-pregunte.
Se escucho un grito ahogado.
-No
-Es...-¿acaso será el?-Jos.-dije empezando a alterarme.
La silla empezaba a romperse por mi desplazamiento de arriba hacia abajo, era una buena manera de levantarme el animo.

El esta vivo.

-¡Hey!-me llamo.
No tenia tiempo para poder responder, lo importante era quebrar esa silla que al principio se me había echo super linda lastima que estará rota. Pasaron unos minutos para que pudiese salir,después de eso me dirigí a Alonso, lo libere, después nos dirigimos a la gran puerta de metal que tenia una ventanilla al tope de esta. No tenia ningún plan en mente, el único y realmente estupido era poder a esa habitación,¿tocar?-o derribar la puerta-, para después sacarlo, solo lo que no tenia en cuenta era los hombres que pueden o deben estar alrededor de el-golpeando o sacando informacion-, pero el tan solo es un mundano.
Llego el tiempo de salir despacio de la puerta para dirigirnos al gran pasillo con sus focos adornando paredes de tercio pelo. Silenciosamente llegamos a la "puerta" que al igual que la otra tenia una ventanilla al tope. Decidí asomar mi ojo derecho tomando la mano de Alonso con mi mano-izquierda-.

-¿Que vez?-me susurro.
Bufe.- nada-dije seca.
Caminamos varios metros cruzándonos por cada puerta y no tener ninguna señal de el. Cansados decidimos buscar en la cantina. Donde en esta,estaba el mismo desorden.
-¡Todos! ¡Se fueron!-golpee fuertemente la mesa ligeramente rota de una pata para después hacerla añicos.
Pocos segundos fueron lo que mis pulmones dieran un fuerte golpee causando mas sangre saliera por mi boca.

Me levante en mi cama, fria, temblorosa, mis manos tenían un tono amarillo, estaba sudando, mi cabeza estaba punzando. No sabia que la muerte seria tan dolorosa.
Abrí mis manos en forma de desesperación a lo que después sentí otras manos en esta. Sonreí.
-Cosseth-dijo-no te vallas-dijo besando mi palma.
-No lo hare-dije sinceramente.
-Tengo malas noticias-dijo triste.
Guarde silencio esperando su gran noticia.
-Jos-prosiguió sollozando.
Me alarme a lo que después sentí otro golpe pero este iba a mis costillas haciéndome gimar fuertemente.
-¡Dilo de una vez!-grite soportando el dolor.
Volteo su cálida y llorosa a mi sufrimiento.
-Jos esta muerto.
Grite para después escupir mas sangre.

Esto no es un simulacro |Jos Canela & Alonso Villalpando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora