Esto no es un simulacro |Jos Canela & Alonso Villalpando|

Capítulo XXX. "Segunda vez"

Después de sentir su mano en mi hombro de consolación, la habia quitado de encima e ir a caminar en el bosque más verde que jamás allas visto -con árboles que no llegaban al tope,pasto mojado y algunas hojas calle no se suavemente-, aquí,por otro lado, habían pasado bastantes cosas sin contar la vez que había bebido en el tronco y, ese mismo lugar, fui a parar, con un grande suspiro rodó mis ojos y río sin saber el por que. Esa risa se fue convirtiendo en sollozos cada vez que intentaba sonreír.

Las hojas empezaron a crujir, mi falta de atención hizo que aún siguieran crujiendo;alguien se acercaba eso era notable, la importancia no estaba presente,solo la acogedora brisa. Con otro suspiro tomó el espacio vacío del tronco.

Rasco poco el tronco hasta sacar una rama que después empezó a juguetear con ella.

-Lo siento -hablo creando un eco en los árboles.

Tiro la rama con fuerza hasta la obscuridad del bosque. Era sorprendente que aunque hubiese sol, tenia sus partes obscuras. Valla era exactamente como me sentía. Dirijo mi vista a la suya, tomo mi mano y la beso.

-Gracias - dije bajando mi mirada.

Volví a suspirar las hierbas. Paso los mechones de cabellos hacia atrás donde no me pudiesen estorbar. Tomó su mano con la sobrante, la apego hacia mi pecho como afecto.

-De nada - resivi su abrazo.

-Haré un posó para ponerlo - tome paso hacia el grande árbol de bienvenida al bosque.

-Esa no sería una buena manera de despedirte de el.

No pare hasta llegar donde estaba, varias hojas caigan a mis costados algunas en mis palmas. Entre pateando varias hojas llegó donde estaba la nota.

-¿Donde esta? -pregunto a un lado mio.

-No tengo idea.

Recojo la nota del árbol un poco arrugada por mi acto...

Para quien lo resiva...

Las mañanas y los días han sido pesados; para poder despertar era una verdadera masacre como para verme destruido en el espejo y saber que no habrá cura como para los días que los demás pero interrogarán las mismas y dolorosas preguntas de como estas o una peor ¿Qué piensas hacer hoy?. ¡No me puedo mover! y eso en realidad ya no lo podía soportar. Mis días eran cortos. Ahora descansaré en paz.

Si estas leyendo esto por favor dile a mi pequeña Cosseth que lo lamento y que no pude prometer un para siempre a un lado de ella apoyando la y dándole todo lo que era.

Con amor.
                                                        Damon xx

Hasta luego...

 

Decidía  guardolo en el bolsillo de mi chaqueta. Retirando las lágrimas tome su mano a tomar el camino a casa.

                                    °°°°

Tomar el camino hacia mi hogar era des- estresante, de alguna manera. Aun seguía las flores que me había regalado; más rojas que la sangre. Aprieto más su mano al verlas. Suspiro para volver con el. Está triste por mi, le regaló una sonrisa a lo que el agacha su mirada.

Tomó su barbilla y lo hago mirarme,lo beso sin pensar dos veces, esto era lo que necesitaba. Al parecer ,también el.

-Gracias - respondió - lo necesitaba.

Sonrió.

-Yo tambien.

Al fin sonrió, era contagiable su sonrisa. Lo beso nuevamente pero ahora con más tiempo. El tiempo parecía escaso, las horas no eran menos que los minutos pero duraban muy poco.

-Se que es algo raro pero - tomó mi mano que dude mucho pero no la solté.

Se inco aún sosteniendo mi mano, esto es extraño, soltó una carcajada. La apretó aún más.

-Te lo dije-continuo- así es como se pedían el noviasgo antes.

Suspiro aliviada.

-Está es la segunda vez pero ahora lo quiero hacer bien - mostró un anillo reluciente lo que me hizo reír de alegria-¿Quieres ser...

La puerta sonó de tope.

-¡No! Ella es mía...

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