Capitulo XII "Dejame"

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Jos
Alejarme de Cosseth era como si me faltara alguien en mi, es exagerado ya lo se pero al escuchar lo que es ella mi primer impulso fue alejarme de ella en el momento pero ella a estado para mi en estos días y no pienso dejarla ni por un instante.
-¿¡Que!?-dijo ella al escuchar mi respuesta- quieres decir que la tal "Monica" ¡no existe!-se enfureció.
-Aun sigue existiendo-prosegui- solo que ya no la veo-agache mi cabeza- me dijo que algún día volvería-voltee a ver a Cosseth- sigo esperando ese dia.
Cosseth se incomodo de mis palabras, poco a poco se le desvanecían sus venas al rededor de sus ojos al igual que sus colmillos.
Ella vacilo colocando sus manos en los lados de su cadera hasta que pudo hablar. En Realidad antes era peor de lo que soy ahora, cada día a día iba a su tumba a hablar de mi dia, me estaba volviendo loco, Alonso me había ayudado hasta la fecha, pero, que clase de amigo soy al desconfiar de ellos ,al perseguirlos, me siento de lo peor en este momento.
-No deberías estar aquí-dijo con sus ojos mas azules de lo usual- es peligroso para ti.
-¿Y luego?-dije sin importancia- mi vida ya es un asco.
Ella lanzo varias carcajadas antes de hablar.
-Tu-me apunto-crees que tienes mala vida-dijo sarcasticamente-tu vida es de lo mejor.
A comparado de algunas personas que ahora son Vampiros sus vidas eran ¡Fenomenales!, por años quería tener sus vidas y ahora, es simplemente al revés. Cosseth no se debería quejar vive en una de las casas mas grandes de este país pero eso no significa nada.
El ruido de el bar cada vez se hacia mas y mas ruidoso-platos rompiendose, puertas azotadas cada cinco minutos, voces gritando- en un momento sus ojos saltaron de desesperación eso significaba que ella sabia que estaba pasando.
Me interrumpió antes que pudiera hablar.
-Ya es tarde-susurro-¿Donde están los demas?-pregunto.
-¿¡Que esta pasando?!-me limite a decir asustado.
-¡No preguntes,Jos!-prosiguio-quédate aqui, yo voy por los demas- me mando.
Me quede en el mismo lugar en el que estaba pero no la quería dejarla sola ni a los demás ya que yo los traje aquí.
Me encamine en los pasillos que decía en la pared derecha -baños- seguí caminando hasta encontrarme el área principal donde están las mesas y el bar de bebidas en lo cual había personas discutiendo, otras abrazados pero uno gritaba hasta que el otro la soltaba y caía al suelo. Me percate que me estaban observando, se dirigía a mi,<<¿que ago?>>pense.
Lo primero que hice fue correr lo cual fue inútil ya que de repente esta en frente de mi con su boca llena de sangre, venas saltadas de sus ojos, no podía correr mas la pared de atrás me lo impedía, lo único que puedo hacer es esperar la mordida y que acabe muerto.
-Tranquilo no te va a doler-dijo mostrándome sus colmillos.
Esperaba sus dientes en mi cuello pero nunca llego, abro los ojos y lo veo cubierto de sangre en las manos tanto en la boca.
-Ya no te va a pasar nada Jos-dijo lambiendo su lado inferior mostrándome su sonrisa y sus colmillos grandes y afilados.
-Gracias-dije-Alonso.
El me sonrió y desapareció rompiéndole el cuello mas lejos a un tipo. Todo el bar estaba echo un desastre, personas cayendo o mas bien vampiros.
Sentí que me jalaron de repente metiéndome en un cuarto sin luz hasta que la prendieron.
-¡Aquí te quedas!-me dijo furiosa.

Esto no es un simulacro |Jos Canela & Alonso Villalpando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora