1: El comienzo

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Marielis del Valle (Mary), no sé en qué momento se convirtió en mi mejor amiga, entramos en el mismo jardín de infancia y allí mis padres conocieron a su madre, a esa edad, todos en el jardín de infancia éramos “amiguitos”, sin condiciones, sin malicia, todo lo que hacíamos era jugar y aprender a rayar los cuadernos de forma ordenada… En mi cumpleaños de ese año (el numero 6), mis padres me hicieron una fiesta en el salón de fiesta donde vivíamos e invitaron a todos mis compañeritos del jardín de infancia, no fueron todos pero Mary si fue y el hermoso oso panda de peluche que me dio de regalo, aun lo conservo.

Cursamos la primaria en el mismo colegio, no todos los “amiguitos” del jardín de infancia estaban ahí, pero Mary si, nos hicimos más amigas y compartíamos mucho más… Cuando cursábamos el segundo grado de primaria, hubo un lamentable episodio en la vida de Mary: su madre murió víctima del cáncer. A raíz de ello, Mary estuvo mucho tiempo en consulta con un psicólogo, yo de eso no entendía mucho, o mejor dicho, no entendía nada; lo que sé es que una tía de ella se hizo cargo de su crianza, casi que la retiraban del colegio, ya que entre el psicólogo, los hijos de la tía de Mary y el colegio donde estábamos, le era difícil a la tía de Mary cumplir con todas las responsabilidades económicas que se le vinieron encima de la noche a la mañana. Mis padres en ese momento, atravesaban por una buena racha económica y dado a que habían hecho una muy buena amistad con la madre de Mary y ella conmigo, decidieron ofrecerle a la tía de Mary encargarse del pago de su escuela hasta que ella volviera a estabilizar su economía.

Yo le preguntaba a mi papi porque Mary estaba tan rara, ellos me explicaron que el dolor por la muerte de su madre la tenía así, que debíamos ayudarla. Y es cierto, a tan corta edad perder a tu madre no debe ser nada fácil, su padre las había abandonado cuando supo que su mami estaba embarazada… Pobre Mary, no la estaba pasando nada bien.

Fue a partir de ese entonces, cuando con alguna excusa, Mary empezó a quedarse en mi casa. Ya nos habíamos mudado a una casa más grande, tenía mi propio cuarto, así que no molestaríamos a mi hermano. El cambio que dio Mary fue bastante obvio, poco a poco se le veía más animada, rendía más en clases, estaba superando su calvario.

El tiempo pasaba y cada día Mary yo nos hacíamos más inseparables; un fin de semana, en que como muchas veces Mary se quedaba en casa, se levantó para ir al baño y cuál fue su sorpresa que cuando entró mi hermano se estaba duchando, ella pegó un grito y regreso corriendo a mi habitación estallando en lágrimas, mi mami se levantó al escuchar el grito y al preguntar le contamos lo sucedido, le dijo que fuera al baño de su cuarto y luego hablaríamos. Mi mami y yo estábamos muy extrañadas por el comportamiento un tanto exagerado de Mary, pero ella se limitó a decir que simplemente se asustó… Mi hermano cuando salió del baño, pidió disculpas y prometió cerrar la puerta con seguro la próxima vez; algo que no era común en mi casa, pero era para no hacer sentir mal a Mary.

Cuando terminamos el 6to grado de primaria, mi papi anunció que haría unas remodelaciones en casa, construiría un segundo nivel y yo tendría un baño en mi habitación… HURRAAA!!. Nos mudaríamos a nuestro antiguo apartamento, que mis padres aun conservaban por negocios y regresaríamos al terminar los trabajos en nuestra casa.

La tía de Mary vino a casa y nos comunicó que estarían un mes fuera de la isla, para visitar a unos familiares, aprovechando las vacaciones escolares; la señora se deshacía en agradecimientos para con nosotros por lo bien que habíamos tratado a Mary. Mis padres le dijeron que la querían como a una hija, que era un placer tenerla en casa… estuvieron conversando un buen rato mientras nosotras estábamos en mi cuarto conversando a modo de despedida temporal; ya no éramos tan chiquitas, ambas teníamos 11 años y veíamos las cosas muy distintas a como las veíamos antes, pero de igual manera nos quedamos en shock cuando ya era la hora de partir y nos despedimos, le iba a dar un beso en la mejilla y por descuido, ambas volteamos la cara al mismo lado y nos besamos en los labios. Fue un piquito, sin malicia, sin querer, ambas nos miramos muy sorprendidas y nos pedimos disculpas mutuamente mientras nos reíamos de lo sucedido… sin embargo, la volví a besar en los labios, pero ahora con intención y mucha curiosidad. Mary se sorprendió más aun por mi atrevimiento, tenía los ojos como platos, yo bajé la cabeza en señal de vergüenza y en susurro le pedí disculpas de nuevo… de repente, ella me agarro una mano, con la otra mano levantó mi cabeza y (con ojitos cerrados y demás) posó sus labios sobre los míos, pero de una manera más caliente, húmeda, con los labios un poco abiertos… no hubo lengua, aun no teníamos esa experiencia pero si con mucha ternura…

Mary, El comienzo (lesbico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora