De Nuevo el Sufrimiento

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Luego de dejar al ángel de nuevo en la celda de dónde lo encontró, regresó de nuevo al palacio, decidió buscar a otros guardias más tarde para que vigilaran al ángel como los últimos, solo que éstos estarían más vigilados y amenazados por el príncipe.
Llegó con su madre que estaba en su habitación haciendo uno vaya a saber qué; tenía en sus manos aquel libro que devolvió Zeke en la mañana.

-madre -llamó el príncipe- necesito salir... Debo... Hablar con mis amigos, ya sabes, Armin y Mikasa.

-¿que no eran tus amigos? -dijo si aún quitar la mirada en sus papeles- ¿mmm?

-madre, no quiero discutirte, será solamente un momento.

-¿le avisaste a tu padre?

-él no está... Y no quiero esperarlo, es urgente... Supongo.

-¿supones? A ver, tú ya eres un príncipe, no vayas a divagar que eso ya no te queda; mañana es tu boda, así que actúa como un adulto.

-¡Bien!, Ya no vuelvo a pedir sus permisos... ¡Me largo! -dice para luego salir de la habitación, ignorando por completo a su madre que lo llamaba a gritos- maldición, nada quieren... Tch, mejor me largo de aquí, ya no soporto estar aquí ¡aaagh! -arto de repetir la misma palabra, llega al salón dónde está la enorme puerta para salir, la cual está vigilada por dos demonios- abran.

-¿Con que permiso su alteza?

-¡¡CON EL QUE YO TE DIGO!! -le mete un tremendo puñetazo- si te atreves a detenerme, te mataré -amenazó al otro guardia, que solamente asintio muy nervioso.

Abrió el portón y salió, para luego extender sus alas negras y emprender el vuelo.

***

-hola amigo -dice aterrizando delicadamente al suelo.

-¡oh! Hola... ¿Porque estás aquí?

-bu-bueno... -Suspira- solamente vine a dejarte ésto -le entrega el libro- te lo manda el estúpido de Zeke.

-ah, mmmmh... Gracias... Es raro verte divagando en mi casa, ¿Escapaste?.

-no lo sé, le dije a mamá que saldría, pero como no obtuve respuesta, solamente salí.

-¿Solamente? -enarca una ceja rubia.

-está bien... Y golpee a un guardia, no sé cómo se llama, pero lo dejé inconciente, creo, el desgraciado no quiso dejarme salir.

-¿Okey? Bueno, ¿solamente querías dejarme ésto?

-si, lamento molestarte, ¿llegás mañana?

-por supuesto, no me perdería tu cumpleaños y... Tu boda.

-como sea, te veo mañana, adiós amigo.

-adios Eren.

***

En la celda, estaba el pequeño azabache, sentado en la cama, viendo hacia la nada... Porque solamente es su cabeza pasaba ese fugas recuerdo, del beso con el castaño de ojasos verdosos, no se lo creía para nada... Pero no lo tenía claro. Su cuerpo estaba experimenando cosas nuevas, estaba confundido, muy, confundido.

-¿por que lo hiciste? -se preguntó así mismo, sin obtener respuesta.

Su estómago ya no estaba tan vacío como antes... Porque aparte de tener comida hecha pure dentro, sentía un raro cosquilleo por cada vez que recordaba estar al lado del joven que lo salvó de los abusadores... 'Eren'... poco a poco le encantaba más su nombre, y no solamente eso, sinó también su físico.
No había momento en el que no pensara en él... "Eren, Eren, Eren..." , Una y otra vez, ese nombre que lo hacía suspirar. Y no sólo eso, su trasero, (especificamente su ano) palpitaba enardecido por ser atendido por el guapo príncipe.

Mi Pequeño ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora