Perdónenme

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Me estoy quedando sin ideas...

Necesito ayuda suficiente para seguir con ésto...

Joder.

Decía, dentro de una habitación obscura, dejando pasar solo una leve luz roja por la ventana, unos leves sonidos ocuosos, yacía el joven Zake masturbándose.
Ya había pasado una semana, una tortuosa semana en donde andubo conteniendose al delicioso aroma que desprendía del cuerpo de la pareja de su hermano menor.

Su habitación estaba a la continua de Eren, por lo que era sencillo escuchar leves sonidos através de la pared, pero al ser mitad bestia, tenía sus habilidades, y una de ellas era el tener un buen olfato, podía detectar una fragancia a más de cinco metros, por lo que tener a escasos un metro de distancia a un omega en celo, era algo que no podía evitar, ni con ponerse tapones en su nariz evitaba el olor.

Su padre le había prohibido tener alguna pareja, al menos no tener una relación amorosa, por lo que cuando entraba en celo, salía del Castillo en busca de un beta o alfa para poder satisfacer a su "lobo" Interior. Pero eso ahora no importaba, ¡habia aspirado las feromonas del omega!.

Estaba en su habitación leyendo (que ya le era costumbre) ya eran pasada la hora en la que todos los integrantes fueran a descansar. Fue un poco antes de que también terminara su lectura cuando un muy suave y delicioso aroma se deslizaba por sus fosas nasales, recorriendo por todo su cuerpo hasta bloquearle la mente y calentarle su parte íntima.
Por inercia, fue que dejó el libro en su cama y se levantó, sintió como dos rocas le pesaba en la pelvis, caminó por su habitación hasta dar en la pared, tocó ésta con las manos y la olfateo, llenó sus pulmones de esa deliciosa fragancia que aún no podía descifrar de que era. Sus pupilas ya se habían dilatado y comenzaba a sudar por el reciente calor que sentía, salió por las enormes puertas de su cuarto y verificó por la habitación de su hermano, no había guardias vigilando la entrada (cosa que no debía ser así, ya que estaba prohibido). Otra manta de ese perfume invadió por completo su sistema, pero ésta vez acompañada por el aroma de su hermano. Estaba babeando, se acercó a las enormes puertas y tomó el pomo de una y la giró. Estaba con llave. Chistó los dientes y se alejó un poco. Escuchó leves jadeos, que eran tanto de Eren como las de Levi. Se imaginó el cuerpo pequeño y delicado de Levi, ¡vaya que Eren era afortunado! Y él también quería serlo. Por el bien suyo fue que se retiró del lugar, bajando las enormes escaleras, llendose de su hogar. Caminó por un rato hasta dar a "ese lugar". Pidió una habitación y un beta macho, especificando que sea más bajo que él y llendose a desahogar.

Pero eso ya no tenía remedio, ya no tenía las ganas, de un momento a otro se imaginaba al pequeño ángel que yacía montandolo libremente, gimiendo de puro placer, dejando ver el abultado vientre, en donde se escondían sus dos miembros. "Zeke, Zeke, ¡¡Ooh Dioooos~!!, las tienes más grandes que Eren, mmm~. Dame más, ¡jodeme! ¡Jodeme con todo lo que tienes, rompemeee~" Se corrió en ambas manos. Se vio éstas que le mostraba su cruel realidad, sintiéndose arto. Mientras que él andaba muriendose de hambre, Eren andaba comiéndose semejante belleza. Belleza que muy pronto sería suya.

* * *

-te ves muy sexy con eso -dijo el demonio que iba por detrás de su esposo.

-siempre me veo sexy, el problema aquí, es que eres muy ciego.

Iban de regreso a su habitación, ya habían tomado la cena, ahora vendría el postre, postre que le daría Levi al ser su último día de celo a su esposo. Últimamente andaba usando ropas más holgadas, la cual sería porque sentía demasiado calor con sus ropas diarias, así que usaba las remeras de Eren, que le llegaban por encima de los muslos, con su ropa interior debajo y sus pequeños calcetines que le llegaban por los camotes.

Mi Pequeño ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora