3.

1.4K 120 9
                                    

    En otra instancia, Ruby habría considerado aquel vuelo en brazos de Supergirl, como una de las mejores experiencias de su vida, pero en aquellos momentos el único sentimiento que podía experimentar era el miedo, pues ya era lo suficientemente grande para percibir la gravedad del asunto.
   Al ingresar a la DEO, su primer impulso fue aferrarse a los cuerpos de Alex y Lena en busca del más mínimo sentimiento de seguridad. Kara, con toda su atención puesta de forma casi automática en Lena, notó como reprimía un aullido de dolor por la fuerza de la niña en sus heridas, estuvo a punto de advertirle a la pequeña pero la pelinegra la detuvo con un gesto de negación.

—Se la llevaron—Sollozaba Ruby—Y yo no hice nada, soy una cobarde.

—Ruby Arias—Interrumpió Lena con autoridad y la tomó por los hombros—Eres la niña más valiente e inteligente que conozco—Afirmó rebajando su tono a uno más cálido—Sé que tienes miedo, tienes derecho, y razones para sentirlo, pero ahora estás a salvo, con nosotras—Apuntó a las hermanas Danvers y por último a sí misma—No permitiremos que nada te pase, y encontraremos a tu madre, porque tenemos un gran equipo, además, tenemos a la guerrera más fuerte y valiente del planeta a nuestro servicio—Miró a Kara por unos segundos—Lo lograremos—Concluyó con un seguridad casi hipnótica.

    Y, por más que haya intentado reprimirlo, una radiante sonrisa se ubicó en el rostro de la heroína al escuchar aquellas últimas palabras.

—Bien, pequeña—Comentó Alex, disipando aquel momento tan emotivo—Por tu propia seguridad te vas a quedar aquí en la DEO, pero no estarás sola, te acompañarán en todo momento, ¿Si?—Preguntó acariciando la melena de la niña.

—Gracias—Respondió ella tras un suspiro—Pero deben dejar de decirme pequeña, estoy cerca de cumplir los doce, solo me faltan once meses y medio.

    Soltando risas, bromas y preguntas triviales, la directora de la DEO se retiró de la oficina de conferencias con la pequeña Arias, claramente, su retirada tenía más de un propósito.

    Ni Kara ni Lena se retiraron, declarando en silencio, que ambas querían escuchar lo que la otra tenía por decir, pasados varios segundos, donde sus miradas no osaban despegarse, la rubia decidió que era su responsabilidad arrojar la primera piedra.

—Gracias por lo que le dijiste a Ruby, no creí que después de todo pensaras eso de mí—Agradeció casi en un susurro y se atrevió a dar dos pasos hacia Lena.

—No fue por ti, fue por Ruby, y fue por Sam, soy la culpable de que ellas estén en peligro, y si para enmendar eso tengo que recurrir a tu ayuda, lo haré, pero no va más allá de eso—Dio un paso para acercarse un poco más a la heroína y logró intimidarla con una simple mirada—Tú, Kara Danvers, Supergirl o como demonios prefieras disfrazarte—Presionó el pecho de la heroína con el índice —eres todo menos valiente, eres una cobarde, y no sabes valorar a las personas que te quieren. Tuve el descaro de traicionar a mi familia y hacer todo lo que estuviera a mi alcance para hacerte feliz y ayudarte a crecer desde el primer momento en el que te conocí—Su voz fue perdiendo la potencia, la rabia fue arrasada por el dolor—No supiste valorar a una persona que te amaba.

    Antes de permitirse derramar la primera lágrima, el orgullo de Lena Luthor, la arrastró fuera de aquella habitación. 

    Kara no supo definir cuanto tiempo había permanecido estática en aquella sala, con los ojos vidriosos y una mano apoyada en el pecho, justo donde Lena la había tocado.

—Alex habló con Lena acerca del secuestro—Habló J'onn, interrumpiendo el huracán de pensamientos que arrasaba con su cordura—Parece que lo único que recuerda es que había estado contigo antes de que la raptaran, y el momento en el que despertó en la nave que la trajo aquí, lo extraño es que dice no recordar a nadie más en la nave—Suspiró—o es lo que quiere que nosotros sepamos.

    Kara volteó con el ceño fruncido ante la última acusación de su amigo.

—No nos está mintiendo, ¿Qué crees que podría ocultar?—Cuestionaba acumulando cada vez más coraje—Ella no nos pondría en peligro.

—Tal vez lo que ella intenta es alejarnos del peligro, Kara—Respondió manteniendo el semblante tranquilo a pesar del tono de respuesta de la rubia—Sigo sin poder ingresar a su mente, insisto en la petición de que la vigiles sin que lo sepa, por su seguridad.

—Creo que no necesitas leer la mente de ninguna de las dos para saber en la situación que nos encontramos—Suspiró—¿Y ahora esperas que la espíe de forma tan descarada?—Levantó sus brazos, incrédula.

—Confío en que lo harás—Concluyó J'onn mientras se retiraba.

    Pero, a pesar de aquella frustrante conversación, y el hecho de que tendría que invadir el espacio de una persona quien aparentemente ya no demostraba el más mínimo interés en su existencia, en la mente de Kara había un pensamiento que tenía el papel protagónico en aquella acumulación de obras dramáticas: Lena le había dicho que la amaba.
    Había escuchado esas palabras por parte de su mejor amiga en más de una ocasión, pero nunca las había pronunciado tan cargadas de sentimientos como aquella vez. Aunque, en lo más profundo de su alma, Kara deseaba que fueran otro tipo de sentimientos, deseaba no haber sido agarrotada por la tristeza de una de las personas más importantes para ella, y menos deseaba haber sido la responsable de ello.
   Pero, aunque tratará de ocultarlo, con un pensamiento egoísta, ella sentía que no merecía tanta rabia, que por más de haberle ocultado la verdad, siempre había cuidado de Lena y confiado en ella, incluso cuando nadie más lo había hecho, le había abierto las puertas para formar parte de una familia que realmente la quería, y que la habían elegido por lo que realmente valía.

    La primera noche, Lena permaneció en la DEO, acompañando a Ruby, y aprovechando la oportunidad para ayudarla con sus tareas, en un intento eficaz de desviar su atención.

—Aquí tengo tus cuadernos de geometría y literatura—Interrumpió Kara ingresando con una mochila turquesa y una bolsa de gran tamaño entre manos—En el camino de regreso decidí pasar por la dulcería que tanto te gusta para traerte un poco de azúcar, no sabía cuales eran tus favoritos así que traje un poco de todo—Sonrió nerviosa al enfrentarse con la estupefacción de Lena ante aquella bolsa que resultaba ser más grande que su cabeza—También traje unos batidos de fresa para ambas—Completó dedicando una mirada fugaz a Lena.

    Para Kara, la mirada abrillantada de emoción que portaba Ruby valía más que millones, soltando un chillido de emoción, la pequeña se aferró a la heroína y parándose de puntillas le dejó un beso en la mejilla.

—¡Voy a buscar a Alex y Brainy para contarles!—Salió corriendo de la habitación con la inmensa bolsa de caramelos y uno de los batidos entre manos.

—Samantha va a matarme cuando vuelva si se entera de como estuvimos alimentando a su hija—Suspiró y dejó escapar una sonrisa pasajera, que desapareció al observar el batido que Kara se había tomado las molestias de traerle—No necesito atenciones especiales, pero gracias.

—No es una atención especial, he traído para todos, en realidad. Estar tan a la defensiva, aleja también las cosas buenas, es un muro que no permite cruzar el afecto sincero.

    Era mentira, ella no se había preocupado por traer batidos a todos, lo que si era verdad, era que le agobiaba el hecho de que Lena se mostrara constantemente en posición de ataque, como si de alguna manera buscara vengarse a pequeñas cucharadas.

    No hubo respuesta por parte de la pelinegra, y Kara tampoco le dio oportunidad de hacerlo, pues al terminar de hablar se retiró cerrando la puerta. Eso si, tomando provecho de su naturaleza, fue incapaz de reprimir el impulso de ver tras las paredes lo que Lena estaba haciendo.La vio analizar el batido de fresa, como si en su interior se disputará una batalla entre su orgullo y el sentido común, pasados unos largos segundos, acabó por beberlo, con cierta expresión de culpa.

***
Y aquí es donde aparezco nuevamente para preguntarles qué les va pareciendo hasta ahorita?
Att:Sofi

Kryptonita Negra - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora