Cap. 3: "Mejores amigos"

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-Espera...- dijo y yo me quedé en shock. Mi corazón empezó a latir 1000 por hora. ¿Y si nos ve mi mamá?. Le diría a mi papá y el seguramente golpearía a este chico. Rápido, piensa en algo Natalia.

Pero...no pude hacer nada, me quedé pasmada. Lo único que hice fue voltear y ver sus ojos directamente. Me paralice aún más.

Esos ojos azules verdosos eran profundos y pesados, su mirada era intimidante pero irresistible. ¿Acaso lo habían tallado unos ángeles?

-Es que...aún no se tu nombre.- no podía contestar. Ustedes dirán ¿ Como se pude poner así por un chico? Bueno en Nevada ningún chico se quería acercar a mi por miedo a mi padre, pero esa es otra historia que luego les contaré.

Cómo pude le contesté...

-Natalia Carson.- trate de responderle firmemente.

Lo que hizo después me dejó atónita. Aún más en shock.

Soltó mi mano para tomar con delicadeza mi barbilla y subirla un poco para verme mejor, después me miro fijamente.

Sentí como si mi corazón se saliera, también pensé en lo confianzudo que era. ¿Eso lo habría echo con cualquier chica?

Me acerco a él y en un susurro me dijo-nos vemos luego...- para después darme un beso en la mejilla izquierda.

Mi corazón estalló. Sus labios al contacto con mi piel hizo una sensación inexplicable, sus labios eran cálidos y muy suaves.

Se quedó un momento con su respiración en mi oído y eso me estremeció.

-...Natalia.-cuando acabó la frase sentí calientes mis mejillas, acaso ¿me había sonrojado? ¡Vaya vergüenza!

Solo vi una sonrisa picarona, el vio que me sonroje. ¡Fuck! Pero...¡¿por que demonios lo hizo?!

Cruzamos miradas por última vez. Me di la vuelta y me fui. A cada paso que daba sentía esa pesada mirada en mi.

Para comprobar, voltee a ver si seguía ahí. Seguía observándome, con esa hermosa sonrisa, esa sonrisa picarona. Camine más rápido hasta ocultarme en una bonita pared de mármol.¡Por Dios! ¿Qué acaba de pasar?

Me asome un poco para ver si seguía ahí. Por suerte ya no, así que seguí mi camino. Baje por un ascensor y me encontré a mi mamá a media caminata.

-Que bueno que te encontré. No sabía en donde estabas. - note que estaba algo exaltada.

-Solo fui a dar un paseo por la escuela. Por cierto... ¿que te dijeron?-pregunté emocionada. En verdad quería estudiar ahí a pesar de los estudiantes.

-Si, todo esta bien, entras mañana a las 6:00 am, así que es mejor que no te desveles. - dijo mientras caminábamos a la salida.

-Mamá, y ¿lo de el material y el uniforme?- me dio curiosidad saber si llevaría uniforme, cuadernos, libros y cosas de escuela como en Nevada.

-Solo llevaras material, Arturo nos lo llevara a casa más tarde. - salimos del edificio y note de nuevo el parque. Quería leer mi libro en paz y pensar en lo que había pasado con aquel chico. Ni siquiera pude preguntarle su nombre.

-Mamá, ¿puedo quedarme un rato en el parque? Es que quiero conocer más la zona de mi nueva escuela. - pegunte algo nerviosa, ya que casi nunca me dejaba salir sola.

-Tienes hasta las 7, Arturo pasará por ti. -me emocione y le agradecí. Nos despedimos y me quede con mi bolsa y mi teléfono en mano.

Ella pidió un taxi y yo camine hasta el parque. En verdad era hermoso, muchas flores rosas, muchos árboles, arbustos con forma de animales, caminos de piedras y juegos de plástico para niños. Una verdadera maravilla. También había señores que vendían con puestos de carrito, papas, fruta, algodón de azúcar, pretzels, etc.

LA DRAMÁTICA VIDA DE UNA ADOLESCENTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora