Cap.17: "¡¿Hijos?!"

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-B-buenas noches. - Fue lo único que se me ocurrió decir al ver a mi padre, sentado y cenando.

—Buenas noches chicos. Siéntense a cenar. — Mi mamá se levantó casi de inmediato al vernos parados en la entrada del comedor.

—Gracias señora. Vamos Nat. — Elliot me empujó un poco por la espalda, haciéndome caminar hasta la silla vacía que mi mamá sostenía por el respaldo, con una gran sonrisa.

Mi mamá era un amor de persona, y el que me preocupaba era mi papá. No sé como reaccione cuando sepa que estoy con Elliot, aunque no creo que le enfade tanto.

—Buenas noches señor Carson. — Saludó Elliot a mi padre, con una gran sonrisa.

—Buenas noches muchacho. —Devolvió su sonrisa.

Creí que ese señor no tenía dientes, pues jamás lo veía sonreír.

Nos trajeron los platos a mi y a El. Empezamos a cenar en silencio, hasta que mi padre decidió hablar.

—¿Cómo has estado? — Preguntó. Sabía que se refería a mi, sin embargo, fingí que no. No respondí. — Natalia...— alcé la vista rápidamente. Él me miraba serio, esperando mi respuesta.

—Ah...me preguntabas a mi. — Solté una risita nerviosa y continúe. —he estado muy bien. Elliot me tiene mucha atención y...es excelente. — sonreí y seguí comiendo.

—Me parece perfecto. Ustedes dos se llevan muy bien, ¿no lo creen? — interrumpió mi madre.

—Así es señora. Lo qué pasa es que...—Sus ojos se quedaron en el perfil de mi cara, logrando ponerme más nerviosa. —yo estoy enamorado de Natalia. — Levanté un poco la vista para ver la reacción de mis padres. Ellos estaba realmente sorprendidos.

Tenían los ojos como platos y ambos se miraban.

—¿Te gusta mi hija? — pregunta mi papá. Supongo que fue para que quede más claro.

—Si, señor. — Al escuchar a Elliot nervioso y con la voz un poco quebrada, traté de no soltar una carcajada.

—Y...¿a Natalia le gusta Elliot? — Me puse seria de inmediato. ¿Qué se supone que debo decir? Claro que me gusta, y de hecho andamos ahora, o eso es lo que creo.

—Si, él también me gusta. — Esta cena no fue exactamente como lo pensé. Creí que iba a ser una plática tipo sermón de padre a hija, pero al parecer, es de mi padre a mi novio. ¡Qué bien!

—De acuerdo. Debo de admitir que...no me enoja. Me parece bien que dos chicos de la misma categoría salgan y disfruten su juventud. — ¿De la misma categoría? Eso no tiene nada que ver.

—¿"Misma categoría"? — Y al parecer, El pensó lo mismo que yo.

—Bueno, lo que quise decir fue que ambos vienen de familias adineradas y...será mejor cuando quieran casarse o...¿tener algún hijo? — ¡¿Qué?! ¡¿"Casarse"?!  ¡¿"O algún hijo"?!  NO, definitivamente no estoy pensando en eso ahora.

Elliot también intentó no atragantarse con su propia saliva.

—Oh...no me digan que no quieren tener hijos. — comentó mi mamá.

LA DRAMÁTICA VIDA DE UNA ADOLESCENTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora