Llegamos al salón y fuimos los primeros en entrar así que nos sentamos junto a la pared. Tyler en frente de mi y al lado se suponía que se sentaría Sophie.
Conversamos un rato en lo que entraban más alumnos y la maestra, me contó como era su papá y como lo trataba. Me sentí mal por el, su padre era cirujano, pero a su hijo no le prestaba la suficiente atención.
Varios minutos después, el salón estaba casi lleno. Sophie ya había llegado y nos estaba contando lo que le había sucedió en la mañana: Su madre la había castigado por fumar con el hijo de un amigo que era abogado, solo ella sería capaz de hacer algo así. Claro que reímos Tyler y yo cuando lo contó.
Todo paso normal en esa clase. Ellos confiaron muy rápido en mi y me contaron secretos que solo ellos dos sabían. ¿Y si les cuanto lo de Adam? no veo por que no hacerlo.
-Yo también tengo que contarles algo. - dije cuando todos estábamos escribiendo lo que la maestra había apuntado en la pizarra.
Sophie dejó de escribir y se fijó en mi.
-Suéltalo, ¿que tienes que contar? - en seguida Tyler volteo y fijó sus ojos en mi.
-Bueno. En la mañana, un tal Adam me molesto y se quedó con mi libro. No quería dejarme ir. - ambos abrieron los ojos como platos.
- ¿Adam? - Pregunto Sophie.
- Si, también lo encontré ayer, durante el recorrido que di en la escuela. -empece a escribir de nuevo el apunte y Sophie me detuvo.
-No te acerques a ese animal. Es un rompe corazones, nadie le gusta y solo juega con las chicas. - Agregó Sophie.
-Si, el año pasado humilló a una chica, solo por que la chica le declaro su amor. - El comentario de Tyler me sorprendió. ¿En serio ese tipo sería capaz de hacer algo así?
-Obvio que lo detuve. Trate de no verme enredada en sus encantos, y creo que si funcionó. - Claro que funcionó, le di mi lado más pesado y frío.
-saliendo de aquí, ese idiota me va a oír. - No quería problemas, así que le dije a Sophie que lo dejara.
-No, estoy bien. puedo defenderme yo sola. - con este tipo se que carácter debo usar.
-Pues eso no es lo que vi ayer en el parque. - Sophie dijo y yo le di toda la razón, no fui capaz de defenderme con esos dos chicos, pero con este será diferente. Ténganlo por seguro.
-Estaba nerviosa, además, eran dos. - cruce los brazos e hice puchero.
-Si si, pero si no puedes con Adam, yo me encargo. -Tyler respondió. Me sorprendió su comentario, pero accedí.
Terminamos el trabajo y platicamos sobre cosas sin sentido, anécdotas, chismes y cosas graciosa de Tyler.
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NARRA ADAM:Nunca me había costado tanto trabajo conquistar a una chica. Natalia es la única difícil que me a tocado, y eso la hacía un poco atractiva.
Se que de alguna manera caerá ante mis encantos.
Después de encontrarla leyendo en el campus, entendí que me tendré que esforzar más para tenerla amarrada.
<cuando Natalia se fue con Tyler en el campus, eso pasó con Adam. >
-okey...ahora que lo sé, me voy. - se safó de mi agarre y camino a paso rápido.
Quise seguirla, pero Charlotte me detuvo. Charlotte es mi exnovia, Ella aún no entiende que ya no me interesa en lo absoluto, pero es una chica demasiado insistente.
-¿Que hacías con ella? - me pregunto en su tono de exnovia tóxica.
-¿Acaso me estás siguiendo? -se que así era, todo el tiempo la encuentro por "casualidad".
-Claro que si, estoy viendo que no te resbales con cualquiera. - si tan solo Natalia estuviera así de loca por mi, todo sería más fácil.
-Eso ya no te debe de importar. - conteste de una manera cortante.
-¿pero que si me importa? - Charlotte es de esas chicas que lloran por todo y está no es la excepción.
-Adiós, Charlotte. - me aparte de ahí y seguí el camino por donde Natalia se había ido.
A lo lejos escuché a Charlotte gritándome.
-¡Vuelve aquí!. ¿Por que la sigues? - gritaba y preguntaba en sollozos, no me voltee por que sabía que lloraba para que yo la consolara. Jamás vuelve a pasar nada con ella.
Después de perder de vista a Charlotte me encontré a Natalia, quería dirigirme a ella, pero llego un chico que la verdad desconozco, me escondí en una pared de mármol y solo observé.
Ella corrió y lo abrazó, ¿que demonios? El chico no era más guapo que yo, pecas en su nariz, ojos claros, era alto y con un cuerpo fornido, claro que no mejor que el mío.
¿Ella me ignoraba por alguien como el? Eso tiene que cambiar, ninguna chica se me debe de resistir.
Hablaron de algo que no pude escuchar y juntos se dirigieron al salón 23, ese debía ser el salón de Natalia. Se me ocurrió esperarla al terminar la primera hora, así que terminando mi clase, me vendría rápido a este salón.
40 𝐦𝐢𝐧𝐮𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮é𝐬...
Sonó la campana y salí del salón rápidamente. Llegue al salón 23 que estaba un piso más abajo que mi salón y la esperé afuera. Todos salían y regresaban, pero ella no. No la había visto salir ni entrar, seguramente se había quedado adentro.
Entre y empecé a buscarla. Cuando la encontré, ella no notó mi presencia, la veía riéndose y que hablaba con alguien, al momento note a ese chico que ella había abrazado ¡Maldición! Me enoje tanto que salí del Salón como volcán apunto de erupción.
Empuje una mesa con fuerza y azote la puerta, todos se quedaron en silencio, las chicas se mordían el labio inferior y me veían con morbo, mientras los chicos me volteaban los ojos o decían cosas como "que idiota".
Camine enojado hasta la cafeteria y me senté en una mesa exclusiva para los jugadores de americano, ahi estaban mis amigos, tomando juy platicando.
-¿estas bien? - pregunto Liam.
-Si. Parece que otra fan se llevó tu playera de entrenamiento como el año pasado. - comento William. Es verdad, el año pasado, una chica se robó mi playera de entrenamiento, la descubrieron por que la vieron guardándola en su locker. Me hizo enojar tanto que no pude evitar gritarle, tampoco me arrepiento.
-Quisiera que fuera mi fan. - conteste ya un poco más tranquilo.
-¿O sea que si es por una chica? - pregunto William con su sonrisa picarona.
-Si, esa chica es muy difícil. - conteste tomando de la malteada de Liam.
-¿Que chica? - pregunto William.
-Es nueva, seguro no la conocen. Se llama Natalia, está en el salón 23 del piso dos. Solo es fría conmigo, hace rato la vi con un chico pecoso, riendo y coqueteando con el. - mi tono fue de enojo.
- Mira, hermano, primero queremos conocer a la chica y después te ayudamos a que caiga en tus redes de chico pesado. - contestó William.
-Bien, pero...¿Que pasa si esta con ese tipo con pecas en la nariz? - No quería que el estuviera mientras yo hablaba con Natalia.
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LA DRAMÁTICA VIDA DE UNA ADOLESCENTE
Novela JuvenilEsta es la historia de Natalia, una chica dulce, tranquila y explosiva. Con unos padres atormentadores, sobre protectores y con muchas ideas incoherentes para criar a una chica. Se la vive vigilada, aunque llena de lujos. Pero por muchos lujos que...