-¡Espera! ¡Natalia! - escuché una voz masculina familiar.
Dirigí la mirada en donde se escuchaba la voz, y vi a Elliot, corriendo hacia mi.
No me esperaba que ese chico viniera por mi. ¿Qué habrá pasado en casa después de que me fui?
-¿Necesitas algo? - absorbí la nariz y fingí una sonrisa.
Él me devolvió la sonrisa. - Solo...supuse que necesitarías esto. - sacó una sudadera negra y me la puso. - y claro, un poco de compañía. - pasó su brazo por mi hombro, me jaló un poco, y de un momento a otro, sus brazos me rodeaban.
Eran tan acogedores, que no pude evitarlo y lo abracé también. En ese momento, llegó de nuevo el sentimiento y la culpa por lo que había pasado, así que...tampoco pude evitar estallar en llanto en sus brazos.
Él me abrazo aún más fuerte. Hacia unos movimientos en mi espalda de forma para tranquilizarme.
-Yo se lo que sientes, linda. Pero tienes que seguir adelante, y dejarlo todo atrás.- sus palabras salieron de repente, y me tomaron por sorpresa.
-Es tan difícil cumplir las expectativas de alguien. - logre decir entre sollozos.
-Lo sé, pero es aún más difícil cuando ya las cumpliste, pero la persona aún no está satisfecha. Y eso es lo qué te pasa ahora. - besó mi cabeza y me alejo de él. -Créeme, se lo que sientes. - sonrío de nuevo y empezó a caminar.
Yo, enseguida le seguí el paso
-¿A donde iremos? -Absorbí de nuevo la nariz y me limpie con delicadeza las lágrimas.
-No lo sé. A algún lugar para que te pongas de buen humor. - me miró fijamente y me sonrío de manera amable.
-Eres un buen chico. Muchas gracias por estar aquí. - rodé mi brazo por su espalda, él al sentirlo se sobresaltó y acomodó su brazo en mis hombros, jalándome hacia él y juntándonos más.
-Eres muy linda para ser tratada así, y más por tu padre. ¿Quién se cree que es?- rodó los ojos y yo solté una risita.
La verdad, me gustaba este chico, y estaba bien, porque es del tipo en el que no tienes un silencio incómodo, o un sentimiento de remordimiento. Es todo lo contrario.
***
Todo pasó normal. Me hacía reír y seguía abrazándome, hasta que...a lo lejos, una silueta de dos personas nos veían con curiosidad.Elliot y yo nos volteamos a ver extrañados. No había mucha señal de ellos, así que pensamos que simplemente era una pareja que también la había pasado mal, o algo por el estilo.
Lo dejamos pasar. Nos acercábamos más y más hacia las sombras, hasta que llegó un punto en el que pude distinguir a las personas.
¿Ese era Adam? ¿Adam con una chica muy parecida a Sid de: "la era de hielo"?
-Mierda. - susurre, pero Elliot me escuchó.
- ¿Pasa algo? - pregunto con el ceño ligeramente fruncido.
-Es que...yo conozco a esas personas. - nos detuvimos por un instante.
-¿Cual es el problema, cielo? - quede pensativa, podría simplemente pasarlo desapercibido.
-Pues...es un chico molesto. Y ahora no me apetece mucho escuchar sus estúpidos comentarios. - voltee a verlo, él me sonrío y me dio un beso en la frente.
-No te preocupes, no le hagas caso y solo céntrate en mí. - sonrío de nuevo, y me miró con sus hermosos ojos expresivos.
Eso hice. Adam y su chica pasaron a nuestro lado, por un momento tuve la esperanza de que no me hiciera caso y se centrara en Sid. Pero...fue todo lo contrario.
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LA DRAMÁTICA VIDA DE UNA ADOLESCENTE
Teen FictionEsta es la historia de Natalia, una chica dulce, tranquila y explosiva. Con unos padres atormentadores, sobre protectores y con muchas ideas incoherentes para criar a una chica. Se la vive vigilada, aunque llena de lujos. Pero por muchos lujos que...