capítulo 29: los dragones de hielo

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Capítulo 29: los dragones de hielo.

Narra: consuelo.

-dios mío hay vienen!!- grito José y volvimos a correr, corrimos más rápido mientras un grupo de tres perros, dos jirafas, cinco viejos y siete niñas exploradoras nos perseguía para golpearnos.

***

Tres días antes...

Estaba caminando feliz por el centro de mí hermosa ciudad, los árboles estaban sin hojas, el volcán y las montadas estaban blancas y mí aliento era como humo, llevaba unos pantalones pegados al cuerpo grises, una polera negra cuello de tortuga y encima una chaqueta verde qué me llegaba hasta las rodillas y marcaba la cintura.

Como decía, iba caminando feliz por la calle cuando una tierna viejecita se me acerco -querida sabes donde queda la farmacia??- dijo con cara de buena abuelita -sip- respondi sonriendo -genial!! Me podrías indicar el camino??- dijo dando unas palmadas a su bolso -claro ho tierna viejecita, avanze cinco cuadras y doble a la izquierda- respondi con una gran sonrisa -vieja tú abuela!!-me dijo ella indignada, hice una mueca y luego pensé -también- dije levantando mí dedo índice con una sonrisa -va!! Me estas diciendo abuela??- dijo enojada la vieja -no yo...- tartamudie nerviosa -niña maleducada!!- grito enojada la señora y empezó a golpearme con su bolso -no señora no me golpee con su bolso!!!-gritaba yo mientras intentaba protegerme mí cabeza, asustada salí corriendo y choque con un viejo, este me enseñó el dedo medio y siguió su camino -viejos hijos de satan!! Vuelvan a sus cuevas!!- grite yo, estos me miraron enojado y empezaron a correr asia mí, asustada empecé a correr asia un restaurante y me escondi debajo de la mesa donde atienden, los viejos entraron pero la señorita qué atendía les dijo qué no sabía donde estaba, cuando los viejos se fueron salí de mí super escondite y le di las gracias a la señorita.

Esos viejecito corrían rápidos para la edad qué aparenta, yo les pongo unos 75 años.

Como me puse a divagar sobre lo qué recién había pasado, me puse a pensar en como eran físicamente los viejos esos.

la viejita traía el pelo blanco, tomado en un muy peinado tomate, era de tez blanca llena de arrugas, tenía los ojos verdes y traía un vestido floreado, era de mí mismo porte, por lo qué era muy bajita ya qué tenía tacones de unos 8 centímetros, tenía un bolso enorme café y una chaqueta como la de los qué juegan fútbol americano, en el brazo de la chaqueta tenía un dragón chino blanco qué lanzaba fuego blanco-celeste también, en la parte de atrás de la chaqueta tenía escrito algo pero no lo leí.

Por otro lado el viejo era altísimo, tenía el pelo café lleno de canas, tenía una ligera barba en su piel morena, tenía ojos marrones y vestía pantalones cafés de tela, camisa azul a cuadrille, enzima de esta traía un suéter verde y encima del suéter verde traía la misma chaqueta de la vieja.

Me pareció extraño pero no le tome mucha importancia, ya me vengarse de esos dos viejos.

***

-vamos después de clases a comer un helado!!- grite en medio de la clase de inglés, el profesor me miro enojado y siguió con su clase.

Al recreo nos pusimos de acuerdo y quedamos en qué yo, la Raquel, la Sofía y la Anto iríamos juntas, Lexi se iría en su auto, bueno en el de su mami y los demás se habían repartido entre los auto qué habían, el de sus papis.

***

Ya habíamos llegado a la heladeria llamada friätos o algo así, elegí mí típico helado sabor chocolate suizo con trozos de frambuesa , la Raquel no sabía qué elegir así qué le dije qué eligiera de capuccino, a ella le gustaban todos loa sabores y era perfecto por qué asi yo elegía su helado y después comía del mío y del de ella, Sofía eligió uno de mantequilla de maní y la Anto de chocolate con manjar.

Nos fuimos a sentar a la última mesa qué quedaba al aire libre, empezamos a comer nuestros helados cuando una vieja y un viejo se acercaron, traían la misma chaqueta qué los viejitos de ayer, pero estos eran otros, la vieja tenía el pelo corto y negro, la piel blanca y ojos cafés, era baja y usaba pantalones azul marino, un chaleco café y una polera rosada, el viejo era gordo, tenía pantalones de jeans y una camisa celeste, era casi calvo y traía un gorro estilo boina, ambos con la chaqueta esa del dragón -nos seden la mesa??- dijo el viejo serio, les mostré un dedo para qué espera un segundo y hice una mini reunión con mis amigas -no les daremos el puesto- le dije a la Raquel -ho vamos son sólo unos viejitos!!!- me dijo ella mirándolo de reojo -viejitos mis polainas, llegamos primeras, no se lo daremos- dijo la Anto decidida -yo diría qué sí se los deberíamos dar pero estoy tan cansada qué... pudranse viejos!!- dijo la Sofía, la Raquel rodó los ojos y volvimos a mirar a los viejito -lo siento pero no, pudranse, búsquese otra mesa!!- dijo la Anto moviendo su cuchara qué tenía helado -va!!- dijo la vieja, movió la mano y en un dos por tres, un viejo salió de la nada y nos mojó con una maguera, enojada me pare y corrí asia los viejos, una mano me detuvo y cuando vi a Tomás con un sonrisa burla, me contube de pegarle a los viejos y le pegue a él, sonrei satisfecha del chichon qué crecio en su frente y me puse a caminar asia la playa, obviamente junto a los demás del curso.

-Ni crean qué me quedaré de brazos cruzados!!- dijo la Anto mientras estrujaba su chancla, -ho No, claro qué no!!- grito la Raquel mientras estrujaba su tan presiado cabello, -hasta ahora se qué son cinco- dije yo -pero sí eran solo tres- dijo Lexi -no, no, no!! son un grupo qué son....!! Del infierno y un cuerno, hay qué averiguar donde viven- dije decidida mientras intentaba qué mí celular volviera a la vida, al no poder grite -necesita RCP!!- grite llorando -no estúpida no es.... va no importa trae acá- dijo Vicente, le saco la batería a mí celular y un chorro de agua salió, lo agitó un rato y me lo devolvió, esta ves encendido, chillé de alegría un rato y después me tiré a tomar el sol en la arena.

***

-bien enpensemos con él plan, "adiós pasas"- dije a través de mí wolki toki, -diez cuatro panda- me dijo la Anto, este era él plan, ella y las demás chicas iban al zoológico, robaban dos jirafas y las traían al asilo de ancianos.

yo ya estaba ahí junto con José (él hermano de Lexi) y Raquel, él plan había comenzado.

José hizo explotar una bomba de humo en la entrada.

mientras todas las enfermeras iban a ver lo qué ocurría, él tiro otra bomba de humo en el patio trasero.

Aprovechamos todo él pánico y rompimos una ventana.

entramos la Raquel y yo. ambas traíamos ropa deportiva, como sudaderas y pantalones enormes, además traíamos él pelo tomado y gorros encima, también traíamos pasa montañas.

Una ves qué entramos escuchamos la tercera bomba.

tomamos una mezcla, era una mezcla de comida de jirafa con agua y mucha, mucha sal, como dije tomamos la mezcla y se la tiramos a los dragón de hielo (era él nombre del grupo de los viejos qué nos lanzaron agua y me golpearon).

en ese instante las dos jirafas entraron y empezaron a lamerlos, al parecer a los perros también les gusta la comida de jirafa ya qué pronto llegaron y empezaron a mordisquear y lamer a los viejos, felices salimos y nos sentamos en la calle.

***
No se cuántos segundos después...

-Tengo hambre!!- grito la Raquel como una niña chiquita -miren niñas exploradoras!!- dije yo al ver a siete niñitas con cajas de galletas en sus manos -hora de actuar- dijo José tomando otra bomba de humo, la encendió cerca de las niñitas y estas salieron corriendo y gritando cuando la bomba produjo un extraño ruido, un ruido qué indicaba qué algo había salido

mal.

José corrió a pisar su amada bomba de humo para qué dejara de incendiarse, ya qué eso no debía pasar.

mientras él intentaba apagar él fuego nosotras recogimos las galletas y cruzamos la calle para comerlas, él problema fue qué cuando pusimos un pie sobre la hierba del otro lado de la calle, los dragónes de hielo salieron del asilo seguidos por las jirafas y los perros, inmediatamente después aparecieron las niñas exploradoras

-a correr!!- grito la Raquel y salimos todos corriendo.

chicas diferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora