Escucho el timbre sonar repetidamente, quitó las sábanas que cubren mis piernas, tomo una bata y cubro mi cuerpo, bajo las escaleras hasta la planta baja.
- ¡Maldición!.- exclamó al sentir el piso frío con mis pies descalzos.- No dejan dormir a gusto.- suspiro molesta.
Realmente es raro que me lleguen visitas y las chicas tienen prohibido venir hasta acá.
Tal vez y sea Mikhail.- pienso. - Desde la pelea que tuvimos ayer, ni siquiera me ha enviado un texto.
Tomo la perilla y la giro, encontrándome con un par de ojos grises, que me miran atentamente.
- Hola...¿qué hace aquí?.- logró articular, algo sorprendida.
- Quería asegurarme que estuvieras bien, le indique a Dario que te llevará a mi casa pero creó no acato mis órdenes.- inquiere.- llámame Adriano, por favor.
- Lo lamento, fui yo quién le pedí que me trajera a mi departamento.- continuo.
El asiente.
- ¿Puedo pasar?.- cuestiona.
- Claro.- respondo quitándome de la puerta.- Toma asiento.- le indico los sofás.- ¿Te puedo ofrecer algo de tomar?
- No, realmente estoy bien.- sonríe.- Solo quería venir a verte y asegurarme de que estés bien.- dice tomando asiento.
- Pues ya me viste.- sonrió devolviendo su gesto.
- Realmente lamento lo de ayer.- habla.- Puse tu vida en peligro, no me habría perdonado que algo te hubiera pasado.
- No puedo mentirte que me asusté.- respondo.- Pero...ya pasó.- respondo sin importancia.
- Creó que es necesario que sepas que trabajo en cosas ilegales.- lleva las manos a su cabello y lo alborota un poco.
Lo miro fijamente sin poder decir algo al respecto.
Vaya...No lo sabía.- pienso con ironía.
- No te haré daño.- susurra acercándose a mí.
Retrocedo un poco evitando su cercanía.
- Emmm...yoo.- comienzo hablar.- No sé qué decir al respecto.- continúo.- Pude haber muerto durante ese altercado, lo bueno es que solo a sido una herida superficial.- suspiro.- No, pensaste que pusiste en riesgo la vida de muchas personas... ¿Cómo diste con mi dirección? .- cuestiono cambiando el rumbo de la conversación.
- Lo sé, realmente todo se salió de control.- inquiere. - Pero créeme que encontraré a esas personas, los encargados de esa emboscada y los mataré.- responde molesto. - Sobre lo de tu dirección...solo investigue un poco...Dario me la dio.
Me aparto de su lado y camino hacia la cocina por un vaso de agua.
- Yo lo lamento Atenea.- dice mirándome fijamente.- Es demasiado por analizar.- continúa.- Pero era necesario que supieras esto... Tienes que saber que ellos no te dejarán en paz, te tomaron como un reen por estar conmigo y se que buscarán hacerte daño para llegar a mí.
- No lo creó, Señor De Santis.- digo segura de mis palabras, nadie se metería conmigo.- No tengo nada que ver contigo tan solo estaba haciendo mi trabajo.
El me mira por un momento y creó que duda de mis palabras.
- Quiero brindarte protección.- habla de momento.
-¿Para qué?...estoy perfectamente bien.- digo caminando hacia la sala.
El me sigue y puedo escuchar un suspiro.
- Atenea, ésto es más delicado de lo que tú piensa.- habla molesto.- Permitime mantenerte a salvó, pondré a mis hombres a qué cuiden de ti.
- No, Adriano.- contradigo.- No quiero sombras a mi lado.- respondo molesta.
(***)
Estéfano POV.
- ¡Estás loco!.- dice Ryan molestó.- Yo asesino personas, no cuido mujeres.
- No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando.- respondo molesto.- Ella será una presa fácil para ellos, y no permitiré que la hagan daño.
- Cuidala tú, amigo.- inquiere.
- ¡BASTA, Ryan!.- digo levantando la voz.- Por un maldito momento acata mis órdenes y has lo que te digo.- continúo.- Te estoy poniendo a ti por qué se que la mantendrás a salvó...-paso mis manos por mi cien.- Eres de mis mejores hombres y se que no me fallaras.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
ESTÁS LEYENDO
El rey de la mafia.
RomanceAtenea Dimou, una chica de Grecia, quien tiene tratos con la mafia rusa, se ve involucrada con el mafioso italiano Adriano De Santis. ¿El mafioso más temido, podrá tener sentimientos? ¡Ven y descúbrelo! Te invito a leer está maravillosa novela, de m...