Capítulo VI.

1.1K 39 1
                                    

Escucho el timbre sonar repetidamente, quitó las sábanas que cubren mis piernas, tomo una bata y cubro mi cuerpo, bajo las escaleras hasta la planta baja.

- ¡Maldición!.- exclamó al sentir el piso frío con mis pies descalzos.- No dejan dormir a gusto.- suspiro molesta.

Realmente es raro que me lleguen visitas y las chicas tienen prohibido venir hasta acá.

Tal vez y sea Mikhail.- pienso. - Desde la pelea que tuvimos ayer, ni siquiera me ha enviado un texto.

Tomo la perilla y la giro, encontrándome con un par de ojos grises, que me miran atentamente.

- Hola...¿qué hace aquí?.- logró articular, algo sorprendida.

- Quería asegurarme que estuvieras bien, le indique a Dario que te llevará a mi casa pero creó no acato mis órdenes.- inquiere.- llámame Adriano, por favor.

- Lo lamento, fui yo quién le pedí que me trajera a mi departamento.- continuo.

El asiente.

- ¿Puedo pasar?.- cuestiona.

- Claro.- respondo quitándome de la puerta.- Toma asiento.- le indico los sofás.- ¿Te puedo ofrecer algo de tomar?

- No, realmente estoy bien.- sonríe.- Solo quería venir a verte y asegurarme de que estés bien.- dice tomando asiento.

- Pues ya me viste.- sonrió devolviendo su gesto.

- Realmente lamento lo de ayer.- habla.- Puse tu vida en peligro, no me habría perdonado que algo te hubiera pasado.

- No puedo mentirte que me asusté.- respondo.- Pero...ya pasó.- respondo sin importancia.

- Creó que es necesario que sepas que  trabajo en cosas ilegales.- lleva las manos a su cabello y lo alborota un poco.

Lo miro fijamente sin poder decir algo al respecto.

Vaya...No lo sabía.- pienso con ironía. 

- No te haré daño.- susurra acercándose a mí.

Retrocedo un poco evitando su cercanía.

- Emmm...yoo.- comienzo hablar.- No sé qué decir al respecto.- continúo.- Pude haber muerto durante ese altercado, lo bueno es que solo a sido una herida superficial.- suspiro.- No, pensaste que pusiste en riesgo la vida de muchas personas... ¿Cómo diste con mi dirección? .- cuestiono cambiando el rumbo de la conversación.

- Lo sé, realmente todo se salió de control.- inquiere. - Pero créeme que encontraré a esas personas, los encargados de esa emboscada y los mataré.- responde molesto. - Sobre lo de tu dirección...solo investigue un poco...Dario me la dio.

Me aparto de su lado y camino hacia la cocina por un vaso de agua.

- Yo lo lamento Atenea.- dice mirándome fijamente.- Es demasiado por analizar.- continúa.- Pero era necesario que supieras esto... Tienes que saber que ellos no te dejarán en paz, te tomaron como un reen por estar conmigo y se que buscarán hacerte daño para llegar a mí.

- No lo creó, Señor De Santis.- digo segura de mis palabras, nadie se metería conmigo.- No tengo nada que ver contigo tan solo estaba haciendo mi trabajo.

El me mira por un momento y creó que duda de mis palabras.

- Quiero brindarte protección.- habla de momento.

-¿Para qué?...estoy perfectamente bien.- digo caminando hacia la sala.

El me sigue y puedo escuchar un suspiro.

- Atenea, ésto es más delicado de lo que tú piensa.- habla molesto.- Permitime mantenerte a salvó, pondré a mis hombres a qué cuiden de ti.

- No, Adriano.- contradigo.- No quiero sombras a mi lado.- respondo molesta.

(***)

Estéfano POV.

- ¡Estás loco!.- dice Ryan molestó.- Yo asesino personas, no cuido mujeres.

- No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando.- respondo molesto.- Ella será una presa fácil para ellos, y no permitiré que la hagan daño.

- Cuidala tú, amigo.- inquiere.

- ¡BASTA, Ryan!.- digo levantando la voz.- Por un maldito momento acata mis órdenes y has lo que te digo.- continúo.- Te estoy poniendo a ti por qué se que la mantendrás a salvó...-paso mis manos por mi cien.- Eres de mis mejores hombres y se que no me fallaras.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

El rey de la mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora