Risa es una chica silenciosa.
Liam es ruidoso e infantil.
Risa intenta no demostrar emociones a los demás.
Liam parece un niño curioso que sonríe sin parar.
Risa ha tenido que lidiar con un pasado tormentoso.
Liam tiene secretos que ni él mismo recu...
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Risa Braght
Con el corazón latiéndome acelerado me separé de Liam y lo miré fijamente con un gesto cómplice. Después de unos cuantos minutos me dijo que quería llevarme a un lugar que le parecía interesante.
No pude negarme.
Al pagar y hacer ademán de salir de la cafetería centramos nuestra atención en Layen, que ni siquiera se percató de nosotros al estar adsorta en el trabajo que realizaba junto a sus compañeros, así que mejor no la interrumpimos.
—Te advierto que está un poco lejos—mencionó Liam mientras conducía.
—No importa.
¿Que si desconfiaba? La verdad no. Conociendo a Liam seguro y me quería llevar a un lugar inofensivo como el cine, alguna tienda de discos o sala de juego. Y si no era a ninguno de esos lugares... Bueno, la curiosidad podía conmigo.
—Risa—me llamó sin mirarme—, hubiera ido por Rouse, pero no creo que le agrade a donde te llevaré.
—¿Y qué clase de lugar es?
—Ya verás.
Bufé.
—¿Sabes? De todas formas Rouse no hubiera podido venir.
—¿Por qué?
—Le avisó a su madre que se quedaría en la casa de una amiga.
—¿Y a tu mamá no le importa que tardes demasiado?
—A mi madre ya no le importa lo que haga.
Mentira. Sí le importaba, solo que con menos intensidad que antes. Lo que era bueno para mí porque así me daba un respiro.
Liam siguió conduciendo por un largo rato mientras hacía preguntas estúpidas sobre películas de Disney y Pixar.
—No me gusta La Bella Durmiente, Cenicienta o La Sirenita. Es más; las detesto. —Le respondí algo exasperada.
—¿Qué harías tú en sus lugares?
—Como Cenicienta no serviría ni atendería a esas tres chifladas. Como Autora no sería tan idiota para pincharme un dedo, además ese hechizo de sueño profundo no funcionaría conmigo porque bebo demasiado café.
