Capítulo 15

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Risa Braght

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Risa Braght


Eran aproximadamente las 3 de la mañana cuando me desperté. La cercanía que tenía con Liam en ese momento era tanta que podía escuchar los latidos de su corazón y percibir el calor que emanaba de su cuerpo. Uno de sus brazos me rodeaba de manera que me fue muy difícil poder apartarme de él para bajarme de la cama. Quería ser lo más sigilosa posible, pero las circunstancias no estaban muy a mi favor.

De todas formas hice lo que Rouse me había enseñado en situaciones como estas (en las que tenías que fingir ser un humano escurridizo): y me hice a un lado con cuidado, quedándome quieta cuando Liam soltaba algún suspiro. Al final logré ponerme de pie y respirar con normalidad.

Arreglé un poco mi cabello, el cual aun estaba algo mojado después de la ducha compartida que Liam y yo tuvimos después de hacer... Cosas.

La ropa extra que Lester nos había conseguido a Liam y a mí nos salvó de dormir envueltos en las mismas batas que habíamos tirado al suelo cuando hicimos... Ya se sabe qué.

«Por Dios, Risa. Concéntrate»

Me aseguré de que Liam aún siguiera dormido para poder buscar su celular en mi mochila. Cuando lo encontré me di cuenta de que estaba bloqueado con huella digital.

Una parte de mi cabeza me decía... Bueno, lo intentamos. Y la otra... ¿Qué? ¿Ves eso difícil? Ilusa.

Decidí hacerle caso a mi parte maliciosa y encendí el celular, me acerqué con cuidado al borde de la cama donde Liam dormía y tomé su mano con suavidad, apretando su dedo pulgar contra el pequeño espacio de la huella digital.

Éxito.

Cuando la pantalla se desbloqueó un fondo de Shrek me sonrió con todos sus enormes dientes.

Sonreí.

Me arremangué las mangas del suéter blanco que traía puesto y me alejé de la cama, abrí la puerta y salí afuera sin hacer ruido. Si no me equivocaba la habitación de Darrel, Lester y Harvey estaba al final de nuestro mismo pasillo.

Al llegar al número correcto toqué la puerta pero nadie me abrió. Toqué otra vez y nada. Sujeté el pomo y la empujé hasta que se abrió. ¿Qué clase de gente dejaba abierto...?

Manga de idiotas.

Y sí, incluso Harvey. Pero eso era algo  que no le diría directamente.

Apreté el celular en mi mano y continúe con mi extraña tarea.

El cuarto estaba a oscuras y la única luz que lo iluminó fue la que provenía del pasillo. En la cama estaba Harvey y Lester, y ambos casi se caían por estar cada uno al borde del lado que les correspondía. Pero era evidente que deseaban tocarse lo menos posible.

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