Pinkmilk - EunHae

Capitulo XI

—¿Cómo estarás el próximo fin de semana entonces? —No podía mentirme a mí mismo, esta era justamente la reacción que esperaba de él. Pero no pude evitar el aumento de mis esperanzas cuando Kangin y Siwon se alegraron al ver el cabello de los chicos y el mío. Donghwa no opinaba lo mismo.

—Estaré como yo quiera.

—No lo entiendes.

—Claro que lo entiendo —Me desesperaba que me siguiera tratando como a un niño. —Solo teñí mi cabello, no es para tanto.

—No, Hae. Esto no es maduro —ya llevábamos un rato discutiendo en mi habitación, mientras los demás seguramente se estaban divirtiendo y halagando al pelirrojo y a Leeteuk que se decidió por un tono rosado que le quedaba de maravilla. —Solo falta que perfores tus orejas o te tatúes.

—¿Y qué hay de malo en eso? Si es mi decisión no debo pensar en si a tí te parece bien.

—¿Te estas escuchando?

—¿Y tú te estas escuchando?

—Sabía que nunca debí dejar que te mudaras.

—¿Dejarme? ¿En serio piensas que eso me detendría?

—Estas convirtiéndote en algo que no eres.

—Bueno, es obvio que no soy rubio.

—No intentes bromear. —soltó exasperado.

—¿En serio crees que es lo que estoy haciendo? Mientras yo decida si quiero cambiar o no, será una decisión acertada.

—No debiste de hacerles caso.

—¡Donghwa, no me están manipulando! —No lo dijo con esas palabras, pero era obvio que los estaba metiendo a ellos en esto. — Y si no me he dejado de ellos es porque ya estoy harto de que otros decidan por mí.

—No estoy decidiendo por ti, Hae. —bajó la voz. —He dejado que decidas todo últimamente ¿Qué más quieres?

—Que entiendas, —respiré profundo para aflojar un poco el nudo en mi garganta —Tu no tienes que permitir que tome mis decisiones, porque simplemente no te incumben. Solo debes escucharlas, darme consejos y aceptar lo que decidiré. Solo a eso tienes derecho. Al igual que yo nunca te he dicho lo que tienes que hacer, espero lo mismo de ti.

—No entiendes

—No soy un bebé Hwa. Siempre seré menor que tú, pero hace mucho que dejé de ser un bebé. Solo que no lo has aceptado aún. —Sus ojos se humedecieron al igual que los míos. Pero eran sentimientos totalmente diferentes, mientras yo sentía la frustración de alguien que quiere por fin crecer de una vez. Los suyos me mostraban lo dolidos que estaban, pero no podía disculparme por decir lo que siento.

—Volveré el próximo viernes. —caminó hasta la puerta sin mirarme siquiera. —Procura no tatuar tu cara demasiado rápido para demostrar tu punto.

Su último comentario de verdad me hirió. Solo era un tinte, ni siquiera resaltaba tanto como el de Heechul. La diferencia era que a Heechul no le interesaba la opinión de los demás. Incluso si a Siwon no le hubiese gustado, él no le habría hecho caso a sus reclamos. Luego de un rato escuché los leves toques en mi puerta, y como entraban sin que pudiera abrir mi boca. Lo agradecía ya que no creo que pudieran entenderme entre mis sollozos. Vi a través de mi vista borrosa a Heechul entrar.

—Cómo te sientes? —Se acercó a mí y me abrazó

—Como un idiota —devolví su abrazo porque necesitaba que alguien me transmitiera toda la confianza que necesitaba.