Capitulo II

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La tienda estaba cerca, así que no tuve que caminar mucho. Entre y busqué el área de hogar, lo que más necesitaba era una cama, no podía dormir en el suelo, así que fue lo primero que elegí. Era grande y cómoda le dije al dependiente que llevaría más cosas por lo que pagaría todo al final, y por esa razón el me acompañó a elegir todo para que se le hiciera más fácil cargar todo después a la tarjeta.

—Tienes mucho que elegir—dijo con una sonrisa—¿Te mudas?

—Sí, La verdad es que necesito casi de todo, no tengo nada por el momento. —revisé mi lista—Ahora necesito un escritorio, un televisor y una computadora—La verdad es que ya tenía una computadora, pero quería una exclusivamente para la universidad. Soy muy ordenado con todo y no quería revolver todas mis cosas.

—Por favor si necesitas algo mas no dudes en venir—El chico era muy amable, me ayudó incluso a escoger una alfombra y unas sábanas. No todos los chicos eran raros como Eunhyuk.

Luego de pagar y dar la dirección de la casa yo también emprendí mi viaje hacia ella, quería estar antes de que ellos llegaran.

Al llegar estaba igual de vacía que al irme, era un alivio, la verdad es que lo único que sabía de los chicos con los que viviría era que eran dos hombres y nada más. Solo esperaba que no pertenecieran a alguna secta o alguna cosa parecida. Porque definitivamente si algo así pasaba me iría a un departamento sin siquiera decirle a Donghwa, pero a Mokpo no regresaría.

Revisé la hora en mi celular, ya eran las cinco de la tarde, los muebles vendrían pronto. Creo que tenía tiempo de llamar a Donghwa. Busqué su contacto y comencé la llamada, esperando que no comenzara con sus pedidos para que regresara. Apenas llevaba unas horas en la ciudad.

­—¡PinkyPink! —Mis tímpanos estaban en peligro—No creo que hayas tardado ocho horas de Mokpo a Seúl. —Su resentimiento se notaba a kilómetros. Y yo era el bebé claro que sí.

—Tuve que ir a almorzar y luego a comprar todo lo necesario para la habitación—Lo dije totalmente calmado. Porque alguien debía ser el adulto en esta relación. —Acabo de llegar.

—¿Ya tienes todo?

—No, estoy esperando a que me envíen las cosas desde la tienda. Incluso compré un mini refrigerador por si acaso—dije orgulloso por mi razonamiento. Era por si no me llevaba bien con los otros chicos.

—¿PinkyPink no quele que tomen su Pinkmilk? —Maldición, lo dijo en tono aniñado. ¿Por qué me tenía que molestar de esta forma?

—Por Dios ¿No puedes comportarte? ¿Tú eres el hombre responsable que no me quería dejar ir? —Reí muy fuerte por sus niñerías. Todos pensando que él es un hombre serio y centrado, es claro que no lo conocen como yo. Él también es aniñado pero creo que mi apariencia no me ayuda, y por eso parezco el bebé en todo esto.

—Oh cariño, tu eres tierno hasta siendo serio. — mi estruendosa risa termino, rodé mis ojos.

—No me digas cariño, idiota—No soportaba esos apodos que todos se empeñaban en ponerme. Me puse serio al notar que hacia un puchero. No. Yo quería ser serio.

—Sabes que es inev...—deje de escuchar. Había alguien en la puerta que daba al vestíbulo. Dos chicos para ser exactos—...siempre. —No había escuchado lógica en esa oración. Me distraje completamente.

—Debo colgar, te llamo luego—No esperé su respuesta y corté la llamada, ya tendría tiempo para que me siguiera molestando, en este momento quería conocer a mis compañeros de piso. —Hola.

—Hola. —El chico me vio con una enorme sonrisa en su rostro. Ya me caía bien—¿Tu eres Donghae? —asentí, estirando mi mano para saludarlo, él la aceptó.

Pinkmilk - EunHaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora