Eres luz [Erick Brian Colón]

•CAPÍTULO 3•

EL VIAJE

Camila

Para presentarme al examen de admisión especial debía de realizar un viaje hasta Estados Unidos, pero la universidad no cubría ese tipo de gastos así que junto a mi familia planeamos distintas formas de conseguir el dinero para los pasajes, vender pastelitos, hacer de niñera de mis vecinos pequeños, clases particulares a estudiantes de cursos más pequeños, podar los jardines de mis vecinos, lo que fuera necesario para conseguir todo el dinero de los pasajes y la estadía por unos cuantos días que tomaría la estadía en aquel país, además mamá no podría acompañarme por lo que mi madrina, la mamá de mi mejor amiga, fue destinada a ser mi compañía.

Durante el viaje en avión, la señora Anderson me comentó que últimamente ha estado viendo un nuevo programa junto a su hija a la hora de cenar, trata de un grupo de chicos tenían que hacer diferentes tipos de pruebas relacionadas con la música para saber si podrían ser los nuevos integrantes de la próxima boyband. Por lo que explicó, durante estas semanas están grabando los últimos capítulos de dichoso programa y que, quizá si teníamos tiempo, podríamos ir como espectadoras ya que conocía a una amiga que tenía un primo que era amigo del productor del show y le había ofrecido ir a ver.

La universidad se había comunicado conmigo hace unos días para confirmar mi asistencia y saber dónde nos estaremos hospedando para ayudarnos a llegar al establecimiento sin problemas.

Al aterrizar y localizar nuestras pequeñas maletas nos encaminamos a un grupo de taxistas con intención de pagar por alguno que nos lleve al hotel donde alojaremos por unos días. Para nuestra suerte, uno de los amargados taxistas nos ofreció un viaje hasta el hotel a un módico precio, así que sin mucho más que rebatir nos dejamos guiar por aquel hombre hasta su vehículo.

Mis nervios aumentaban a medida que nos adentrábamos a la ciudad, en tan sólo un par de horas se decidirá todo y no puedo evitar estar ansiosa por ello. A mi lado, la mamá de Emi conversa animosamente con el taxista sobre su trabajo y si alguna vez le ha tocado transportar a algún famoso o celebridad, el taxista se emociona y narra un encuentro que tuvo con un famoso actor que tuvo el placer de llevar en su auto, palabras de él, no mías, aunque no quiso revelarnos su nombre para mantener la confidencialidad.

Al llegar a nuestro paradero el hombre nos ayuda a bajar las maletas y dejarlas dentro del hotel, la señora Anderson paga por el traslado y nos entrega una tarjeta en caso de que necesitemos de sus servicios. Nos hospedaremos en un hotel de dudosa reputación, pero era uno de los pocos que se ajustaba a nuestro limitado presupuesto así que no hay nada que reclamar, además sólo serán tres días.

Nos dan la clave de wifi y le escribo un mensaje a mamá avisando que ya hemos llegado al hotel. Dejamos nuestras pertenencias en la habitación y salimos en busca de algo para comer, no somos muy exigentes y terminamos comiendo en un pequeño local de comida rápida a unas cuadras del hotel.

Al regresar a nuestra habitación, la señora Anderson me ayudó a repasar mis estudios con unas tarjetitas que había preparado algunos días antes. En aquellas tarjetas, contenían preguntas de todo tipo que supuestamente estarían dentro del examen o que requeriría de saber.

Estuvimos toda la tarde estudiando y repasando, además la mamá de mi amiga es muy buena para ayudarme a no perder el foco y hacer las mismas preguntas de diferente forma con tal de despistarme. Pedimos algo para cenar y nos fuimos temprano a la cama para estar descansadas para el gran día.

Hoy es el día del examen. Debo admitir que estoy muy nerviosa y no tengo idea de lo que ocurrirá. Por lo que hablé con la secretaria del director de la universidad, tendré que presentarme a las diez de la mañana y me darán una prueba que debo tardar de resolver en tres horas, y según los resultados que obtenga en aquella prueba me avisarán si soy seleccionada o no para postular a las becas.