Capítulo 30

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Jared estuvo de viaje visitando a su madre 1 semana en New York, se lo merecía. Por lo que me contaba parecía una señora bastante dulce y amable, solo que había sufrido y vivido mucho. 

Yo me dediqué algo de tiempo. Tenía algunos ahorros que gasté en manicura y salón de Spa. Algo muy poco común de mi. 

Hablamos todos los días por mensaje y no hubo momento en el que no me rogara que le dijera mi usuario de Instagram, cosa que no iba a suceder porque hasta hace muy poco los rumores de la misteriosa amante de Jared Leto eran la ultima noticia. 

Hoy llegaba y quería sorprenderlo esperándolo en el aeropuerto. Fue difícil encontrar el lugar por donde desembarcaban los aviones privados, todo era como secreto. 

Se quedó plasmado cuando me vio esperándolo con mi entero azul largo. Mi mano derecha tomaba mi mochila con fuerza y la izquierda lo saludaba. Jared tenía unos pantalones de algodón, típicos de viaje y una remera grande marrón. Empujaba una valija y cargaba una mochila, la cual casi se cae al piso en el momento que me abrazó y elevó en los aires. 

-¡Que haces aquí Mags?!- Preguntó con la emoción de un niño. 

-Queria sorprenderte- Dije entre risas. -¿Lo hice?- 

-Si- Asintió sin dejar de enseñarme sus dientes perfectos. -¡Estas loca!¿Como llegaste hasta aquí?- 

-En Taxi...- Sonreí. -Y nos espera para ir a casa...- 

Jared no caía en asombro y solo me miraba con dulzura. Puso sus dos manos en mis mejillas y se acercó a mis labios pero... se detuvo al instante y solo soltó una risa algo frustrada. Me sonrojé y tome su mano para acompañarlo lentamente al taxi. 

Cuando llegamos a su casa claramente no me dejo pagar ni un centavo del taxi y solo me recriminó que no tenía que hacer todo ese viaje. Sin embargo no podía ocultar esa cara de felicidad absoluta. 

Doblabamos su ropa y la ordenábamos en su armario mientras me comentaba la felicidad de su madre al verlo. 

-Como si no me hubiera visto en años- Rió doblando un pantalón. -Casi se larga a llorar. Siempre fue tan dramática...- 

Giró sus ojos provocando en mi una risita. La ultima camisa fue doblada y me senté en la cama observando cada movimiento que hacía con su boca para hablar. 

-Fuimos casi todas las noches a su restaurant preferido y me presumía frente a todos los camareros del lugar. "Vino mi hijo de visita, este es el segundo. Es la estrella de cine!"- 

-Que tierna- Confesé. -Es una mama orgullosa Jared- 

-Lo se- Rió. -Pero estaba algo intensa con el asunto.-

Se acostó a mi lado estirando sus piernas y frotando sus dedos en su frente para liberar algo de tensión. Recosté mi cabeza a su lado y me miró con sus ojos color cielo. 

-También te extrañe mucho...- Dijo con una voz suave sin dejar de mirarme. -Nunca me pasa es decir... viajo mucho y aun asi nunca extrañe tanto a alguien.- 

Sonreí sintiendo mi estomago estrujarse de los nervios. 

-Yo también te extrañe...- 

Suavemente, incorporó su anatomia sobre la mira conectándonos con una mirada penetrante. Ambas palmas de sus manos fueron a mis mejillas y apegó su nariz frente a la mía. 

-...No creí que iba a hacerlo- Confesé. 

-Maggie...- Dijo algo nervioso. -¿Puedo darte un beso?- 

Fui yo la que lo hizo. Hice que nos fundiéramos en uno solo rodando entre las sabanas conectados por un profundo y delirante beso. 

Sus manos recorrieron todo mi cuerpo con desesperación, y las mías se aferraban a su espalda buscando consuelo. La ropa nos la quitamos en cuestión de segundos y a diferencia de la larga jornada de amor que nos tomamos en su cama. Terminó tan agotado que se durmió al instante, la noche ameritaba a ser terminada de esa manera. 

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-¿Y cuando vendrás a la piscina Maggie?- 

Preguntaba Sam desde la pantalla del movil mientras comía galletitas.  Esa era claramente la pregunta mas odiada por Maggie. "¿Cuando vendrás?" 

-Cuando pueda comprar el pasaje Sammy- Sonrió. -Las cosas están algo complicadas pero te prometo que en cuanto consiga algo iré a visitarlos unos días.- 

El niño suspiró y bajó su vista hacia la taza que hace unos segundos sostenían sus manos. Maggie lo observó con nostalgia pero ya tenía algo de experiencia en fingir. 

-¿No nos abandonarás tu también verdad...?- 

Su corazón se detuvo. Sintió su piel erizándose y hasta las suaves caricias que Jared le depositaba en su pie desaparecieron. Sintió sus ojos mirándola intentando comprender algo de la oración y los suyos llenos de lagrimas. 

-Jamas haría eso Sam- Negó firme buscando sus ojos en la pantalla. -Jamas te abandonaría. ¿Como se te ocurre eso?- 

-Pero ella también...- 

-Ella es una idiota- Dijo seria. -No me compares con ella porque yo no soy así. Ni se te ocurra pensar eso de mi Sam.- 

El asintió y entendió que había hecho que su hermana se incomode. Le regalo una sonrisa y Maggie le fingió otra a cambio. 

-Bueno..- Dijo el niño. -Ire a la piscina, en un rato te llamo- 

-Si Sammy- Asintió. -Ve a jugar te amo.- 

"Te amo" fueron las dos palabras que a Jared no le parecieron para nada extrañas. La vio finalizando la videollamada con lagrimas en sus ojos. Se puso de pie para disimular aunque ya estaba completamente descubierta. 

-Linda...- Suspiró. -¿Necesitas algo?- 

-Nop.- Negó tragándose las lagrimas. 

Fue hasta la cocina y volvió a la sala de estar con un vaso de agua. Se sentó al lado de Jared y recostó su cabeza en su hombro con dulzura. 

-¿Por que no vamos a visitarlos?- Preguntó. 

-Aún no tengo el dinero- Negó ella. -Estoy ahorrando cada centavo y lo saben, Sammy es muy pequeño y no lo entiende. Ya se le pasará.-  

-Maggs- negó y buscó sus ojos. -Yo te invito, vamos juntos. Tomemonos unas vacaciones- Sonrió. 

Maggie lo miró algo perdida y asustada. Negó tantas veces que parecía estar completamente en shock. 

-No Jared- Rió algo nerviosa. -¿Estas loco? Nunca dejaría que hagas eso. No tienes por que- 

-Si tengo por que- Besó sus labios con amor. -Te veo mal y no me gusta verte así. Tengo la oportunidad de ayudarte y quiero que asi sea- 

-Es mucho dinero Jared- Negó. -Seria demasiado ademas... estoy ahorrando y podré comprar el pasaje en algunos meses. Era obvio que esto pasaría y fue algo que acepté en el momento en que respondí el mail de la beca.- 

Jared se puso de pie y fue al enorme mueble blanco que sostenía el televisor. De arriba de un estante tomó un sobre amarillo con un moño blanco y se lo dio a Maggie con una pequeña sonrisa. 

-Ya es tarde para eso...-

Ella casi se muere.  

19-30 (Jared Leto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora