Capítulo 14

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Me desperté con la Luz del día de Los Angeles rozando mi mejilla. Cuando abrí los ojos vi esa hermosa y gran ciudad, se podían ver los autos pequeños yendo y viniendo, las personas corriendo y volviendo, un caos perfecto. 

Refregué mis ojos buscando un poco de alivio del sol. El cuarto de Jared parecía otro con la luz del día, se podía apreciar las paredes con grandes detalles como si fueran dibujos y los diferentes retratos en las paredes.

Luego de estirar los brazos, giré mi cabeza y encontré la cama vacía pero una gran bandeja con mucha fruta cortada perfectamente, unas tostadas, una jarra negra y una taza. Todo estaba acomodado como si fuera un trabajo de ingeniería y frente a la bandeja había una nota. 

"Tuve que grabar temprano. A las 11 llego y almorzamos. POR FAVOR desayuna, Andrew te preparó esto y te va a estar vigilando." 

"Demonios." Pense. "Inteligente y amoroso Jared." ¿Quien es Andrew?. 

De repente alguien tocó la puerta. 

-¿Si?- Dije algo extrañada. 

-Señorita Margaret?- Preguntó una voz detrás de la puerta. -Soy Andrew, quería saber si su desayuno esta bien y si necesita algo- 

-Oh Andrew, no no, todo esta perfecto, muchas gracias.- Dije con un tono elevado para que me escuche. 

-Excelente, cualquier cosa estoy abajo.- 

-¡Gracias!- Respondí. 

Escuché como se fue y no pude evitar reír un poco. Estaba en la casa de prácticamente un desconocido hablando con su... ¿chef?. En fin. 

Ví la bandeja y mi estomago se retorció, no tenía hambre. Nunca tenía hambre. Probé un poco de fruta pero mi cuerpo automáticamente lo rechazaba y se apoderaban de mi unas enormes ganas de vomitar. Comí forzadamente una tostada y un poco de la fruta pero no pude ni terminar la mitad del plato. 

Me levanté, fui al baño, me cambié y salí de la habitación. Bajé las grandes escaleras de madera de la casa que parecían estar flotando en el aire. En el camino escuchaba una voz grave que se acercaba mas y mas hasta que dejó a Jared parado al pie de la escalera con una sonrisa. 

-Se despertó la bella durmiente- Rió. 

-¿Dormí mucho?- Reí también. -No se que hora es, supongo que si estas aquí mas de las 11.- 

-Once en punto.- Estiró su mano para que bajara los últimos escalones que nos separaban.- acabo de llegar.- 

-¿Como te fue?- Le pregunté. 

-Bien. Solo eran unas cuantas tomas.- Me miró a los ojos. -¿Comiste?- 

-Si- Giré los ojos. -Oh, olvide bajar la bandeja.- 

-Tranquila, ahora Mary se encarga de limpiar- 

-Pero- Negué. -Déjame bajar la bandeja al menos...- 

-Shhh- Dijo y me abrazó mientras caminábamos hacia el jardín de la casa. -No te preocupes, en serio.- 

Nos sentamos en unos sillones al lado de la piscina. Era un día hermoso. De pronto mi teléfono sonó.  Era Sarah. 

-Hola Sa..- 

-Amiga estamos yendo a tu casa- Me interrumpió. -Y por "estamos" me refiero a todos nosotros.- 

-¿Que?- Reí. 

-Si. Nosotros 5. Estamos yendo a tu casa, te buscamos y vamos a la playa.- 

-No no no- Negué. -Detente ahí- Agregué riendo. -No estoy en casa querida..- 

19-30 (Jared Leto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora