CAPITULO II (+18)

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Sintió su corazón latir desbocadamente al darse cuenta de lo que estaba haciendo, bueno más que darse cuenta era asimilarlo

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Sintió su corazón latir desbocadamente al darse cuenta de lo que estaba haciendo, bueno más que darse cuenta era asimilarlo. Jamás había hecho algo igual... la idea era excitante y a la vez le preocupaba hacer el ridículo.

Pero Natasha Romanoff no se echaba para atrás. Y por sus hombres haría cualquier locura.

Así que tomó una gran bocanada de aire y en cuanto sonó la música, salió a su escenario improvisado. Le sonrió a los dos hombres que la veían expectantes, si no cerraban la boca probablemente terminarían con la quijada dislocada.

El rubio y el castaño aguardaban en un par de sofás que ella había acomodado estratégicamente colocarlos juntos, pero en diagonal casi enfrentando el uno al otro.

Sabía las preferencias y fetiches de ambos, Steve era un ferviente admirador del encaje y las transparencias... mientras Tony era algo más oscuro y le gustaba verla con medias y minifaldas... con algún disfraz encima, además que le gustaba imponerle castigos. Así que esa noche sorprendería a ambos.

Cuando Tony escuchó el inicio de Baby one more time, automáticamente su boca se quedó seca. Tomó de un solo trago su vaso de escocés y casi perdió el sentido cuando vió a Natasha salir frente a ellos con un uniforme de colegiala, con medias y ligas incluidas. Esa mujer era su muerte y resurrección.

Aunque Steve no entendió la referencia, al verla sentarse dándole la espalda y moverse provocadoramente sobre una silla colocada entre ambos hombres, sintió que se le detendría el corazón. Era la primera vez que veía algo así; tiempo atrás Tony había intentado llevarlo a un lugar donde habrían mujeres bailando que se desnudaban por dinero, según decía, pero era algo que nunca le había pasado por la mente, así que se negó rotundamente a la invitación... No imaginaba lo excitante que sería ver a la mujer que amaba bailar para él, incluso con ropa puesta.

Natasha se levantó de la silla al compás de la música, dándoles una vista privilegiada de su trasero y la nula tela que lo cubría. Se volvió a sentar pero ahora quedando frente a frente. Abrió lentamente las piernas, subiendo con su índice la falda, para mostrarles la diminuta prenda interior de encaje blanco que usaba debajo y el ligero a juego.

Ambos hombres comenzaban a hiperventilar de la sola idea de arrancarle la ropa y hundirse en ella de una buena vez. Pero tendrían que esperar y disfrutar el show, aunque ciertas partes de sus anatomías comenzarán a incomodarse por la excitación.

Nat llevo las manos hasta su suéter, que se quitó sensualmente y lo dejó sobre el suelo, para luego comenzar a desabrochar uno a uno los botones de su blusa blanca que solo dejó abierta, dejando a la imaginación lo que había debajo.

Se levantó por fin para acercarse al regazo de Steve y contonear sus caderas sobre él, rozando su erección cuando se sentó en sus duros muslos. Mientras lo hacía, veía divertidamente a Stark, que pacientemente esperaba su turno; él disfrutaba siendo espectador, ver a su chica divertirse con su otro novio igual lo hacía estremecerse de placer.

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