Capítulo 18

30 8 10
                                    

"Hande"

Presiono el botón de Ignorar y subo al auto de Sebastian, no pienso lidiar con Nate justo ahora.

—¿Lista para irnos, Lucesita?

—Odio que me llames asi, Bas.—lo mire.—Y si, ya podemos irnos.

—Amas que te diga asi, Lucesita—Sebastian Rolex, hermano de mi mejor amiga y prácticamente un hermano mayor para mi.

Sebas me ayuda con todo lo relacionado a mis hermanas, el proceso de adopción y eso, ya que Cassia y Teresa no son mis hermanas de sangre eso lo complica todo, la ley me prohíbe adoptarlas. Con Cansu las cosas son diferentes ya que ella lleva mi sangre, igualmente me hizo prometerle que no la llevaría hasta que el asunto con Cassia y Teresa estuviera resuelto y eso haré, me llevaré a las tres conmigo.

—Estás muy callada hoy, ¿quién eres y que haz hecho con mi lucesita?—exclamó con fingida alteración.

—¡Que tonto eres!—exclamé también. Reímos.

—Gracias por esto, Bas.

—¿Qué cosa?—preguntó cesando su risa.

—Por esto—cerré los ojos un segundo y los volví a abrir— Por todo, todo lo que haces por mi y mis hermanas.

—¡Hande!— sé que lo que va a decir va muy en serio, pues me acaba de llamar por mi nombre de pila y no por el cursi apodo que tiene para mi desde niña.— Te amo con locura, lo sabes ¿no? A ti y a tus hermanas. Las considero parte de mi familia y yo no abandono a mi familia— tomó mi mano sobre mi muslo mientras conducía con la otra sola.— No están solas.

—¿Por qué no usas más seguido esa neuronita? Dices cosas muy lindas cuando lo haces— mi amigo y abogado rodó los ojos.

—¿Sabes qué? Contigo no se puede hablar—soltó mi mano pero sin quitar la expresión juguetona de su rostro, lo extrañaba tanto.

—Dios, ¿podrías explicarme dónde has estado todo este tiempo? Te extrañé horrores—me quité el cinturón de seguridad y con cuidado de no desestabilizarlo, lo abracé.

—Yo te extrañé más, Lucesita— Odio que me diga asi, lo hace a propósito.— Ya sabes, el caso contra mi familia en España. Lo unico en lo que pensaba era en volver a Chicago con la luz de mis ojos-besó mi coronilla.— Por cierto, hablé con unos colegas allá, me aconsejaron sobre tu caso, ya verás que pronto estaras con tus hermanas.

—¡¿En serio?!—grité literal muy emocionada— No sé como voy a pagarte todo lo que haces por mi y mis hermanas Bas, eres único.

—Lo se— sonríe coqueto.— De todas formas no tienes que pagarme nada tonta.

Bas consiguió una reunión con el Departamento de Asistentes Sociales para evaluarme, es parte del proceso legal de adopción. No voy a negar que estoy muy nerviosa, si no me aprueban como tutora no habrá nada que pueda hacer para sacar a mis hermanas de ese lugar, nisiquiera a Cansu podría adoptar.

—Oye te conozco, deja de torturarte ¿si? Todo saldrá genial, ya verás.—Bas aparca su auto frente al enorme edificio y se desprende el cinturón.

—¿Y si no es asi? ¿Y si resulta que les parezco un desastre y consideran que no soy apta para hacerme cargo de tres niñas? Carajo, es que ni yo misma estoh segura.—Sebastian arqueó ambas cejas en sorpresa, siempre me habia mostrado muy segura hacerca de las adopciones en todo momento, el nerviosismo comenzaba a hacerme dudar sobre si sería capaz o no de manejar la responsabilidad.

—Hey, ¿qué estás diciendo?—con su mano sube mi mentón para buscar mi mirada— Eres la persona más capaz que conozco Hande, amas a esas niñas y esas niñas te aman a ti. Lo harás genial, tengo fe en ti pequeña.-sonreí ya con más confianza— Y si eso no es suficiente, me tienes a mi. El tío Bas al rescate— sube su mano empuñada posando como superheroe, haciendo que me ría como tonta.

Frágil FortalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora