Capítulo 7

19 11 5
                                    

"Hande"

Había pasado dos días desde el evento que hicieron los Rowan. Cansu ya estaba mucho mejor, por lo menos podía caminar bien. Luego de ese día he tenido un sin número de tareas por realizar en la casa de los Rowan, casi no había tenido tiempo ni de toparme con el idiota de Nathan y agradecía al cielo por eso. Ahora mismo me encontraba en el jardín regando las flores de la señora Rowan, era muy amante de estas cosas.

—¡Hola!—Chris se acerca a mi con una sonrisa.

—Que pasa, rubio?.—le sonrío. Ese era mi apodo para él.—¿Por que tan temprano en casa?

—Quería pedirte un favor.—me mira algo nervioso.—He invitado a Cansu al parque de las luces, pero ella aún no se siente con la confianza para ir a solas conmigo.

La información que me está dando me deja algo sorprendída, tomando en cuenta que mi hermana quería asesinarlo hace tan solo un par de días, pero por otro lado me siento tan feliz por esto. Mi hermana es una chica hermosa, y no lo digo porque es mi hermana, lo digo porque es la realidad. Aparte de su físico, Cansu tiene un gran corazón.

-¿Quieres que la convenza?—lo miro; él niega.—¿Entonces?

—Quiero que nos acompañes, para que ella se sienta cómoda.

—¿Ser un mal tercio?—lo mire.—No sé, no me gustaría ser un tercio y presenciar algo que no deba.

Las mejillas de Chris se tornan de un color rojo. Sé que lo he puesto nervioso, más de lo que está. Trato de no reírme por esta pequeña escena, para que negar que se ve adorable.

—¿Habló con Nathan para que vaya?—ahora mi sonrisa se esfuma.

—¡No!, así está bien.—lo miro.—Iré con ustedes, pero tienen que comportarse.

Chris asiente alegre y me abraza, algo que me toma por sorpresa. Chris y yo siempre nos hemos llevado bien, solo que algunas veces es reservado, callado, un chico muy tranquilo. No como Nathan, que es un maldito hormonal y un desecho humano.

Termino de mojar las plantas y entro a la casa. Termino de hacer mis deberes y veo a Leo arreglar la mesa de la sala. Tiene galletas, leche y un sin número de gomitas y dulces, sin decir que también tenía los libros y cuadernos de estudios. Me fijo que esta muy concentrado arreglando todo como si estuviera esperando a alguien para estudiar.

"Cassia"

Maldigo bajito mientras camino por la acera para llegar a la casa de los Rowan. La profesora me había puesto de compañera de Leonardo, esa mujer debe de odiarme porque no me quizo cambiar con otra persona. Leo me había dicho que él podría ir donde vivo, pero decidí venir yo, no quiero que vaya al orfanato y darle un motivo para burlarse de mi. Sigo caminando hasta que llego, una vez que me encuentro frente a la puerta, toco el timbre y a los minutos sale mi hermana adoptiva.

—¿Cassia?—me mira extrañada.—¿Todo bien? ¿Pasó algo?

—No, sólo vengo a estudiar con una de mis pesadillas.—suspiro.

—Oh, entonces a ti es a quien Leo espera.—sonríe.—Si vieras todo lo que te ha hecho.—ella me da el paso para entrar.—Ahora me lo encuentro tierno.—cierra la puerta detrás de ella y caminamos a la sala de estudio.

—Solo vine porque es un proyecto final, de lo contrario me habría quedado mirando el techo de mi habitación.—tiré la mochila.—Por cierto, Cansu estaba buscando un vestido como loca, a dónde...—abro la mochila para sacar mis libros cuando me doy cuenta de toda la comida que había en la mesa.—¿tienen visitas?

Frágil FortalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora