Capítulo 15

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"Chris"

Salgo del baño dándome una última mirada en el espejo, para luego ir a la cocina a desayunar e ir a clase. Bajó corriendo las escaleras como siempre, la puerta de la entrada se abre de golpe, y un Nate con cara de pocos amigos entra. Sube las escaleras sin pronunciar palabra y chocando con mi hombro, me fijo en su extraño comportamiento y lo dejo pasar, ya que a mi mente llega que quizás tuvo una pelea con Hande.

Voy a la cocina, y lo primero que veo es a Leo comiendo cereales mientras ve un vídeo de esos raros que suele ver. Hande está en el refrigerador, al parecer buscando algo. Hoy se ve un poco arreglada, más de lo normal. Lleva su pelo rubio suelto y ondulado, aparte un vestido floral con unas sandalias que hacen juego con el vestido. Ella saca su cara del refrigerador, y hacemos contacto visual. Me doy cuenta que sus ojos están apagados, como si estuviera triste y es allí donde pienso en Nate hace unos minutos y mi conclusión es que si están peleados.

—Buenos días, rubio.—su voz suena suave, como si no quisiera hablar.—¿Cereal o huevos revueltos?

Ella pone el sartén en la estufa y la enciende, se da la vuelta y me mira esperando mi respuesta.

—Huevos revueltos con tocino, por favor.—ella asiente, y comienza a preparar el desayuno. Entonces me atrevo hacerle la pregunta, aprovechando el momento.— Hande, ¿puedo preguntarte algo?.

—Claro ¿qué pasa?.—ella se da la vuelta y me mira mientras se apoya de la alacena.

Mis nervios salen a flote, quería sonar de lo más normal pero creo que no podré. Hande nunca se ha mostrado violenta o me ha reclamado algo con respecto a que salga con su hermana menor, es solo que cada vez que quiero pedir permiso, me pongo nervioso. Ella me mira esperando la pregunta.

—¿Dejarías ir a Cansu conmigo al evento de mamá?—me muerdo el labio inferior por los nervios.

Ella suspira.

—No sé, Chris.—puedo ver la tristeza en sus ojos otra vez.—Creo que sí, si ella quiere.

Su respuesta me toma por sorpresa, es algo evidente de que algo le pasa. Ella nunca había aceptado tan rápido, y sin darme algunas advertencias. Al parecer la pelea que tuvo con Nate fue muy fuerte como para que ella esté así. Ella coloca un plato con huevos revueltos, tocino y tostada delante de mí, luego se gira y me pasa el vaso con jugo de naranja. Sonrío, porque ella siempre sabe cómo alimentarnos bien. Ella sale de la cocina y veo que se va al patio, y es cuando aprovecho para hablar con Leo.

—¿Pasó algo entre Hande y Nate?—pregunto.

—Vaya que somos chismosos.—lo miro.—Te iba a preguntar lo mismo. Cuando entré a la cocina la ví llorando. Sabes como es Nate, de seguro la cago como siempre.

—Hace uno minutos entró por la puerta echo un demonio. ¿Crees que él y Cat esten juntos de nuevo?

—No me sorprendería, ayer la pelirroja pasó la tarde llamando al teléfono de la casa. De seguro que por eso las cosas están así.—suspira mirando su teléfono.—El amor es complicado, viejo.

Arrugo mi frente mientras mastico la comida.

—Lo dice quién está babeando por Cassia.

—¿Se nota mucho?—me mira, asiento con la cabeza y me llevo otro pedazo de pan a la boca.— Ella no me pela, soy como algo raro para ella.

Frágil FortalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora