~LA INVITADA~

Sophie

Después de un largo y aburrido día de instituto. Por fin, llegué a casa, aunque se me hace muy difícil decir casa. Esa nunca sería mi casa y ya estaba buscando otro sitio donde mudarme.

Cuando entré en casa me encontré con Adam en el sofá, viendo una película, en ropa interior.

Desvíe la mirada inmediatamente y juro por Dios que pude ver una pequeña media sonrisa cruzando su cara.

- ¿Qué tal?

- Ponte algo de ropa imbécil.

- Ya veo que bien y esta es mi casa, no me vas a dar órdenes.

- Recuerda que esta también es mi casa desde ahora hermanito.

- Me dan ganas de pegarte...

- Hazlo. Hazlo.

Mire desafiante, no me iba a pegar.

De repente se acercó muy cerca de mí, con su cara casi rozando la mía. Al ser más alto, podía sentir su respiración en mi boca.

Le di un empujón como pude, pero cuando hice contacto con él, sentí un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo.

- Ahs.

- ¿Te pego ya o qué?

Le odio.